Prueba BMW Serie 1 2020, bienvenido al lado oscuro (Con vídeo)
El nuevo BMW Serie 1 ya está en las calles. Tras muchos meses de espera y tras muchos comentarios el más pequeño de la casa aterriza en nuestro mercado cargado de novedades e importantes modificaciones. Veamos cuáles son y cómo le afectan.
No nos engañemos, los fabricantes de automóviles no son hermanitas de la caridad. Las marcas están para ganar dinero a costa de vender muchos coches, y eso a veces supone cambiar de mentalidad. BMW siempre se había postulado como la marca de los conductores “deportivos”, sin embargo ahora la gente no quiere CONDUCIR, si no que solo quiere conducir, y eso implica que se produzcan cambios como la aparición de modelos nunca antes imaginados y modificaciones en los modelos que ya conocíamos.
La última de las modificaciones se presenta en el formato más pequeño que BMW tiene a la venta, con el nuevo Serie 1. Hasta ahora este era el único compacto de tracción trasera que te podías comprar, sin embargo a partir de ahora el Serie 1 cambia su sistema de tracción del eje trasero al eje delantero. Este es sin lugar a dudas el cambio más significativo que trae consigo esta nueva generación, pero hay que hablar de más cosas, como en qué afecta y qué novedades trae. Es hora de conocer al nuevo BMW Serie 1.
BMW alega que el cambio de mentalidad viene marcado por sus propios clientes. Unos clientes que demandan más espacio interior y por unos clientes que en su mayoría desconocen a qué eje se destina la fuerza del motor. Estos argumentos son los que esgrimen los alemanes para acometer semejantes cambios. Pero no hay que olvidar que también se trata de ahorrar costes mediante la utilización de plataformas que pueden ser usadas por varios modelos. A partir de ahora el Serie 1 usará la arquitectura UKL2, la misma que usan el BMW X2 y varias unidades de MINI.
El cambio de plataforma también ha supuesto un cambio en las medidas del Serie 1. El nuevo modelo es 1 centímetro más corto, tres centímetros más ancho y un centímetro más alto. Lo que nos deja con 4,32 metros de largo, 1,8 de ancho y 1,43 de alto.
A simple vista el cambio más claro de este Serie 1 con respecto al de la generación anterior es el diseño, que se muestra bastante diferente. Todo el coche parece estar inclinado hacia la parte delantera, efecto creado a base de líneas de tensión y un capó más afilado. Todo ello nos lleva a un morro donde lo más destacado son las grandes parrillas, los riñones típicos de BMW, que al contrario que en la generación anterior forman una sola pieza.
También cambian los faros, que a partir de ahora de serie llegan con LED, y que al igual que el resto del coche están ligeramente inclinados. Y ya para rematar el parachoques, que cambia su diseño en función del paquete estético que escojamos, en este caso la unidad de pruebas monta el paquete M Sport y de ahí que su apariencia sea algo más deportiva, aunque me sigue recordando mucho a un BMW Serie 2 Active Tourer.
El Serie 1 mantiene las medidas, pero no el perfil. La línea de la carrocería, junto con la forma del techo reducen la superficie acristalada del coche pero a la vez crean ese mayor aspecto afilado. Otro hecho que demuestra que esta generación del Serie 1 quiere romper con muchas cosas que dábamos por sentada es que toca despedirse de la versión de tres puertas, algo ya común dentro del mercado, y también que ya no contamos con la famosa línea Hofmeister de BMW, que en este caso queda partida en dos por la puerta.
La trasera es posiblemente la parte más modificada del coche. Lo primero de todo es que la matrícula pasa a integrarse en el portón del maletero y no en el parachoques. Segundo es que las ópticas se han vuelto más estrechas y más alargadas, y de esta forma crean la sensación de tener una trasera más ancha. Y por último el parachoques que deja a la vista dos salidas de escape generosas y un difusor bastante llamativo que solo aparece cuando incluimos alguno de los paquetes estéticos deportivos.
El resto de novedades estéticas incluyen ocho juegos de llantas diferentes, con tamaños que oscilan entre las 16 y las 19 pulgadas, 11 colores diferentes para la carrocería, y como siempre un amplio programa de personalización gracias a los accesorios M Performance, que si bien no alteran las capacidades del coche incrementan el precio considerablemente.
