Tesla Model 3: su polémico desarrollo está resultando una apuesta muy arriesgada

Tesla Model 3.

Las últimas etapas del desarrollo del Tesla Model 3 están generando cada vez más controversia, la extraña decisión de la marca de acortar drásticamente los últimos pasos previos a la fabricación en serie provocan el escepticismo de numerosos expertos, que alegan que esta decisión ha sido una apuesta muy arriesgada.

Una apuesta que de salir bien podría ser una jugada maestra que acortaría enormememente los plazos de entrega del modelo, pero que de salir mal, sería un desastre de proporciones gigantescas.

En julio de este año comenzarán la fabricación de las primeras unidades de los Model 3, inicialmente solo a empleados de la propia Tesla y de SpaceX, para posteriormente pasar a entregar al resto de clientes. Aunque en este último caso comenzando primero por los que viven en zonas más cercanas a la factoría.

Elon Musk.

El motivo no es otro que poder “tener cerca” a los usuarios de los primeros ejemplares del modelo y poder así evaluar la calidad de fabricación y dar una respuesta más rápida, de ser preciso, ante los problemas que pudieran surgir en estas primeras unidades.

La decisión más controvertida es la de no crear prototipos en fase beta del Model 3, expresión que en el lenguaje de Tesla se cree que se emplea para nombrar a los vehículos de preproducción, siendo estos sustituidos por “avanzadas técnicas de análisis”, o lo que es lo mismo, por simulaciones realizadas por ordenador.

Generalmente, los fabricantes ponen a prueba y ensayan con la cadena de producción con bajos volúmenes de fabricación, sin emplear ni los materiales ni la maquinaria definitiva para poder comprobar que todo está correcto,desde el funcionamiento de la operativa planificada hasta los propios ajustes de los distintos elementos del vehículo. En este último caso se comprueban cientos de detalles de acabado, de manera que una vez optimizados todos los procesos, se pasa a la producción real, con la maquinaria y materiales definitivos.

El nuevo modelo de gran volumen de Tesla está a punto de llegar.

En el caso de que surjan problemas una vez ha comenzado la producción real, es muy complejo y caro reparar o sustituir la maquinaria de la cadena y sus procesos productivos.

Y es aquí donde los analistas encuentran un mayor riesgo, puesto que Tesla estaba hasta ahora acostumbrada a trabajar con modelos de volúmenes relativamente bajos, pero la llegada del Model 3 supondrá multiplicar por varias veces la producción anual de la compañía, por lo que de surgir un problema no previsto, sus consecuencias podrían ser catastróficas.

Se cree que Tesla está aprovechando la experiencia de otros fabricantes en este aspecto. Audi empleó estos procesos en la apertura de su nueva planta en México, reduciendo hasta en un 30 por ciento los plazos, gracias precisamente a las simulaciones por ordenador. Peter Hochholdinger, ex ejecutivo de Audi imvolucrado en la apertura de dicha planta mejicana, es actualmente Vicepresidente de producción de Tesla.

Tesla Model X.

Tesla también ha aprendido de sus propios errores. Con el Model X, emplear un sistema más tradicional de desarrollo y ajuste final supuso complicar el lanzamiento del modelo, por lo que han pasado a confiar en estos nuevos procedimientos, fiándose de las lecturas obtenidas en las simulaciones por ordenador en lugar de directamente probar sobre vehículos reales en la planta.

Solo el tiempo nos dirá si la solución escogida por Tesla es la correcta o si por el contrario, será el motivo de un problemático lanzamiento. Lo que sí es seguro es que Tesla ha realizado toda una apuesta para agilizar la salida al mercado del modelo que puede convertir las cuentas de la empresa en positivas por primera vez en años.

Fuente: Reuters