El interior del Peugeot 508 SW nos da un confortable recibimiento con un habitáculo amplio y bien diseñado en el que no da pereza hacer kilómetros. El entorno es agradable, con muy buenos ajustes y materiales de calidad y destaca el tamaño de la pantalla multifunción incrustada en el salpicadero.

En cuanto a la ergonomía, es un coche en el que no cuesta demasiado adaptarse a la ubicación y control de los diferentes botones que aparecen ante nuestra vista.
La postura de conducción corresponde (como debe ser) a la de una gran berlina, con un punto de vista desde el que se domina la carretera. Es cómodo y todo está a mano y, a pesar de la generosa longitud de la carrocería, la visibilidad es bastante buena en todas direcciones y ángulos.

La habitabilidad del Peugeot 508 SW es excelente en todas las plazas y destaca el espacio disponible para las piernas de los pasajeros que van sentados detrás Sin ser mala, la cota de anchura para los hombros de estos asientos es la única pega que encontramos en su interior.
El maletero ofrece una capacidad de 518 litros sin abatir los respaldos traseros, con una superficie de carga de fácil acceso y formas regulares que ayudan mucho a la hora de apilar el equipaje en su interior. En esta unidad contábamos con el portón eléctrico.