Como ya he dicho el Serie 1 monta la plataforma del X2, pero la realidad es que su interior se parece mucho más al del nuevo BMW Serie 3. Un ambiente típicamente BMW que muestra a partes iguales calidad y tecnología. Como ya digo la sensación de calidad es muy grande gracias a materiales bien elegidos y de tacto blando. Eso sí, si bien para algunas partes tenemos molduras de buena presencia, en otras zonas los diseñadores se han decantado por soluciones más baratas y peores, como por ejemplo en toda la consola central que abusa demasiado del dichoso Pianno Black.
BMW está cambiando su forma de vender coches, ha pasado de ser una marca deportiva a una tecnológica, y por ese motivo el nuevo Serie 1 es todo un portento de gadgets. Como ya es habitual tenemos un esquema de doble pantalla, que solo será posible tener si optamos por los niveles de equipamiento más caros. El cuadro de instrumentos analógico se podrá cambiar por uno completamente digital. Ya os he hablado del nuevo cuadro de instrumentos digital de BMW en alguna ocasión, y sigue sin convencerme.
En cuanto a la pantalla de la consola central, decir que presenta una excelente calidad, y que su tamaño puede variar de las 8,8 a las 10,25 pulgadas. Y como ya es habitual tenemos tres formas de manejo. Táctil a través de la propia pantalla, a través del módulo de control del iDrive del túnel central y también mediante la voz gracias al mando fónico que BMW está instalando en sus últimos modelos. Este asistente responde al nombre de “Hey BMW”, y través de ella puedes consultar diversa información como el tiempo, el estado del tráfico, las noticias, y también controlar varias funciones del coche como la temperatura o poner una dirección en el navegador. No es el mejor sistema del mundo, pero no va mal.
Pero ahí no se acaban los detalles tecnológicos de este coche, porque hay mucho más. Solo por enumerar algunos de los detalles más llamativos caben mencionar el Head-Up Display, cargador por inducción, asientos delanteros eléctricos y climatizados, climatizador de dos zonas, techo solar, volante calefactable, navegador, servicios conectados, portón del maletero eléctrico, WiFi, acceso y arranque sin llave, y conexión para Apple Car Play que no para Android Auto.
Como ya es tendencia en el mercado, la idea es eliminar la mayor parte de los botones físicos de los coches, o al menos intentar camuflarlos para que molesten lo menos posible. En el caso del Serie 1 los encontramos justo a la izquierda del volante, que son los que controlan todo lo de las luces. En la consola central, que por un lado tenemos el módulo de la climatización con este pequeño display que nos muestra la configuración, y justo por debajo el módulo auxiliar del equipo de sonido. Sigo sin entender por qué BMW sigue poniendo este panel, y ya por último en el túnel central, junto a la palanca de cambios. Por un lado el módulo del iDrive y por otro todos los botones que controlan las cámaras, el ESP, el Start&Stop y la configuración dinámica del coche, y por supuesto el freno de mano eléctrico, que será de serie.
En el apartado de seguridad el Serie 1 ha dado un paso adelante. En él se pueden incluir todos los asistentes posibles como el control de crucero adaptativo, indicador del ángulo muerto, radar de proximidad, alerta de colisión, asistente de mantenimiento de carril, lector de señales y detección de peatones.
En temas de seguridad el Serie 1 hace gala de todos los asistentes imaginables para garantizar la máxima seguridad posible
El cambio de plataforma del Serie 1 no solo ha afectado a la tracción, también ha afectado a la posición del motor. Históricamente siempre ha ido colocado longitudinalmente, es decir, que iba en el mismo eje que la plataforma, a partir de ahora el motor se coloca de forma transversal, es decir de forma perpendicular al chasis. Y gracias a esto se consigue un mayor espacio interior que se va a dejar notar principalmente en las plazas traseras, que siempre ha sido un punto débil de este modelo.
Lo primero es que como podéis ver la entrada sigue estando muy abajo. El techo molesta al entrar, y habrá que hacer un requiebro con la cabeza para no darnos un coscorrón. Además, como la puerta no se abre en exceso el hueco para pasar tampoco es demasiado grande. Una vez sentado se nota que hay más espacio para las piernas en esta segunda fila, aunque no hay tanto para la cabeza que sigue viajando demasiado cerca del marco, por lo que en caso de colisión no resulta especialmente bueno.
En cuanto a la plaza central, pues decir que no parece especialmente cómoda. Tanto la base como el respaldo son duros, el hueco es más estrecho, y dado que tenemos versiones de tracción total el túnel de transmisión sigue molestando, lo que obligará a ir con las piernas abiertas molestando a los pasajeros laterales. Así que a modo de resumen, se nota más espacio en esta fila trasera pero sigue presentando algún que otro defecto.
