Europa va tarde en su ofensiva contra las marcas chinas. Los eléctricos ya no son un problema, es otro y Bruselas va dando palos de ciego
Bruselas quiere proteger a su industria del automóvil frente a la gran invasión asiática con unos aranceles a los coches eléctricos que están llamados a ser un fracaso. Mientras Europa cree tenerlo todo controlado y el Gobierno chino hace su papel mostrando su desacuerdo, en el fondo los chinos se están frotando las manos.
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Publicado: 15/05/2024 20:00
Estados Unidos se ha adelantado a Europa una vez más. El Gobierno norteamericano quiere proteger a su industria de los coches eléctricos frente a los asiáticos con unos aranceles del 100 por 100, por lo que los chinos se tendrán que pensar muy seriamente si les compensa exportar sus novedades al otro lado del Atlántico. En esta orilla, Bruselas va mucho más lenta en esta dirección y, aunque presume de querer proteger su industria, no termina de lanzarse a la piscina.
Hace unas horas se conocía que pretendían adelantar la imposición de los aranceles a este mismo mes de mayo, en lugar de hacerlo este verano como estaba planeado. Una forma de obligar a los países miembros a votar a favor de una imposición definitiva prevista para el próximo otoño, y donde puede haber grandes sorpresas. Los fabricantes europeos que operan en China no quieren más problemas con el Gobierno de Xi Ping de los que ya tienen, pero los gobernantes son otra cuestión aparte.
Europa va de farol con los aranceles a China y estos lo saben
Porque China se la está cobrando y se la va a cobrar mucho más, cosa que la Unión Europea no está viendo. Los impuestos aduaneros que se quiere que paguen los coches chinos llegados a los principales puertos europeos solamente afectan a los coches eléctricos. Las marcas europeas han estado tiempo defendiendo de que los precios de estos están por debajo del mercado, y contra los que no pueden luchar, pero se les olvidan otros coches: los híbridos enchufables.
Los PHEV se han convertido en el nuevo caballo de batalla de los chinos, ahora que saben que los europeos no están por la labor de comprar modelos de cero emisiones por muy bajo que sea su precio. La gran mayoría de coches híbridos recargables ya ofrecen una elevada autonomía, por encima de los 100 kilómetros en modo eléctrico, y alcanzando el millar de kilómetros con un tanque de combustible.
PHEV chinos con 2.000 km de autonomía libres de aranceles
Pero cabe recordar que ya hay marcas chinas como BYD que han anunciado una autonomía total de nada menos que 2.000 kilómetros. Estos constituyen una seria amenaza para una tecnología de la que marcas como Volkswagen se han visto obligadas a tirar como paso obligado hacia los eléctricos cuando estos se recuperen del bache. No tardarán los fabricantes en pedir medidas también contra los PHEV chinos y Europa, nuevamente, irá tarde. Sólo por eso, en China se están frotando las manos.