La producción del Tesla Model 3 está resultando un infierno (según Musk)

Tesla Model 3.

Las palabras de Elon Musk han sido bastante explícitas, la producción del nuevo Tesla Model 3 es actualmente un infierno de producción (“deep in production hell” fueron las palabras de Musk), una profética descripción que Musk ya empleó en el pasado mes de julio y que confirma los últimos informes de algunos medios que señalaban la gran cantidad de problemas que estaba teniendo la compañía en esta tarea.

Según un revelador artículo de The Wall Street Journal parte de los problemas de producción provienen de la propia cadena de montaje del modelo, que aún no está lista, de ahí que la compañía se haya visto obligada a ensamblar a mano muchas partes del modelo fuera de la propia cadena, con la consiguiente pérdida de velocidad para la producción.

Para muchos analistas, como los propios de la mencionada publicación neoyorquina, esto es todo un escándalo, aunque por el momento no se conoce el alcance real del problema, tan solo sus consecuencias. The Wall Street Journal también señala que la marca ya está trabajando en poner a punto los problemas (de naturaleza desconocida por el momento) de la línea de montaje, y se espera que la compañía sea capaz de resolverlos en breve. Estos graves inconvenientes parecen dar la razón a las múltiples voces que se alzaron en contra de los métodos empleados por Tesla en el desarrollo del Model 3.

Prototipos iniciales del Model 3.

El nuevo Model 3 arrancaba su producción a inicios del pasado mes de julio, con el ensamblaje de las primeras unidades en la planta de Fremont, destinadas a servir como vehículos de pruebas. Pocos días después, comenzaba la verdadera fabricación de unidades destinadas a usuarios, aunque solo para aquellos que fueran empleados o que estuvieran relacionados con la marca. La compañía revelaba que la producción iría aumentando paulatinamente hasta alcanzar la cifra de 20.000 unidades fabricadas antes de que terminara el año.

Como ya te comentamos hace unos días, Tesla no ha sido capaz de alcanzar el ritmo de producción planificado, ni siquiera el inicial, que contemplaba tan solo 1.600 unidades durante el tercer trimestre del año, entre julio y septiembre, y que finalmente ha sido de unas exiguas 260 unidades, solo 220 de ellas con destino a un usuario final.

Esto ha provocado que Tesla haya centrado todos sus esfuerzos en incrementar a toda costa el ritmo productivo de la cadena del modelo, llegando incluso a retrasar, por segunda vez ya, la presentación del nuevo Tesla “semi-truck”, el primer camión de la marca, del que precisamente os mostramos las primeras imágenes hace solo unos días. Estaba planificada para finales de este mes y ahora ha sido retrasada hasta noviembre.

Fuente: The Wall Street Journal