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La mala educación y el cinturón de seguridad

  • En todo accidente de autobús siempre hay que hacerse la siguiente pregunta después de contabilizar las víctimas y heridos de cualquier consideración: ¿cuántos de ellos viajaban con el cinturón de seguridad abrochado?
  • ¿Por qué sigue sin utilizarse a diario? Su efectividad salvando vidas está fuera de toda duda (o debería estarlo)

7 min. lectura

Publicado: 26/01/2017 20:00

El autobús siniestrado era muy moderno - Imagen de la compañía

Esta semana hemos sido testigos indirectos de otro autobús repleto de niños/adolescentes que sufre un accidente. Afortunadamente, las consecuencias han sido unos pocos sustos, heridos leves y una menor ingresada. Podía haber sido muchísimo peor, dado que los menores no llevaban en su mayoría el cinturón de seguridad abrochado, tal y como ha revelado la investigación.

Voy a pasar por alto la circunstancia de que el conductor haya dado un positivo por cocaína, ya que antes ha de demostrarse su culpabilidad, y porque el accidente puede haber sido originado por un fallo mecánico totalmente ajeno a qué haya tomado o dejado de tomar esa persona.

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El quid de la cuestión es por qué todos esos chicos viajaban en un autobús sin utilizar los cinturones de seguridad. Hablamos de chicos que en su totalidad han nacido en el Siglo XXI, con una enorme cantidad de información disponible. Incluso una madre declaró a la prensa que fue culpa del conductor que los menores fuesen sueltos.

El cinturón de seguridad es tan necesario en turismos como en autobuses, en ambos casos es más seguro usarlo que no usarlo

No, señora, la culpable fue usted, y las otras madres, sin olvidarnos de los padres, tutores legales o figuras equivalentes. Todos esos menores tendrían que abrocharse el cinturón de seguridad, enseñados desde casa, y no delegando esa tarea en quien -aunque quiera- no puede controlar a tanto adolescente si pretende concentrarse en conducir. El conductor del autobús no es una figura paterna.

El autobús es uno de los medios de transporte más seguros que existen, y de contar con cinturones de seguridad, su uso es obligatorio. La legislación distingue entre autobuses de uso urbano e interurbano, por motivos prácticos el 100% de los pasajeros no van amarrados en desplazamientos cortos. Otra cosa es si deberían hacerlo.

Desde octubre de 2007 es obligatorio que los cinturones de seguridad vengan de fábrica en los autobuses nuevos, en los anteriores a esa fecha no existe tal obligatoriedad (en 2014 el PP bloqueó una reforma retroactiva). No es el caso del autobús de Fuenlabrada, era moderno y por tanto contaba con cinturones. Los menores de edad, por encima de los tres años, están obligados a usarlo.

Inicialmente se informó que los menores habían utilizado correctamente el cinturón de seguridad

Dadas las características dinámicas de un autobús, uno de los mayores riesgos es el del vuelco, y con el cinturón de seguridad el pasajero queda unido a su asiento, evitando salir despedido por una luna o resultar gravemente herido -o incluso muerto- por darse contra el techo o el suelo. Resulta inexplicable que, a estas alturas, aún haya que insistir en algo así.

Parece que no se ha aprendido nada de la tragedia del autobús repleto de estudiantes Erasmus que volvían de las Fallas de Valencia en 2016. Murieron 13 chicas que no utilizaron el cinturón de seguridad, pero podían haber sido más, ya que no eran las únicas. Las papeletas para sobrevivir en un accidente de bus son mucho más altas utilizando cinturón de seguridad.

A mediados de los 90, cuando se empezó a endurecer la legislación al respecto, se empezó a convencer la gente de que debía llevarlo delante. Convencer a los que van detrás lleva más tiempo, aún no es una victoria ganada. El siguiente paso contra esa ilógica resistencia es hacerlo en los autobuses.

En los autobuses urbanos es comprensible que haya pasajeros sin cinturón, especialmente si van de pie, pero al menos van agarrados de alguna forma

Todos los padres de esos chicos, y por inclusión, todos los padres que saben que tienen hijos que van en autobuses, tendrían que hacerse una pregunta: "¿por qué mi hijo viaja sin cinturón de seguridad en autobús?" En mi humilde opinión, eso ha de aprenderlo uno en su casa, no se tiene que delegar en el sistema educativo para algo así.

Resulta comprensible que los padres instruyan a sus hijos de acuerdo a sus preferencias o ideología, pero esto es diferente. Ponerse el cinturón de seguridad no es cuestión ideológica, es cuestión de supervivencia. Sea o no sea cosa del conductor que el accidente haya ocurrido, que eso al final es lo de menos, lo importante es que con cinturón de seguridad el desenlace siempre es menos grave.

Si los padres no se plantearían arrojar a su niño a la calzada justo antes de que pase un coche, ¿por qué no les preocupa que viaje sin usar el cinturón de seguridad? Resulta aún más inexplicable que, los que sí lo usan en el vehículo familiar, luego no lo hagan en los autobuses. ¿Qué ha fallado en el sistema para que haya que repetir esto en pleno 2017?

Señores padres, acepten su responsabilidad. No le echen la culpa de todo al conductor del autobús, tienen una oportunidad de oro para enseñar a sus hijos por qué deben viajar siempre amarrados, no vaya a ser que haya una segunda vez y no haya conductor presuntamente drogado al que echar la culpa.

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