Seguimos ganando en habitabilidad con este nuevo Serie 1, y lo hacemos con una mayor capacidad de carga. Este nuevo modelo cuenta con 20 litros más de maletero, lo que le permite llegar a un mínimo de 380 litros. La segunda fila de asientos se puede abatir en una proporción 60:40 o 40:20:40 en función del nivel de equipamiento, pero si lo hacemos por completo llegamos a un volumen máximo de 1.200 litros. Estas cifras le sitúan en un término medio, siendo ligeramente más grande que un Mercedes Clase A pero más pequeño que un Audi A3. Y con esto y un bizcocho es hora de saber cómo le ha sentado dinámicamente al Serie 1 el cambio de plataforma.
Prueba BMW Serie 1 2020
Seguimos con las noticias tristes relacionadas con el nuevo Serie 1. Tal y como era de esperar por el cambio en la posición del motor, ya no podrá volver a montar un bloque de seis cilindros en línea, así que como hacen el resto de sus rivales únicamente montará motores de tres y cuatro cilindros. La oferta de lanzamiento estará compuesta por tres versiones diésel, 116, 118 y 120d cuyas potencias irán desde los 116 a los 190 caballos. Además tendremos dos bloques de gasolina, el 118i de 140 caballos, y el tope de gama, el BMW M135i xDrive, que monta el motor de gasolina de cuatro cilindros y dos litros más potente jamás desarrollado por BMW.
Todos esos motores podrán asociarse, si es que no llegan de serie con ella, a cajas de cambios automáticas de doble embrague o convertidor de par, en función de la variante escogida, y solo en las unidades más potentes la tracción podrá encargarse a un sistema de tracción total xDrive, que llegará de serie con el M135i.
En nuestro caso hemos probado el Serie 1 118i con motor de tres cilindros y 1,5 litros. Desarrolla 140 caballos de potencia y un par máximo de 220 Nm entre las 1.480 y las 4.600 revoluciones. En este caso contamos con una caja de cambios automática Steptronic de doble embrague, la única transmisión automática que puede unirse a este motor. Sus prestaciones son discretas: de 0 a 100 Km/h en 8,5 segundos y velocidad punta de 213 Km/h. ¿Será suficiente?
Todos nos acordamos de la campaña de marketing de BMW de la manita asomando por la ventanilla y preguntando "¿Te gusta conducir?". Aquellos anuncios nos animaban a coger el coche y recorrer kilómetros por el simple hecho de disfrutar. Pero aquél mundo poco se parece al de ahora, donde se buscan más cosas además de la plena satisfacción de conducir. Las preferencias de un cliente han cambiado, y como he dicho al principio hay que cambiar adaptarse al mundo que nos rodea.
BMW lo ha hecho a base de perder "esencia deportiva". El Serie 1 es un claro ejemplo de ello. La pregunta más directa es: ¿Ha cambiado dinámicamente hablando? Y si es así ¿lo ha hecho para bien o para mal? Pues a la primera de las preguntas te digo que sí, que claro que ha cambiado su dinámica. A fin de cuentas el planteamiento es totalmente diferente, por lo tanto la conducción también cambia. Y contestando a la segunda respuesta, el cambio es para mal, aunque no para todos.
Las leyes de la física tienen un límite, y por mucho que BMW se haya esforzado en intentar igualar la dinámica de este Serie 1 al del pasado, no lo ha conseguido. Hasta ahora el compacto repartía las tareas, el eje delantero se encargaba del guiado y la frenada y el eje trasero de la propulsión. Ahora toda esa tarea tienen que hacerla las ruedas delanteras, y aunque pueden solventar la papeleta no rinden tan bien como si tuviera la ayuda del tren trasero. Es imposible que lo hicieran.
Con el cambio de mentalidad el Serie 1 deja de ser un "bicho raro" para convertirse en algo más cotidiano
No quiero tampoco que se me malinterprete, dinámicamente hablando el Serie 1 es muy bueno, pero no tanto como en el pasado. El chasis es excelente, la dirección electrónica es rápida y precisa, la frenada es perfecta, la suspensión firme, y el motor en este caso, aunque escaso, está bien afinado. Sin embargo todo ello no queda rematado por un equilibrio perfecto en la entrega de potencia. Sí que queda parcialmente camuflado al optar por la versión xDrive, que en ese caso sí el eje trasero ayuda a la causa, pero la pena es esa, que tengamos que irnos a una tracción total cuando antes no hacía falta.
