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Presentación MINI Cabrio 2016, la frescura de un descapotable 'chic'

Estamos a las puertas de la primavera, y no hay mejor época del año para disfrutar de un descapotable. MINI lo sabe, y por ello nos ha citado en Alicante para que probemos por primera vez el MINI Cabrio 2016.

Presentación MINI Cabrio 2016, la frescura de un descapotable 'chic'

14 min. lectura

Publicado: 09/03/2016 08:00

Su imagen no puede ser más fresca. Dan ganas de que llegue el veranito

Llega la mejor época para los Cabrios y descapotables, la primavera. Durante estos meses no nos será nada extraño ver estos modelos circular con toda su esencia al descubierto. Son como las flores en su etapa más colorida. Y por ello es la hora de que conozcamos por primera vez el modelo más juvenil y fresco de la gama MINI. He tenido la ocasión de viajar hasta Alicante, con el mar a mis pies, para disfrutar y probar por primera vez el MINI Cabrio 2016.

Ante de nada decir que la versión descapotable fue presentada a finales del año pasado, etapa poco propicia para correr el techo y disfrutarlo como se merece. Se trata de una reedición de uno de los modelos más deseados de la marca, pues presenta el carácter típico y habitual de MINI, con la esencia, alegría y disfrute de un descapotable. Además es momento más que oportuno para la introducción de una nueva etapa en MINI, más seria y elegante, algo que ya se dio inicio con el MINI Clubman.

Estéticamente apenas varía con su hermano de techo duro el MINI Cooper. Mismo frontal, con los mismos cambios que se han aplicado a esta generación. Es decir ligeros retoces estéticos aquí y allí y sobretodo nuevos faros principales con la media circunferencia de LED y tecnologías de iluminación de mayor calidad. Cambios que también son extensibles a la trasera donde los elementos más destacables son una vez más las ópticas, más grandes y luminosas que las de su predecesor.

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Como es habitual en la marca, existen diversos niveles de acabado estético. Tenemos desde el básico MINI Cabrio, con una imagen tan atractiva como resultona, hasta los acabados Cooper S y John Cooper Works, que realzan dichas cualidades, aportando un puntito de deportividad y agresividad gracias a parachoques modificados y a una apertura en el capó que rápidamente nos delata las versiones ante la que nos encontramos.

La S siempre nos indican más deportividad estética y mecánica

Por primera vez la bandera de la 'Union Jack' estará disponible para el techo de lona del MINI Cabrio, aunque vale 650 euros

Obviamente el Cabrio es fácilmente distinguible de sus hermanos por la presencia de la capota de lona retráctil. MINI no ha querido modificar este elemento tan llamativo y especial, por lo que sigue siendo de lona dura y plegable tras los reposacabezas de los asientos traseros, nada de tapas, a la vista, como antaño. Un punto chic y clásico para este joven. Me gusta que así sea, además ahorra problemas de mecánicas y resulta muy "pintón". Eso sí, resta espacio a un maletero ya de por sí justo, quedándose en 215 litros como máximo, 160 si abatimos la capota.

El MINI Cabrio, al igual que toda la familia MINI, ha crecido ligeramente con respecto a su predecesor. Es 9,8 centímetros más largo, de los cuales 2,8 se dedican a la batalla, por lo que presenta un espacio más aprovechado para todos sus ocupantes. Por cierto el techo, por muy clásico que se presente, cuenta con accionamiento mecánico. Tan solo hace falta apretar un botón y en 18 segundos se obra el milagro, pudiendo circular a un máximo de 30 Km/h.

Ya he dicho que a diferencia de su predecesor, el nuevo Cabrio es más grande, tampoco mucho, pero hay que reconocer que esos pocos centímetros de más han hecho mucho bien a la habitabilidad. Sigue sin ser un coche especialmente cómodo para los ocupantes de las plazas traseras, pero ahora podrán ir un poco más desahogados. Además el espacio para la cabeza no será un problema muy grande, siempre y cuando no se sobrepase el 1,85, en cuyo caso es mejor ir delante.

El interior ha mejorado mucho en sus acabados y materiales. Premium de verdad

Una vez más me encuentro ante un espacio conocido. Si pocos han sido los cambios exteriores, menos lo han sido los interiores, aunque sí puedo percibir un punto más de calidad en materiales y acabados. El diseño de la parte frontal del salpicadero es tan icónico como el estilo exterior. Es fácilmente reconocible. Un cuadro de instrumentos con información clara y concisa, dos esferas nos cuentan todo lo relativo al motor: revoluciones, temperaturas, velocidad, alertas...

Por su parte la consola central cuenta con otra media esfera y con una pantalla de gran tamaño y resolución. Es ésta la que alberga la casi totalidad de información del coche, pudiendo controlar además las funciones del equipo de sonido, del sistema de infoentretenimiento y del navegador. Un cambio en esta generación es la inclusión de unos LED bordeando toda la esfera central. Éstos pueden hacer la función de iluminación ambiental o bien simular el efecto de las revoluciones, pasando a tonos rojos cuando nos acercamos al límite del motor.

