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Japón y la Unión Europea firman un acuerdo de libre comercio

La Unión Europea y Japón han dado un paso adelante para eliminar las barreras arancelarias y que fluyan las mercancías libres de un lado a otro del mundo. El automóvil será un sector muy beneficiado, especialmente las marcas japonesas con presencia en Europa.

6 min. lectura

Publicado: 19/07/2018 21:00

Control de calidad en la fábrica de Lexus en Motomachi (Japón)

El ascenso al poder de Donald Trump en Estados Unidos y la votación a favor -por la mínima- del "Brexit" en el Reino Unido han alterado en los últimos meses las reglas del comercio mundial. Los gobernantes de esos países están apostando por cerrarse y poner trabas al comercio mundial con el populismo por bandera.

Sin embargo, no es así en todas partes. Esta semana se ha firmado un acuerdo entre la Unión Europea y Japón para crear la mayor zona de libre comercio del mundo, aunque todavía no ha entrado en vigor. Tiene que aprobarlo el Parlamento Europeo y la Dieta japonesa, y seguramente lo hagan.

Vayamos a la parte que más nos interesa. Actualmente los coches de origen japonés vienen gravados con un 10% de aranceles, mientras que los recambios tienen un 3% de recargo. Una vez entre en vigor el pacto, esas barreras desaparecerán. Los precios, en consecuencia, bajarán.

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Honda tiene una fábrica en Swindon (Reino Unido)

Los fabricantes que más se van a beneficiar son Toyota (4,7% de cuota), Nissan (3,3% de cuota) y Honda (0,9% de cuota). Casualmente, los tres fabricantes tienen plantas en Reino Unido, aunque también tienen producción en el continente y en Turquía. Suzuki, por su parte, tiene una planta en Hungría.

También supondrá un plus para fabricantes como Mazda, Mitsubishi o Subaru, que no tienen infraestructura productiva en el continente europeo. Eso les permitirá ofrecer precios más competitivos sin tener que hacer enormes inversiones en fábricas.

Pero este acuerdo tiene una segunda lectura interesante, y es la enorme presión que implicará sobre el Reino Unido un Japón sin barreras comerciales. Si los británicos se van de la UE, coches y componentes pasarán a estar gravados con un 10% de aranceles, a menos que logren un acuerdo económico más ventajoso como una zona de libre comercio (tipo EFTA).

Modelos como el Toyota Camry Hybrid tendrán un precio más competitivo cuando lleguen al mercado

Podría darse la paradoja de que sale más barato producir coches en Japón y mandarlos al continente, que cruzar el Canal de la Mancha y añadir los aranceles. En otras palabras, se invertiría la situación actual, donde Reino Unido no tiene aranceles y Japón sí (y eso que antes eran más altos).

A efectos prácticos se pueden beneficiar más fabricantes, no solo los japoneses, al reducirse el precio de componentes. Un caso evidente es AISIN, que hace cajas de cambio, y que se montan en modelos del Grupo PSA. No es que vayan a bajar mucho, pero si multiplicamos todo eso por miles y miles de unidades, se notará.

El mantenimiento de los modelos japoneses se hará un poquito más asequible, siempre y cuando hablemos de componentes hechos en Japón. Marcas como Lexus serán más competitivas, ya que sus coches se fabrican en Japón casi todos. Puede que venga algún modelo que otro más exótico si merece la pena comercializarlos en Europa.

El Mazda2 es de los pocos modelos pequeños que vienen importados desde Japón, también podrá ofrecer tarifas más competitivas con un 10% menos de aranceles

A efectos de la industria española, podría aumentar un poco la exportación de algunos modelos hacia Japón, como por ejemplo el Renault Captur. De todas formas, se esperan también ganancias en sectores como el agroalimentario, muy potente en España.

La UE exportó a Japón 279.256 coches en 2016, e importó unos 575.000, según la ACEA

Mientras tanto, las políticas proteccionistas de Trump han conseguido lo contrario a lo buscado. Ya es más caro enviar y traer coches desde China (entre otras muchas cosas), y puede aumentar la carga arancelaria de coches americanos en Europa; basta con que Trump eleve los aranceles a los coches europeos.

Los negociadores del "Brexit" tienen un motivo más para agobiarse, no habría que extrañarse si los japoneses deciden cerrar sus fábricas en Reino Unido, o ponerlas a medio gas para el mercado local, si a cambio pueden sacar los coches desde Japón y de paso crear empleos en su propio país.

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