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¿Preferimos pedir coche a fábrica o elegir de una campa?

En Europa el modelo predominante es el de encargar el coche a fábrica bajo pedido, mientras que en Estados Unidos se estila más la gestión de stocks. ¿Qué modelo es el más eficiente y el más conveniente para los clientes?

6 min. lectura

Publicado: 04/04/2016 10:00

Las marcas de alta gama suelen funcionar bajo pedido, dado el alto nivel de personalización que ofrecen - Fotografía: Tom Wolf (Flickr) CC BY SA

El fenómeno de las colas de gente para encargar el Tesla Model 3 es harto inusual en Estados Unidos, pero también en Europa. No es frecuente que la gente encargue un coche que, en el mejor de los casos, le van entregar en un año y medio. Las esperas normalmente no son tan altas.

En el modelo europeo, aproximadamente la mitad de las ventas son bajo pedido. Esto es, el cliente va al concesionario y no encuentra una unidad exactamente igual a la que quiere. Se configura un coche a su gusto, y se pide a fábrica, normalmente con una fianza no reembolsable.

Si, en cambio, está un coche con el color, motor y opciones que quiere, se lo puede llevar muy rápido si está en el mismo concesionario, o si está localizado en una campa donde sus congéneres esperan a tener un hogar y un dueño. Pues este es el sistema imperante en Estados Unidos.

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Un concesionario de coches en Florida - Fotografía: Daniel Oines (Flickr) CC BY

Al otro lado del "charco" la gente es, por lo general, mucho más impaciente. Los grandes fabricantes tienden a reducir el número de opciones y a producir lo que más fácil salida tiene en el mercado. Las fábricas no suelen producir lo que quieren los clientes, sino lo que se supone que les gusta. Cuando los stocks no se venden bien, las fábricas tienen que hacer paros.

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Esto obliga a los concesionarios a tener más stocks para no perder una venta, y una gran variedad de coches. Cuantos más coches haya esperando, más activo inmovilizado, más costes de almacenamiento, y más habrá que apretar los descuentos para opciones poco demandadas o exóticas. Se calcula que en EEUU hay 100.000 millones de dólares en coches en campas.

Si un estadounidense no encuentra en el concesionario el coche que quiere, tiene dos opciones: se va a otro concesionario, o encarga a fábrica. Tan solo el 6% de las ventas de ese país corresponden a pedidos a fábrica, de acuerdo con los datos de la consultora ICDP citada por Automotive News.

Configurador de Ferrari

Fijémonos en las políticas de equipamiento de constructores europeos y de otros países. Los europeos suelen dar más libertad de elección, más colores, más extras y más motores para elegir. La logística es bastante más compleja, y todo lo que no es habitualmente vendido acaba encargándose a fábrica.

Sin embargo, los asiáticos y americanos tienen una panoplia de modelos más reducida, niveles de equipamiento cerrados, y una logística más simple. Mediante ese sistema, se favorece la venta de stocks, la casuística se reduce, y es más fácil encontrar el coche deseado sin necesidad de pedirlo a fábrica. Esto es muy importante si la fábrica está muy lejos, fuera del continente.

Una excepción es, por ejemplo, Tesla. La marca de Elon Musk funciona bajo pedido, y con reservas formalizadas con fianzas reembolsables. Más que concesionarios, lo que tienen son lugares para configurar coches y pedirlos a fábrica, las Tesla Stores. Este modelo está teniendo dificultades en algunos estados, donde se protege mucho la figura del concesionario.

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En Europa, los concesionarios intentan trabajar con stocks más pequeños, e incluso recurren a la figura de la automatriculación. Esto es, el concesionario paga los impuestos y tasas para tener coches esperando, con matrícula, a un precio inferior, para que puedan tener salida rápida. También se hace esto para inflar los datos de ventas en momentos determinados, lo cual es mala táctica a largo plazo.

Cuando hablamos de coches con mucha demanda, si la fábrica no da más de sí, elegir una unidad en stock es la alternativa a estar esperando varios meses a que la fábrica pueda atender nuestro pedido. Puede que tengamos que conformarnos con un color raro, o con un automático, o con más extras de la cuenta. Cada caso es un mundo.

¿Cuál sistema es mejor? Depende, cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. El sistema Tesla de reservar, esperar y sacar a la calle no va a implantarse de forma masiva a corto plazo. Además, no siempre un coche se puede querer para ya. Se puede reservar una unidad y ahorrar para la entrada hasta que llegue al concesionario. De hecho, todos los que han reservado su Tesla tienen año y medio por delante para ahorrar...

Fuente: Automotive News

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