A pesar de todo BMW ha desarrollado muchos artilugios para hacer del Serie 1 el mejor compacto del mercado. Al no usar un autoblocante los ingenieros han echado mano de la electrónica. Un sistema de vectorización del par analiza de forma constante el agarre y la trazada de cada una de las ruedas. El ordenador analiza esos datos y si es necesario frena de forma selectiva las ruedas interiores de la curva para hacer el giro más preciso. Este sistema solo tiene un problema, y es que agota antes la vida de los frenos ya que es el ABS el que ejecuta las órdenes.
Si hay algo que me gusta es que BMW ha optado por incluir un esquema multibrazo en el tren trasero. A diferencia de otros rivales como Mercedes que emplean un esquema de eje de torsión, más barato y menos preciso, los ingenieros de BMW optan por esta solución más deportiva desde el modelo de acceso. Como ya digo otros fabricantes solo apuestan por entregar ese tipo de suspensión al comprar modelos más potentes.
Ahora bien, dicho todo esto y con el corazón en la mano, reconozco que no creo que a mucha gente le importe semejantes cambios en la estructura del Serie 1. Los 140 caballos del 118i no animan mucho a ir deprisa, el concepto de este modelo, al igual que el resto de gama de acceso, es ofrecer otro tipo de sensaciones. Sensación de calidad, de confort y de tecnología. Y sin lugar a dudas en esos apartados el Serie 1 es el mejor compacto que te puedes comprar en la actualidad. Tendrá sus "cositas" pero si no eres de esos que buscan rendimiento, esta es una de las mejores opciones a tener en cuenta.
Dejando a un lado el tema dinámico, que creo que ya he quedado resuelto, y centrándome más en el motor, he de decir que está bien resuelto.No es un cúmulo de prestaciones, pero justamente hablando no se le pueden poner muchas pegas. La entrega de potencia no es tan contundente como la de un motor de cuatro cilindros, y su refinamiento tampoco está a esa altura, pero ofrece un servicio muy bueno en cuanto a la relación rendimiento-consumos-prestaciones. Es una excelente entrada a la gama de gasolina, y como ya he dicho, seguro que es una de las opciones más compradas y valoradas. Razones no le faltan.
BMW ha cuidado mucho hasta el último detalle para hacer cada Serie 1 más eficiente que el anterior. Los consumos medios homologados son realmente bajos, y donde una vez más el diésel se ve favorecido. El más ahorrador de la gama es el 116d, que homologa apenas 3,8 litros por cada 100 kilómetros. En el otro lado de la balanza tenemos el M135i xDrive que alcanza los 6,8 litros por cada 100 kilómetros. En cuanto a la unidad que estoy probando BMW fija un gasto medio homologado de 5,3 litros por cada 100 kilómetros. En nuestro caso el consumo marcado por el ordenador de viaje será algo más elevado, en torno a los 6-6,2 litros por cada 100 kilómetros.
En cuanto a precios, uno bien podría esperar que dado que BMW ha abaratado el proceso de producción el precio del Serie 1 iba a bajar, pero no, porque se compensa con una buena subida en la cantidad de elementos tecnológicos. De esta manera el precio de salida para el mercado español del nuevo Serie 1 queda fijado en los 28.800 euros, pudiendo llegar a un máximo de 51.700 euros para el M135i xDrive.
¿Entonces, para quién es el 118i? Pues para aquellos compradores que pidieron a BMW un cambio. Para esos compradores que prioricen la tecnología, la calidad y la habitabilidad por encima de todo. Para vosotros es este coche, BMW ha escuchado vuestras plegarias y he aquí el resultado. Tampoco es justo comparar a esta generación del Serie 1 con las anteriores, porque al fin y al cabo son diferentes. Para algunos será mejor, pero para otros será una tremenda pérdida, un paso al aburrido mundo de la tracción delantera.
Conclusiones
El BMW Serie 1 era el último de los compactos para aquellos que apreciaban realmente el conducir. BMW se ha visto obligado “por sus clientes” a cambiar de mentalidad, y lo más duro es que muy posiblemente esto no afecte a las ventas, de hecho puede que se vendan más de los que ya se vendían, aunque su precio no será una ventaja.
Si ere un purista verás este coche como un enorme punto negro, pero si no lo eres tiene muchas cosas positivas. Mucha calidad, muchísimo equipamiento, más amplitud, bajos consumos y un comportamiento muy equilibrado. A fin de cuentas, y tal y como he dicho al principio la gente ya no quiere conducir, si no que solo quiere conducir. Bienvenido al lado oscuro BMW Serie 1.