Las devoluciones en caliente de Volkswagen, la marca alemana busca sitio para el excedente de coches eléctricos que no puede colocar
Literalmente, se le ha ido de las manos. La estrategia de Volkswagen dio un giro de 360º a raíz de verse protagonista de uno de los mayores escándalos en la industria, volcándose en los coches eléctricos. La marca ahora se enfrenta a otro gran problema: necesita un sitio que no tiene para almacenar las unidades devueltas por los concesionarios alemanes.
Volkswagen vuelve a fallar en sus estrategias de comercialización. El gigante alemán lleve meses persiguiendo el gran objetivo de alzarse como líder del mercado de los coches eléctricos en Europa, un reto que se le está poniendo muy cuesta arriba con Tesla dominando continuamente desde hace meses. El tira y afloja es tan continuo que los de Wolfsburg decidieron embarcarse en una cruzada que se les ha vuelto en contra.
Para ponernos en situación, desde hace meses, incluso años, los concesionarios ya no tienen grandes unidades en stock, pues de no darles salida se ven obligados a matricularlos y ponerlos en venta rebajados como los famosos coches de Kilómetro Cero. Las largas listas de opcionales y de personalización han llevado a una clave: es preferible que el cliente espere unos meses y fabricar a demanda. De lo contrario, solo las flotas de empresa se hacen con el stock, llegando un momento que ni tampoco.
Volkswagen empieza a asumir que están fabricando eléctrico de más
Los concesionarios europeos piden las unidades que los clientes han adquirido, pero las mentes privilegiadas de la firma de Wolfsburgo decidió hace unas semanas probar una estrategia en Alemania y trasladar al resto de Europa si funcionaba: mandar indiscriminadamente camiones porta-coches cargados de sus modelos eléctricos sin que los concesionarios los demandasen. Por supuesto, la medida no ha funcionado, y la marca ya está conociendo lo que son las devoluciones en caliente.
Conforme llega el porta-coches, éste vuelve directamente a la central, presentándose un importante problema para la marca, que no dispone de espacio suficiente para almacenarlos. Una situación que tiene un importante trasfondo por detrás, y que recuerda a aquellas campas donde se almacenaron los ID.3 de la era de Herbert Diess a la espera de la famosa actualización del software de control que necesitaban para no llegar «capados» a los clientes.
Volkswagen reacciona tarde al desinterés en los eléctricos, destronar a Tesla se complica
El problema de Volkswagen es más que acuciante, pues no hace mucho Thomas Schäfer admitió la necesidad de aumentar el beneficio operativo para conseguir los 10.000 millones de euros que estima para desarrollar nuevos eléctricos, y no los tienen. Fabricar por fabricar tiene esta consecuencia, especialmente al aumentar la capacidad de producción en las plantas de Emden, Bruselas y Wolfsburg, mucho más a sabiendas de que el mercado ya estaba dando síntomas de un importante descenso en el interés por los coches eléctricos.
Y no ha sido nada nuevo, sino que esta tendencia a la baja se viene viendo desde hace unos meses. En Volkswagen, no han reaccionado proporcionalmente, ya que en la planta de Zwickau, donde se producen los ID.3, Born e ID.4, ahora se está barajando reducir un turno de producción, eliminar el de la noche. Aún así, no será suficiente, y el espacio necesario para apilar unidades de los eléctricos devueltos será cada vez mayor con una importante sobreproducción que tendrán que estudiar cómo y cuándo colocar esas unidades.