Las marcas de automóviles avisan: la Euro 7 encarecerá los coches y tú pagarás el doble de ese sobreprecio

La nueva normativa de control de las emisiones para la industria europea del automóvil debe quedar aprobada este año para comenzar a aplicarse en 2025.

En ello trabaja la Unión Europea, aunque no cuenta con el apoyo de los fabricantes de automóviles. Algo que ha quedado claro reiteradamente en numerosos comunicados de prensa u declaraciones de los miembros de ACEA, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles.

El último aviso llega de la mano de su nuevo presidente, Luca de Meo, que también es el consejero delegado del Grupo Renault y, por tanto, conoce a la perfección las consecuencias de la implementación de medidas de este tipo.

«Es más inteligente reorientar las enormes inversiones que requeriría Euro 7 y asignarlas para acelerar la electrificación»

Qué es la normativa Euro 7

La nueva propuesta de la Unión Europea tiene como objetivo sustituir y simplificar la normativa sobre emisiones anteriormente separada para turismos y furgonetas (Euro 6) y para camiones y autobuses (Euro VI).

Las normas que conforman la Euro 7 reúnen los límites de emisiones para todos los vehículos de motor, es decir, turismos, furgonetas, autobuses y camiones, en un único conjunto de reglas. Además, la propuesta aborda las emisiones procedentes no sólo del tubo de escape, sino también de los frenos y los neumáticos.

Requisitos de la Euro 7

La Euro 7 entrará en vigor el 1 de julio de 2025 para turismos y furgonetas, y el 1 de julio de 2027 para camiones y autobuses.

Para turismos y furgonetas, los óxidos de nitrógeno (NOx) estarán limitados a 60 mg/km, lo mismo que la normativa Euro 6 para vehículos de gasolina. Por tanto, los diésel deben reducir su límite actual de 80 mg/km. Las partículas se mantendrán en 4,5 mg/km.

Para camiones y autobuses, el límite máximo de NOx, que hasta ahora era 460 mg/kWh, se restringirá a 350 mg/kWh con el motor frío y 90 mg/kWh con el motor caliente. Las partículas se reducirán de 10 mg/kWh en la Euro 6 a 4,5 mg/kWh en la Euro 7.

Estas nuevas regulaciones esperan reducir las emisiones de NOx en un 56 % y las emisiones de partículas en un 39 % para 2035. También establecerán límites de emisiones para contaminantes como el óxido nitroso (N2O) de los vehículos pesados.

Además, los vehículos deberán cumplir con la normativa durante un período más largo que antes. El cumplimiento se verificará para turismos y furgonetas hasta que alcancen los 200.000 kilómetros o 10 años de antigüedad, que es el doble que los requisitos actuales (100.000 kilómetros o 5 años). Para camiones y autobuses se fijarán 700.000 kilómetros o 15 años.

Esto implica el montaje de sensores de medición que permitan controlar el cumplimiento de la norma a través de dispositivos de diagnosis.

Según la Unión Europea, esto implicará un aumento del precio de entre 90 y 150 euros por unidad en el caso de los turismos y furgonetas, y de unos 2600 euros en el caso de autobuses y camiones.

ACEA lanza un aviso a los consumidores

Sin embargo, las cuentas de los fabricantes de automóviles son muy distintas, tal y como ha dejado claro Luca de Meo.

El dirigente italiano afirma que la próxima normativa Euro 7 «podría aumentar el coste de los coches en 1000 euros de media. Esto significaría incrementar el precio final al doble, con una reducción potencial consecutiva del mercado de automóviles nuevos».

En resumen; los fabricantes consideran que la nueva normativa Euro 7 va a provocar un incremento del coste de los vehículos que repercutirá en el cliente. Esto, además, hará que se compren menos vehículos nuevos, envejeciendo notablemente el parque móvil y propiciando el efecto contrario al deseado.

Luca de Meo alerta también del momento tan inoportuno de la llegada de la Euro 7. «Los fabricantes de automóviles europeos están invirtiendo más de 250.000 millones de euros en electrificación». Por ello, el también máximo responsable del Grupo Renault pide que se «consideren los ritmos específicos de la industria, la investigación y las inversiones».

De Meo considera más inteligente «reorientar las enormes inversiones que requeriría Euro 7 y asignarlas para acelerar la electrificación, hacer que los vehículos eléctricos sean más asequibles o reducir las emisiones de la flota actual».

«El sector del automóvil europeo se encuentra en un punto de inflexión y hay mucho en juego», reitera Luca de Meo, que recomienda que Europa empiece por establecer «una política del automóvil e industrial ambiciosa y estructural, que permita rivalizar con otras regiones del mundo y salvaguarde el libre comercio».

No en vano, la industria automotriz europea está perdiendo protagonismo en el sector del coche eléctrico, cada vez más enfocado hacia Asia y Estados Unidos. En este sentido, Luca de Meo ha dicho que para «2030, no más del 5 % de las materias primas necesarias para la producción de baterías se obtendrán en Europa».

Comparecencia de prensa de Luca de Meo, presidente de ACEA.

El dirigente italiano también ha señalado que no sólo hay que apostar por el vehículo eléctrico, puesto que «la tecnología híbrida de alta tecnología puede competir en términos de huella de dióxido de carbono (CO2)».

Otro de los reproches realizados por el presidente de ACEA guarda relación con la instalación de puntos de recarga para coches eléctricos, que considera extremadamente lento.

«Las marcas de coches cuentan hoy con 40 modelos eléctricos y, sin embargo, sólo se instalan 2000 estaciones de carga a la semana, cuando se necesitarían 14.000. A día de hoy, alrededor del 50 % de los puntos de recarga de la Unión Europea se concentran en únicamente dos países: Países Bajos y Alemania», ha añadido.

Finalmente, Luca de Meo ha pedido que se trabaje por una «movilidad asequible para todos. Si realmente queremos tener un impacto en el cambio climático, no hay duda de que también tendremos que encontrar soluciones para la flota de vehículos existente, sin limitar la movilidad de nadie».

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