Los dueños del Fisker Ocean hacen algo inédito para salvar sus coches del abandono tecnológico

Año y medio ha pasado desde la última noticia de Fisker. La marca americana sucumbió a la ambición desmedida de su dueño, hundiéndose por completo y dejando a miles de clientes en la estacada. Ahora, los propietarios se han asociado para tratar de mantener sus Ocean a flote.

Los dueños del Fisker Ocean hacen algo inédito para salvar sus coches del abandono tecnológico
El Ocean podría haber sido uno de los SUV eléctricos más vendidos, pero cayó antes de tiempo. - Fisker

Publicado: 22/12/2025 07:00

6 min. lectura

Estaba llamado a ser uno de los coches eléctricos Premium de referencia, una interesante apuesta cargada de tecnología y con una autonomía máxima con una sola carga de récord, pero las trampas del propietario del fabricante acabaron por llevárselo por delante. El gran sueño de Fisker se fue al traste por una malísima gestión de la empresa, a pesar de haber llegado a fabricar nada menos que 12.000 unidades del único modelo de su gama.

Las circunstancias hicieron que la marca saltara por los aires, cuando ya se había entregado un importante número de unidades del Fisker Ocean, por lo que muchos se quedaron sin recibir su coche, tampoco se le devolvió el dinero, y los que pudieron, pocos, lograron cancelar sus pedidos a tiempo. Fisker se quedó con un stock de unidades fabricadas que llegó a poner a la venta con hasta 20.000 euros de descuento, pero que nadie quiso. Se sabe que una empresa americana compró más de 3.000 unidades, pero recibió menos de las adquiridas por problemas relacionados con el software.

Fisker Ocean
El software del Fisker Ocean es el objetivo de los dueños de este coche eléctrico.

Los dueños del Fisker Ocean quieren comprar el software de sus coches

No cabe duda alguna de que Henrik Fisker tiene grandes problemas que resolver con la justicia americana, pero los que afectan a los dueños del Ocean son peores. La desaparición tan repentina de una marca es una auténtica desgracia, pues no tienen una red de servicio técnico que se haga cargo de los mantenimientos o de las reparaciones, y eso es algo a lo que los propietarios del SUV eléctrico al otro lado del Atlántico quieren poner remedio cuanto antes, y por un motivo que es clave.

Y es que romper un brazo de la suspensión es cuanto menos complicado, por lo que lo más importante para los dueños es que el software funcione correctamente. Desde el principio del lanzamiento del Ocean, se conocieron fallos de estabilidad en un sistema que rige absolutamente todas las funciones del vehículo, por lo que una línea de códigos corrupta puede dejar parado el Ocean durante mucho tiempo o para toda la vida. Por esta razón, los dueños fundaron una asociación sin ánimo de lucro que ha adquirido una importante dimensión y ahora está en proceso de adquirir todo el hardware y software de Fisker.

Quizá por una orden judicial y así proteger a los clientes del Ocean, no se sabe, los servidores a los que está asociado el software embarcado en los Ocean permanecen en funcionamiento, pero el mayor temor es que estos se apaguen. Lo peor que puede ocurrir es que los coches no arranquen, pero esto se antoja casi imposible, aunque sí perderían funcionalidades como las actualizaciones inalámbricas o especiales, que no esenciales, como el desbloqueo remoto o la climatización estacionaria.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Los clientes de Fisker buscan asegurarse repuestos originales

Por eso, la FOA, como se conoce a esta asociación, cuenta con expertos que ya ha desarrollado una aplicación para móviles, que sustituirá a la de Fisker, y que permitirá controlar determinadas funciones; incluso la de convertir el móvil en llave, que hasta ahora no estaba disponible.

Uno de los fundadores de la FOA lo ha calificado como un importante avance, porque en poco tiempo, los propietarios del Ocean recibirán el aviso de una actualización inalámbrica, la primera sin soporte del fabricante. Otro frente que tienen abierto es con la planta de Magna en Graz. Los austriacos que fabrican el Mercedes Clase G, entre otros modelos, también asumieron la producción del Ocean, por lo que esta asociación busca que esta empresa y los proveedores mantengan la producción de repuestos.

Europa garantiza piezas originales pero no todas ni tampoco de por vida

Algo a lo que no se pueden negar, ya que las normas europeas obligan a Magna a seguir produciendo piezas para el Fisker Ocean durante un máximo de diez años desde su cese de producción, incluso en la particular situación de quiebra de Fisker.

Este plazo se puede ampliar hasta los 15 años, a petición del fabricante, y solo para las piezas de alta demanda y de volumen como frenos, filtros, manguitos, paragolpes o baterías, entre otros. Sin embargo, sí se suelen descontinuar a los diez años los módulos electrónicos dependientes de software, aunque esto depende también de si una condición: se descartan los módulos más antiguos y los más modernos se adaptan para que sustituyan a los primeros asegurando el funcionamiento, a pesar de que otras funcionalidades no lo hagan. La marca o un proveedor está obligado a suministrar actualizaciones para sistemas operativos durante 20 años.

Pixel