Europa prepara la mayor subida silenciosa de precios del automóvil, hasta 2.000 € más por coche desde 2026

Apenas nos queda una semana por delante para cerrar un año que a un gran número de fabricantes les costará olvidar, a pesar de que Europa les ha dado una alegría antes de terminar el curso, al ampliar la combustión más allá de 2035. Es la respuesta a una gran demanda que venían reclamando desde hace mucho tiempo, aunque no sea una medida más justa para los ciudadanos, a los que la Unión Europea no dejará descansar por un tiempo más ni en 2026.

Bruselas sigue empeñada en hacer más caros todos los coches, sean de combustión o eléctricos. Estos son parte de las novedades que los gobernantes del continente han impuesto para este curso próximo a estrenarse, y que hasta ahora se habían librado, por lo que si estás pensando en comprar coche nuevo, es el momento de hacerlo antes de que te encuentres con una sorpresa desagradable. De esas que no se entiende cómo es posible que el precio se haya disparado con tan sólo unas semanas o meses de diferencia.

Otro gran error de Europa, juntar seguridad y emisiones en 2026

Y es que los fabricantes, salvo contadas excepciones, si es que las hay, tienen que compensar los desembolsos que generan las nuevas normas de alguna forma, por lo que están obligados a subir los precios de los coches nuevos. Un incremento que más de uno justificará con la inflación, el famoso coste de la vida, pero que va mucho más allá y que hará subir los precios de los coches nuevos en torno a 2.000 euros. Y sí, en todos los segmentos del mercado, por lo que no se librarán coches tan pequeños como el Dacia Spring o el SEAT Ibiza.

Y es que la primera medida con la que tienen que lidiar las marcas son los estrictos requisitos del reglamento general de seguridad que entra en vigor a partir del 7 julio de 2026, por lo que todos los coches de primera matriculación, no sólo los que salgan nuevos a la calle coincidiendo con esa fecha, sino también los que se venden actualmente, tienen que contar con la famosa caja negra para grabar los accidentes, el limitador de velocidad inteligente (ISA) y sensores y cámaras más potentes para tres asistentes de conducción.

Estos son el asistente de frenado de emergencia, que va de la mano de la detección de peatones y ciclistas, la monitorización continua del conductor y el aviso de salida de carril de emergencia en los vehículos con dirección asistida hidráulica. Un sistema que ya era obligatorio en los coches equipados con dirección asistida eléctrica, y de primera matriculación, desde el 7 de julio de 2024. Pero a estas medidas se suma una de la que nadie ha hablado, y es una zona de protección extendida contra los impactos en la cabeza de los peatones en caso de atropello, una modificación a nivel estructural.

2.000 euros más por coche, el precio de la seguridad para Europa

Las marcas saben que están obligadas a subir los precios, pero también tienen que ser cautelosas para no perder ventas, aunque es inevitable que los costes de producción aumenten entre 1.000 y 2.500 euros por coche. Hablamos de, aproximadamente, un 10 % sólo de estas medidas relacionadas con la seguridad, lo que también tendrá consecuencias entre los modelos más pequeños de algunas marcas. Desaparecer de la oferta es una posibilidad extrema, pero lo que sí es más real es que la gama de un determinado modelo pequeño se reduzca casi a una sola versión por eso de permanecer en el mercado.

Las marcas suelen aguantar todo el tiempo que pueden para instalar estos sistemas, por lo que ahora es el momento de desprenderse de unidades sin ellos y a unos precios, que no van a ser mucho más bajos, pero quizás sí puedas arrancar un descuento; la técnica a la que Volkswagen ya ha vuelto. Les interesa para «engordar» sus estadísticas anuales de ventas, porque si no figurarán ya del año siguiente reduciendo los volúmenes, incluso también de las cuentas de los concesionarios.

Las normas de seguridad y de emisiones contaminantes de la Euro 7 subirán los precios de los coches nuevos en 2026, como no se recuerda. Un año más que complicado que volverá a poner a prueba el mercado del automóvil en el continente

Lo que no te han contado de la Euro 7 y que puede obligarte a cambiar el catalizador o el filtro

Pero a esta subida también hay que sumar la que llega el 29 de noviembre de 2026 con la implementación de la nueva norma de emisiones Euro 7 en todos los turismos de nueva homologación, y un año más tarde a todas las nuevas matriculaciones. La nueva norma anticontaminación endurece los límites máximos en todo tipo de motores, pero Europa, que tampoco quiere a los coches de gasolina, ha introducido una modificación en los protocolos por lo que las ITV ahora medirán las partículas que salen de los escapes, a la caza de las que superen los diez nanómetros.

Además, tanto para estos motores como para los diésel, las marcas también tienen que garantizar una vida útil mínima de los sistemas de postratamiento de gases de escape -llámese catalizador o filtro de partículas- de, como mínimo, 160.000 kilómetros u ocho años y, como máximo, de diez años o 200.000 kilómetros, dependiendo de un factor de deterioro.

Este es un valor que mide el envejecimiento real del catalizador, el SCR que necesita de la inyección de AdBlue o el filtro de partículas, midiendo las emisiones arrojadas antes de cumplir con los 160.000 kilómetros y después. El resultado es ese multiplicador, y si las cifras de emisiones están dentro de los valores límite, no hay problema. De lo contrario, tocará su sustitución.

La Euro 7 también contiene novedades para los coches eléctricos e híbridos enchufables, que han estado esquivando el estado de las baterías durante largo tiempo. Ahora, estos modelos deben demostrar que mantienen, como poco, el 80 % de la capacidad energética original después de cinco años o después de 100.000 km, y al menos el el 72 % después de ocho años o 160.000 kilómetros. Además, los eléctricos también que cumplir con un límite máximo de 3 mg/km en el degaste de los frenos y neumáticos, y de 7 mg/km en los híbridos, PHEV y combustión.