¿Me pueden multar por conducir con el parabrisas helado este invierno?

Seguro que alguna vez a todos nos ha tocado: hemos dejado el coche por la noche aparcado en la calle, a la intemperie, en pleno invierno. Al despertarnos e ir a coger el vehículo por la mañana, el parabrisas está completamente helado.

Las prisas son siempre malas consejeras y, en estas situaciones, todavía más. Si intentamos sacar el hielo o la escarcha del parabrisas de malas maneras y a toda velocidad, seguramente no hayamos cumplido con todo lo que teníamos que hacer.

Y esto supone un grave riesgo, ya que conducir con el parabrisas con restos de hielo supone no solo un peligro para nuestra seguridad vial y la del resto de usuarios de la vía. Conducir en estas circunstancias, sí, también se puede traducir en multa.

La multa por no llevar el parabrisas en buenas condiciones

La visibilidad es un factor fundamental mientras conducimos. El propio Reglamento General de Circulación nos lo deja bien claro en su artículo 19: «La superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule, sin interferencias de láminas o adhesivos».

Ahora que estamos en invierno, el frío, la lluvia, el hielo y la nieve se convierten en serios enemigos del parabrisas y de nuestra visibilidad mientras conducimos. Extremar las precauciones es vital cuando las inclemencias meteorológicas no acompañan.

En el caso de que la visibilidad por el parabrisas se vea comprometida por una capa de hielo, nieve o escarcha, nuestra obligación es eliminar cualquier rastro antes de ponernos a conducir. Si no lo hacemos, nos arriesgamos a una multa de 200 euros, sin pérdida de puntos.

La capa de hielo puede provocar también que los sistemas de asistencia al conductor (ADAS) no funcionen correctamente, ya que estos elementos suelen estar ubicados en la parte superior central del parabrisas.

De la misma forma se castiga cualquier defecto u obstáculo que pueda presentar el parabrisas, pero está claro que en invierno lo más habitual es encontrarnos con esta situación por las heladas. Ten en cuenta que llevar daños, roturas o una capa de suciedad que dificulte o entorpezca nuestra visibilidad al volante también se puede traducir en una multa de 200 euros.

Además, los agentes de tráfico pueden inmovilizarnos el vehículo si estas deficiencias constituyen «un riesgo especialmente grave para la seguridad vial».

Cómo eliminar el hielo y la escarcha del parabrisas

Existen varios métodos para poder eliminar estos elementos invernales del parabrisas con la mayor rapidez posible. No obstante, tómate el tiempo necesario para dejar el parabrisas en perfecto estado antes de salir a la carretera.

Puedes utilizar una rasqueta o paleta, pero esta debe ser buena para no rallar el cristal, y a veces esto no es suficiente. Puedes utilizar un líquido antihielo, en formato spray que derriten el hielo, o bien un líquido anticongelante o una solución a base de alcohol.

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Aunque haya personas que lo desaconsejen, también puedes activar la calefacción interior del vehículo apuntando hacia el parabrisas: dado que el aire no coge mucha temperatura hasta que el motor no se calienta, la subida de calor se producirá de forma progresiva y, aunque tarde un buen rato, no se producirán diferencias que hagan que el cristal se rompa.

Evita utilizar agua caliente sobre el hielo, ya que aquí sí que se podría producir una diferencia térmica que podría agrietar el cristal. Y aunque lo veas cómo método en nevadas en las carreteras, no eches sal en el parabrisas, ya que no es un remedio eficaz para eliminar el hielo y lo único que conseguirás es rayarlo.

Fotos: Freepik / DGT