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5 preocupaciones por el futuro del motor diésel en España

Teniendo en cuenta las políticas medioambientales de administraciones públicas europeas y fabricantes, hacemos una previsión muy razonable de cuál va a ser el futuro del Diesel. Para aquellos que quieran mantener el suyo o comprarse otro, he aquí unas cuantas consideraciones.

6 min. lectura

Publicado: 19/05/2018 21:00

La sucesión de malas noticias -o negativas- en torno a los motores diésel pueden provocar comprensiblemente preocupación y agobio a los que ya tienen un coche con esa tecnología, o están pendientes de comprarse otro. El diésel no está acabado, pero está en una situación delicada.

Los motores gasolina han recuperado mucho terreno, pudiendo ser económicos (y con un coste total muy similar) con unas prestaciones iguales a las de los petroleros. Por otro lado, las alternativas tienen cada vez más pujanza, habiendo más abanico de posibilidades.

¿Es una tontería comprar un diésel hoy día? No necesariamente.

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Zona de bajas emisiones de Madrid, activa dentro de unos meses

1. ¿Me dejarán circular con mi diésel?

En carreteras interurbanas no hay previsión de que vaya a haber cambios. Es en ciertos municipios donde habrá zonas de circulación limitada o prohibida de acuerdo a criterios medioambientales. Dependiendo de la clasificación Euro, la limitación será menor o mayor.

En las zonas de bajas emisiones (ZBE) existe la previsión de un veto total a la circulación -salvo excepciones- de los diésel y gasolina convencionales, en otras zonas dependerá de la calidad del aire. Si nos salimos de las grandes ciudades, los núcleos urbanos pequeños y medianos no pondrán pegas durante años.

En la Comunidad de Madrid se han previsto limitaciones de velocidad en vías interurbanas si la contaminación se dispara, pero no prohibición de circular

2. ¿Aumentarán los impuestos?

Es bastante probable que el litro de gasóleo tenga una fiscalidad menos favorable y el precio se acerque más al de la gasolina. También puede darse el caso de que haya sorpasso, como ya ocurrido un par de veces, al menos puntualmente. El umbral de rentabilidad de los diésel tardará más en alcanzarse.

Por otro lado, es posible que el impuesto de circulación (IVTM) cambie su hecho imponible y dejen de tenerse en cuenta cilindrada y número de cilindros. Es una clasificación que tenía sentido hace años, pero cada vez menos, ya que la mayoría de los coches que se venden tienen menos de 2 litros. Tiene más lógica que se valore la norma anticontaminación de cada modelo.

3. ¿Van a dejar de fabricarlos?

En los segmentos utilitario y compacto prácticamente van a desaparecer. Como cada vez es menor rentable un motor diésel en esas categorías, y los gasolina vuelven a ser los líderes, habrá menos donde elegir. A partir de septiembre, con Euro 6D, habrá una pequeña extinción en varios fabricantes a la vez.

Permanecerán durante un tiempo en las berlinas medias, SUV, todoterrenos y vehículos grandes, mientras las cuotas de mercado lo justifiquen. Progresivamente irán siendo reemplazados por semihíbridos o híbridos de gasolina, y más adelante por eléctricos puros o híbridos enchufables con motor gasolina.

A largo plazo, solo los eléctricos podrán moverse con libertad en cualquier escenario, ya que no producen emisiones locales

4. ¿Los ya matriculados, serán prohibidos?

No, se está hablando de impedir la matriculación de nuevos coches a partir de ciertas fechas, dependiendo de la ciudad o la región. Los vehículos que ya están matriculados podrán seguir circulando, al menos en las vías interurbanas. En las vías urbanas dependerá del ayuntamiento y de sus políticas contra la contaminación atmosférica.

Los vehículos que tengan más de 30 años (históricos) podrán tener un tratamiento más amable que los de edad inferior, como se ha hecho por ejemplo en París. En cuanto a las zonas de bajas emisiones, los residentes podrán mantener sus coches de motor térmico durante una temporada al menos.

5. ¿Qué alternativas quedan?

Los vehículos ECO tienen un tratamiento más favorable en casi todas partes. Nos referimos a modelos que usen gas (GLP o GNC), híbridos de cualquier tipo y enchufables con autonomías reducidas (40 km o menos). Por ejemplo, un gasolina Euro 4 convertido a gas pasa a ser ECO, con mejor tratamiento que un diésel Euro 6 recién matriculado, que es C (pegatina verde).

Para los que un eléctrico no les interese ahora, la alternativa a largo plazo más razonable es la del gas o híbridos de cualquier tipología, preferentemente con motor térmico de gasolina. Las prohibiciones para circular para los vehículos ECO tardarán bastante en llegar, cuando el parque de eléctricos sea mucho más numeroso.

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