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Los coches eléctricos empiezan a "sobrar" en Estados Unidos

A mediados de año, a algunos fabricantes se les acumulan coches eléctricos en sus campas, por haber producido por encima de la demanda. Esto dará lugar a que haya que ajustar precios o reducir el ritmo de producción, lo pide el mercado en EEUU.

Los coches eléctricos empiezan a "sobrar" en Estados Unidos
Una posible clienta otea un coche desde el escaparate de un concesionario Chevrolet - Daryll (Flickr) CC BY-ND

7 min. lectura

Publicado: 12/07/2023 22:00

El mercado parece estarse recuperando de la situación caótica que se dio el año pasado, con restricciones generalizadas de producción por múltiples motivos: falta de semiconductores, que si la guerra en Ucrania, problemas diversos de logística, etc. La falta de oferta infló los precios de algunos coches usados por encima de lo que costaban a estrenar, solo por evitar la lista de espera.

Al menos en Estados Unidos, la consultora Cox Automotive ofrece un panorama un poco aciago para los coches eléctricos, a la vista de que este tipo de vehículos acumulan un inventario como para 92 días, o lo que es lo mismo, más de 92.000 unidades están en campas esperando dueño. Tengamos en cuenta que en EEUU lo normal es fabricar para tener stock, no hacer pedidos personalizados a fábrica.

En el caso de los gasolina, el inventario es menos abundante, como para 54 días, cuando una cifra normal y saludable serían 70 días de inventario. A modo de curiosidad, el inventario de híbridos es aún menor, para 44 días. Afinando más el tiro, Toyota tiene aún menos stock de híbridos, para 30 días. Eso sí, el bZ4X, que es totalmente eléctrico, al ritmo actual tienen coches para 101 días.

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Estos datos no incluyen a Tesla, que en EEUU vende directamente a los consumidores a través de sus Tesla Store, no cuentan con franquiciados ni terceras empresas distribuyen sus coches. Según el último informe de la empresa, en el segundo trimestre fabricaron 479.700 coches y entregaron 466.140, una diferencia de 13.560 coches a nivel global. Ahora tienen para unos 16 días, también a nivel global.

De acuerdo a los datos que ofrece regularmente Troy Teslike en Twitter, que son estimaciones pero tienen un error inferior al 3%, Tesla está engordando poco a poco su inventario desde el mínimo de 3 días en el que se plantó en el primer trimestre de 2022. Eso significaba que prácticamente no había lista de espera, y las fábricas corrían el riesgo de tener que bajar el ritmo (lo que implica palmar pasta) al no haber suficiente demanda.

Volviendo al análisis de Cox Automotive, el problema de estocaje está engordando en las marcas que, como no tienen producción en Norteamérica, sus coches no optan a los créditos federales de hasta 7.500 dólares. Es el caso de Audi, Hyundai, Kia o Nissan. Tienen dificultades para encontrar compradores para sus coches eléctricos a raíz de la Ley de Reducción de Inflación (IRA).

Modelos como el Kia EV6 tienen peor salida porque sus alternativas hechas en Norteamérica tienen la ventaja de hasta 7.500 dólares en créditos federales

De estos datos podemos inferir que se ha dado la vuelta a la tortilla, la oferta está situándose por encima de la demanda, de ahí que aumente el estocaje, ya sea porque se han hecho previsiones demasiado optimistas sobre futuras ventas, o porque los consumidores esperan atrincherados a que bajen precios y los fabricantes compitan con más alegría.

Ford, por ejemplo, tiene inventario para el Mustang Mach-e para 117 días, lo mismo ocurre con el GMC Hummer EV, que está entregando los coches a cuentagotas y tiene inventario para 100 días al ritmo que los vende. A lo largo del año pasado, las subidas de precio fueron generalizadas porque se dispararon los precios de las baterías, incluso por encima de dicha inflación.

No es de extrañar que el consumidor estadounidense esté cambiando el chip y se dé cuenta de que podría pagar menos por lo mismo, así que la pelota está en el tejado de los fabricantes. Cuando faltaban coches, podían subir sin aparente fin los precios, pero ahora que empiezan a sobrar, las leyes elementales de la oferta y la demanda dicen que hay que bajar el precio para encontrar el punto de equilibrio. O eso, o se los comen.

La gama 2022 Ford F-150 Lightning vio subidas de precio de hasta 16.000 dólares por unidad, una auténtica pasada

Esta situación es potencialmente favorable para el consumidor, porque incentiva a los fabricantes a competir, eso que no les hizo tanta falta en plena bacanal de precios elevados. Tendrán que ajustarse los márgenes comerciales, bajarse de la burra de objetivos de rentabilidad de doble dígito a base de secar las tetas de sus clientes, y empezar a pensar en algo que les aterra: descuentos.

En la historia del automóvil tenemos antecedentes. Cuando hay automovilísticas que se acostumbran a ganar mucho dinero a costa de sus clientes, llega otro que hace algo similar o mejor, a un menor precio, y se acaba comiendo una parte grande de la tarta. La paja mental de tantos ejecutivos de que todas las marcas pueden ser Premium es epidemia mundial. Tienen que bajar al mundo real.

Los coches eléctricos en EEUU suponen una cuota muy modesta, el 6,5% del mercado, pero ya son de venta masiva. Estas ventas se suelen concentrar en unos pocos estados, especialmente porque Tesla solo vende sus coches donde no es obligatorio el modelo de concesionario franquiciado. Si son de venta masiva, se tienen que aplicar las reglas de la venta masiva, y eso implica ajustar precios. Ya lo recuperarán por otro lado.

Fuente: Cox Automotive/Axios

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