Indy 500Takuma Sato arriesga y aplasta a casi 400 por hora en el velocísimo Fast Friday

Todo el mundo en Indianápolis es consciente de la extrema capacidad de Takuma Sato para convertir un buen coche en una potencial victoria en las 500 millas de Indianápolis. Lo ha hecho dos veces, y bien podrían haber sido cuatro en las circunstancias correctas. El nipón empieza a enfocar la recta final de su longeva carrera, pero está dispuesto a morir matando, y tener un Ganassi le dota de la espada más codiciada por cualquier samurai en Indianápolis.

El piloto de 48 años se ha postulado este viernes como el principal candidato a la pole position de la Indy 500 este fin de semana, al firmar los mejores cronos de la jornada conocida como 'Fast Friday' con una solvencia casi insultante. Sato registró una vuelta absolutamente sideral de 234.753 millas por hora con la que aventajó en media milla por hora a su oponente más cercano, siendo esta la sexta vuelta más rápida de la historia de Indianápolis y la más veloz que no ocurrió en la edición de 1996. Después, se permitió el lujo de limar las barreras de la curva 2 inmediatamente después, al más puro estilo 'No Attack, No Chance' que le caracteriza.

No contento con ello y buscando demostrar que su ritmo también era consistente, en la hora final Sato reafirmó su posición al firmar la mejor simulación de clasificación del día, con un promedio de 233.413 millas por hora, que promete quedarse incluso corto para lo que se espera este domingo. Esta vez, Ganassi no hizo doblete en la tabla absoluta de tiempos, pero sí en la de promedios de cuatro vueltas, donde Marcus Ericsson acompañó la cuarta mejor vuelta con el segundo mejor promedio.

No se prodigaron tanto en números los otros dos coches de Ganassi, con un Scott Dixon que acabó teniendo un potencial problema en el motor tras algunos percances de manejo, y un Álex Palou que pareció estar un peldaño por detrás en rendimiento puro. El piloto español, que siempre se crece a la hora de la verdad, acabó en la 14ª plaza con una mejor vuelta de 233.268 millas por hora, y un promedio de cuatro vueltas de 232.320 mph que solo le permitía subir al puesto 11.

La jornada fue llamativa por la resurrección de Penske, al menos en dos de sus coches, que quedó patente en los grandes registros alcanzados en simulación de qualy. Aunque Josef Newgarden fue el único coche del equipo en el top 10 con su sexta plaza, el estadounidense se quedó con la tercera mejor media de cuatro vueltas, justo delante de Will Power. Eso sí, solo Power tendrá una posición favorable de salida en su intento de clasificación al ser el tercero en rodar, mientras que Newgarden y Scott McLaughlin lo harán en última y antepenúltima posición, con las peores condiciones de temperatura.

Andretti Autosport sacó también colmillos con la segunda posición de Marco Andretti, mucho más discreto a cuatro vueltas, y el doble top 10 de Colton Herta y Kyle Kirkwood en ambas clasificaciones, destacando en especial el último en cuanto a sensaciones. Entre medias, Rinus VeeKay resistió como el último bastión del equipo Carpenter en la zona noble y Felix Rosenqvist lideró a McLaren a lo largo de cuatro vueltas, ya que un Pato O'Ward sideral a un giro (mayor velocidad punta en 391 kilómetros por hora) no encontró la consistencia deseada.

Más allá de ello, sorprendieron las buenas actuaciones de los rookies Benjamin Pedersen y Agustín Canapino, muy por encima de lo esperado en las máquinas de Foyt y Juncos con sólidas posiciones dentro del top 20, aprovechando en parte el peor rendimiento de Coyne y Shank, así como un día de claro retroceso para los coches de Dreyer & Reinbold. Pero muchos ojos estaban puestos en el drama por las posiciones traseras, donde dos equipos en particular sufrieron de lo lindo.

Por un lado, los cuatro coches de Rahal continuaron hundidos en la parte final de la tabla, siendo el 28º puesto de Katherine Legge a cuatro vueltas su posición menos mala del día. Para ahondar más en la herida, Jack Harvey sufrió una rotura de motor definitiva en su Honda que podría complicarle aún más la existencia. Peor aún fue la cosa en Juncos con Callum Ilott, que no pasó de las 228 mph y no llegó a hacer una simulación de qualy antes de que el equipo decidiese finalmente prescindir de su defectuoso chasis. El británico llevará el modelo que Canapino probó en el test de abril con el objetivo de evitar el desastre, aunque lo tendrá complicado para participar siquiera el sábado.

RESULTADOS GLOBALES DEL FAST FRIDAY

Todo esto, por supuesto, son excelsas noticias para R. C. Enerson, quien sigue batallando de tú a tú con estas formaciones pese a competir para el debutante equipo Abel Motorsports, o para otros competidores como Devlin DeFrancesco o Sting Ray Robb que no pueden permitirse un solo desliz. Por lo pronto, Ryan Hunter-Reay y Herta abrirán mañana la veda clasificatoria, y habrá que esperar al turno 28 para ver clasificar a Palou, quien con toda probabilidad volverá a intentarlo más adelante si las condiciones no acompañan.

Fotos: IndyCar Media