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Un buen coche usado sigue siendo un buen coche, si está cuidado

En una época de escasez generalizada de coches nuevos, los usados tienen un mayor valor. En cierto modo el artificio de la devaluación se está frenando y lo que antes tenía menos valor, ahora tiene más. Consecuencia inevitable de una oferta menguada.

Un buen coche usado sigue siendo un buen coche, si está cuidado
¿Cuántos kilómetros puede tener este Mercedes-Benz Clase C?

8 min. lectura

Publicado: 19/05/2022 23:00

Si nos acordamos de los mejores años del mercado español, se vendían más de un millón de turismos cada año. En prácticamente cualquier concesionario había stock, no de cualquier posible combinación, pero sí de las más habituales. Había ofertas, había competencia, había un clima de guerra comercial más o menos sana.

En la actualidad eso no ocurre. Las fábricas languidecen por falta de componentes y la producción es limitada. Se priorizan los coches más caros y más rentables, y en el último lugar están los modelos más populares y que menos márgenes dan. Eso presiona al mercado de ocasión, y la onda expansiva acaba llegando a los más usados.

Comprar un coche nuevo es muy caro, conlleva esperas, y puede que no encontremos nada que encaje con nuestros gustos

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Cuando se venden más coches de 15 años que totalmente nuevos, es el síntoma de que algo está ocurriendo. Estamos acostumbrados al mantra de que un coche con años y kilómetros acabará siendo un montón de chatarra. Si no se cuida, está claro que eso va a ocurrir. Si se mantiene, puede durar todo lo que se quiera. Algunos pueden superar los precios que tuvieron nuevos, si son mínimamente especiales.

Hay auténticas gangas que no están afectadas por el alza generalizada de precios, si nuestros gustos van un poco a contracorriente, como ciertas berlinas

Pero, ¿qué pasa cuando tampoco los coches de ocasión están disponibles en números suficientes porque se matriculan menos coches nuevos? El parque se regenera menos, así que modelos más añejos e inflados a kilómetros pueden ser una opción tanto para la parte vendedora como para la compradora. Si están bien, claro.

El negocio tradicional de compraventas independientes va ganando atractivo para las redes oficiales de concesionarios y sus filiales de usados

El quid de la cuestión está en el estado. Pensemos por ejemplo en un coche del 2006, ya un peligro para la DGT, pero que está bien de chapa y pintura, que tiene un historial de mantenimiento demostrable, pasa la ITV cada año sin defectos y hasta por dentro está con síntomas de una buena vida. ¿Por qué no tenerlo en cuenta?

Algunos fabricantes han tomado nota de esto y están pensando en la remanufactura, que es dejar lo más apañados posibles los coches usados para volverlos a vender. Es lo mismo que han estado haciendo vendedores independientes que compran coches en un estado decente, los apañan un poco y los vuelven a vender con un mayor atractivo.

Aunque no tengan lo último en motorizaciones, coches con 10-15 años pueden tener una seguridad muy buena si tienen su mantenimiento al día, y a partir de 2006 todos tienen distintivos ambientales

Las redes oficiales de concesionarios reciben un flujo de vehículos que se entregan a cambio de uno nuevo o seminuevo, esos vehículos van siendo más apreciados como objetos vendibles. Es más, cuanto más acuciante es la escasez, más interesa subir el listón en cuanto a kilometrajes aceptables y años aceptables antes de vender a otros profesionales o desguazarlos.

El buen mantenimiento consigue que duren más tiempo las características originales de emisiones y seguridad, aunque sigan sin ser coches nuevos del todo, se pueden mantener casi como si lo fueran

Por ejemplo, en Estados Unidos ya están haciendo eso. Antes el límite de lo aceptable estaba en 100.000 millas (más de 160.000 km), pues ahora empieza a estarlo en 200.000 millas. Incluso coches con altos kilometrajes se venden más rápido de lo normal, sobre todo si presentan historial de mantenimiento, están en un buen estado y han recibido una revisión mecánica a fondo.

A fin de cuentas, no deja de ser un negocio, los coches usados suben de precio por la escasez, así que merece más la pena invertir dinero en dejarlos bien y presentables. En cambio, si la depreciación es más alta empiezan a entrar en la fase de «purgatorio», caen los precios y empiezan a desaparecer de las calles y acumularse en los desguaces. Después vuelven a subir de precio cuando los demandan los entusiastas.

Si somos de los que no necesitamos una tablet enorme en el salpicadero y nos gusta toquetear botones y buenos acabados, estamos de enhorabuena si sabemos buscar y no tenemos muchas necesidades de desplazamientos

La depreciación se compone de distintas variables, pero una de ellas es la disponibilidad de coches nuevos. Por poca diferencia de precio, interesa un coche nuevo sobre un usado (por la ilusión de estrenarlo, aunque eso lo hicieron los chicos de logística antes), pero si la diferencia es mayor, o los plazos de entrega son elevados, pues lo que está a mano tiene disponibilidad inmediata.

Las aguas se acabarán calmando, el ritmo de producción se irá recuperando, pero los fabricantes ya han entrado en una dinámica de fabricar menos y ganar más. Esto nos permite predecir que el valor de los usados va a frenar en su caída, y que los coches bien mantenidos tienen más potencial de buena reventa que antes. Lo de rellenar el librito de sellos tiene más valor que nunca.

Sigue habiendo barreras que limitan todo esto, como los valores venales, a los que todo esto les afecta poco

Un coche que se cuida dura más, independientemente de su fiabilidad, el mantenimiento preventivo siempre viene bien. Igual ahora mismo no piensas en vender tu coche, pero si crees que puede ocurrir de aquí a pocos años, acepta un consejo de amigo: dale un buen trato, mantenlo cuando toca, y acumula historial demostrable de mantenimiento. Algún día eso será una recompensa, y mientras disfrutas de un coche en mejor estado.

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