Un punto que gusta a todos y sobretodo hará las delicias del típico comprador de MINI, qué duda cabe. Pero no es el único detalle de estilo y juventud del modelo, pues se conservan las botoneras tipo jet en la parte inferior de la consola, los elementos personalizables por doquier, y un amplísimo equipamiento desde su acabado más básico. Como siempre será difícil ver dos MINI exactamente iguales. Cada comprador podrá ajustarlo a su presupuesto y personalidad.

Los botones no cambian, y siguen contado con esa temática aeronáutica

Si desde un punto de vista tecnológico hablamos, hay que decir que el MINI Cabrio, al igual que el resto de la gama, ha variado enormemente. Se introducen tecnologías de asistencia de última generación, así como gadgets realmente prácticos, como el Head-Up Display. Es un coche juvenil y eso se deja notar en su equipamiento. Habrá cuatro niveles posibles: One, Cooper, Cooper S/SD y John Cooper Works. Este último siempre relacionado con el motor más potente de todos y con una estética en ciertas zonas diferenciadas, como ya he mencionado antes y como ya vimos en su momento.

En cuanto a mecánicas, no hay novedad alguna. Desde su precisó momento de lanzamiento, el MINI Cabrio dispondrá de todas las variantes posibles, salvo el One D. Los motores tienen su origen en BMW, por lo que la confianza aumenta, al igual que el conocimiento de los mismos. Las potencias arrancan en los 102 CV, pudiendo optar por un máximo de 237 CV para la versión JCW. De serie todas las versiones llegarán con cambio manual, salvo el Cooper SD que lo hará con cambio automático, que también será posible acogerlo en el resto de motores.

Prueba MINI Cabrio 2016

Siempre gusta sentarse a los mandos de un MINI, al igual que es imposible no acordarse del clásico a la hora de hacerlo. Sin embargo poco o nada se pacen el uno del otro, así que compararlos no sirve de nada. Desde que la casa inglesa fuera adquirida y devuelta a la vida por parte de BMW, jugada maestra por otra parte, los MINI han presentado un comportamiento excelente.

Tan fácil como apretar un botón, aunque hay que estar con el dedo constantemente pulsando

El techo cuenta con tres posiciones posibles: completamente cubierto, modo techo solar y totalmente abierto

Generación tras generación, o mejor dicho; restyling tras restyling, esa característica ha ido no sólo permaneciendo, sino incrementándose. Sus medidas han crecido si, pero también lo ha hecho el aplomo con el que se planta en la carretera. Ya no es solo una cara guapa, ahora es un coche mucho más serio. En parte por la sensación que te produce conducirlo, gracias en parte al mayor empaque y calidad de su habitáculo, pero sobretodo por su comportamiento ante cualquier situación.

Aquí BMW ha jugado un papel fundamental. Se nota que la puesta a punto ha sido llevada a cabo por los expertos bávaros, si no no se entiende el carácter tan dinámico del MINI, al menos en su versión Cooper S que es la que he tenido ocasión de probar durante la presentación llevada a cabo en Alicante.

Con un chasis muy equilibrado, deja notar la capacidad para llevar más potencia. También lo hace la suspensión, que en realidad peca un poco de dura y seca,sobre todo en su parte trasera. El MINI ya no es un blandito, le gusta la marcha y te lo hace saber con una agilidad sorprendente y por detalles como el doble embrague automático en las reducciones y en el petardeo de su escape. Es muy juguetón, mucho más que su predecesor.

Práctico, lo que es práctico, no es, pero es el precio a pagar por un Cabrio tan chic

Tengo que reconocer que el MINI Cabrio es un coche que gustará a todo el mundo. Cuenta con los pecados clásicos de un descapotable, como la habitabilidad interior y la capacidad de su maletero. Pero la casa inglesa ha sabido compensar dichas desventajas con una serie de atributos: imagen, deseabilidad, comportamiento, conducción, y sobre todo sensaciones. Lo he dicho al principio de la prueba, y lo repito ahora, estos coches se disfrutan al máximo ahora, donde cada rayo de sol será aprovechado para bajar la capota.

Pero hay que saber que toda esta experiencia urbana, juvenil, alegre y des apoyada sale cara. Como ya os dijimos en su momento, el MINI Cabrio 2016 está disponible desde los 22.700 euros. MINI ha jugado con dos factores determinantes a la hora de fijar los precios. La primera de ella es la ley no escrita del sector: cuando la capota baja el precio sube. La segunda es mera cuestión de oferta y demanda. ¿Podríais decirme otro utilitario premium descapotable en el mercado? Ya os adelanto que ninguno. Y amigos míos, eso se paga.

Esto lo sabe la casa inglesa, y por ello se han fijado un ritmo de venta discreto, entre 600 y 700 unidades. Seguro que logran su objetivo, y la verdad es que no es mala compra si buscas un coche así y dispones de ese presupuesto. Como ya he dicho antes, es un MINI, y eso siempre te garantiza un estatus social diferente.

A la hora de conducir transmite muchas sensaciones, más si corremos la capota

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