IndyCarJosef Newgarden domina la primera carrera en Iowa, y Álex Palou remonta de nuevo

Por si algún desaprensivo o despistado se había olvidado, el Iowa Speedway se ha encargado de recordar este sábado que se trata, sin duda, del óvalo que presenta las mejores carreras de IndyCar actualmente. Por si algún otro desaprensivo o despistado también había cometido el error de olvidarlo, Josef Newgarden se ha encargado de recordar que es el amo y señor de una pista en la que ha sumado hoy su cuarta victoria de 2022. Y finalmente, si un tercer desaprensivo o despistado ha hecho acto de olvido, Álex Palou se ha encargado de recordar que la pelea por su segundo campeonato sigue tan viva como siempre tras escalar hasta el sexto puesto final.

Newgarden había clasificado en segunda posición tras el poleman Will Power para las dos carreras del fin de semana, pero en esta aprovechó su primera oportunidad real. Tras la amarilla causada por un trompo de Jimmie Johnson en la vuelta 16 al tocar el interior de la pista, Newgarden rebasó a Power en la resalida para hacerse con un liderato que solo perdería en las paradas en pits. Su estatus, no obstante, estuvo discutido durante buena parte del evento, y no solo por su compañero de equipo. Y es que, después de su incidente, Johnson se encargó de poner el show en la Iowa 250.

Habiendo sido uno de los múltiples pilotos que optó por adelantar su primera detención a la amarilla causada por él mismo, el heptacampeón de NASCAR avanzó posiciones a mansalva, por el interior o el exterior, y se situó octavo antes de heredar el liderato por paradas ajenas antes de hacer la suya propia. El hombre de Ganassi repitió estrategia en el siguiente stint, y cuando ya se encontraba quinto le cayó la amarilla salvadora con un accidente de Felix Rosenqvist en la vuelta 111, cuando los líderes estaban cerca de parar y solo había ocho coches en la vuelta de Newgarden. A estas alturas, el tercer puesto en parrilla de Conor Daly había quedado neutralizado por un excesivo desgaste de gomas, y Pato O'Ward ya era segundo tras adelantar a Power en su primera parada.

Por detrás, de forma notoria, iban llegando los demás pilotos de Ganassi, liderados por un espectacular Marcus Ericsson cuyo duodécimo puesto inicial era ya un quinto tras la primera resalida, y que adelantó en pista a Power antes de la amarilla de su compatriota Rosenqvist, cercana al ecuador de la carrera y que precedió otra rápida interrupción en la vuelta 127 por restos en la pista. Por su parte, Scott Dixon había llevado a cabo la misma estrategia de Johnson, de forma más discreta, para ponerse séptimo, y Palou fue solventando paulatinamente una escasa falta de ritmo, habiendo subido cuatro puestos hasta el décimo lugar.

Ericsson volvió a pasar al ataque y, junto a Power, rebasó a O'Ward en la resalida de la vuelta 124. No contento con ello, en la siguiente resalida se fue a por el líder Newgarden, y ambos tuvieron un ligero toque cuando el sueco intentaba pasarle por el interior de la curva 4. Desde ese punto, el manejo del líder de la general pareció empeorar, y perdió dos posiciones en las siguientes vueltas antes de que un error al negociar un ataque de Scott McLaughlin con tráfico por delante le costase caer otros cinco puestos. Justo detrás, Johnson y el neerlandés Rinus VeeKay iniciaban un duelo de larga duración en el que ambos se pasaron y repasarían varias veces durante 70 vueltas.

Un nuevo accidente, esta vez de Ed Carpenter en la vuelta 164, hizo que todo el mundo parase a la vez. Palou entró séptimo a pits tras haber ganado posiciones en las dos resalidas anteriores, y una buena detención de Ganassi le sacó quinto por delante de Johnson y VeeKay. Justo antes de la resalida, McLaughlin desapareció de su vista al tener una rueda mal ajustada, y el vigente campeón aprovechó la ocasión para adelantar a O'Ward y alcanzar puestos de podio. Sin embargo, la carrera entraba en un dilema estratégico: todos llegaban por gasolina hasta el final, pero tendrían que hacer más de 80 vueltas con unos neumáticos que no se habían estirado más de 60 giros, y que ya pasadas las 40 perdían mucho ritmo.

En un puro duelo de setups, las carencias de Ganassi este fin de semana salieron a relucir algo más. Aunque Palou llegó a ponerse brevemente en paralelo con Power, sus neumáticos fueron apagándose de forma más acusada. A 44 vueltas del final, perdió posición con O'Ward, y en las últimas cinco vueltas tuvo que ceder ante el mayor empuje de VeeKay y el de su compañero Dixon, cayendo al sexto puesto final. En cabeza, O'Ward dio cuenta de Power a 35 del final, y tanto él como Newgarden se marcharon en solitario en cabeza, pero el piloto de Penske ganó la guerra del ritmo y las gomas del mexicano se marchitaron en las 15 vueltas finales, teniendo que conformarse con un buen segundo puesto en su tercer podio de 2022.

Así pues, aunque muchos llegaron a toserle, nadie supo echarle el guante a un Newgarden que logró su 24ª victoria en IndyCar con seis segundos de ventaja, que dobló a todos los pilotos hasta el sexto y que bien podría haber doblado hasta al tercero si la carrera hubiese durado cinco vueltas más. El estadounidense no solo obtuvo su cuarto triunfo en Iowa (donde ha liderado 1.358 vueltas de las últimas 2.250, incluidas 208 hoy), sino su cuarta victoria del año, que le acerca a tan solo quince puntos del liderato de un Ericsson que solo pudo rascar un octavo puesto de un día que prometía mucho más. Palou, de hecho, se le aproxima también a 33 puntos, aunque el español cayó de nuevo al cuarto puesto de la tabla.

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Power, que cruzó la meta a 20 segundos de Newgarden, ve su desventaja reducida a 22 puntos tras obtener su quinto podio de 2022, manteniendo a raya a VeeKay (tercer top 5 de la temporada) y a un Dixon que conservó de lujo para ganar dos posiciones al final. Tras Palou, acabó en séptimo lugar Romain Grosjean, que gestionó muy bien el inicio de su último stint para superar y terminar por delante de Ericsson. El francés fue la única nota de color de un Andretti Autosport que tuvo un día espantoso entre la falta de ritmo de Alexander Rossi y la avería que sentenció a mitad de carrera el día de Colton Herta, quien llegó a ser sexto y se encontraba detrás de Palou en ese momento.

Johnson también llegó al final de su stint pidiendo auxilio, y un potencial top 5 se convirtió en un undécimo puesto, su segundo mejor resultado en IndyCar, por detrás de un Christian Lundgaard que prolonga su buena racha reciente recuperando 10 puestos para su tercer top 10 en cuatro carreras. Al igual que Daly, la buena posición en parrilla de David Malukas se evaporó por desgaste de gomas, y tanto Takuma Sato como Simon Pagenaud completaron la lista de incidentes con un toque mutuo en el último stint cuando ya estaban fuera de toda opción.

Mañana, segundo round para enmendar errores o repetir aciertos, con una pista que estará más fría y sin goma por las esperadas lluvias, pero en la que los equipos apenas podrán tocar la configuración general de los coches por el régimen de 'parque cerrado'.

Fotos: IndyCar Media