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Primera toma de contacto con el Ford Explorer 2024, ¿mejor que el ID.4? (Con vídeo)

Ford cambia de estrategia con uno de sus modelos. El Explorer dejará de ser tal y como lo conocemos y pasará a ser el primer eléctrico exclusivo de Ford en Europa. He sido uno de los primeros en tocarlo.

Primera toma de contacto con el Ford Explorer 2024, ¿mejor que el ID.4? (Con vídeo)

11 min. lectura

Publicado: 21/03/2023 13:00

Ford tiene una estrategia eléctrica muy interesante para Europa. Los americanos quieren olvidarse del pasado y mirar al futuro con optimismo y con muchos coches eléctricos. Como ya habrás podido deducir, el Ford Explorer actual cesará sus ventas dentro de poco y será sustituido por este nuevo eléctrico. Para esta nueva aventura, Ford ha decidido que lo mejor es asociarse con un gran fabricante europeo y lo ha hecho con nada más y nada menos que con Volkswagen. Aunque a simple vista no lo parezca, bajo la carrocería del nuevo Explorer se encuentra la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, más concretamente la misma versión que emplean el Volkswagen ID.4 y el Skoda Enyaq.

Primeras impresiones del Ford Explorer en vídeo

Los diseñadores de Ford tenían muy claro que el Explorer debía ofrecer la contundencia del diseño americano con un toque de suavidad y refinamiento al más puro estilo europeo. En cuestión de gustos no hay nada escrito, pero pienso que el trabajo creativo está muy equilibrado. El nuevo SUV eléctrico presenta detalles que recuerdan mucho al actual Explorer, sobre todo en los faros y en la posición del nombre en el frente y en la trasera. El sentimiento está ahí y creo que es un coche que gustará a los conductores del Viejo Continente.

Por toda la carrocería, en sus casi 4,5 metros de largo, encontramos detalles curiosos como los pilares del techo pintados en negro para generar esa sensación de contraste y de lividez del techo. Parece un coche más grande de lo que realmente es. Hay mucha superficie acristalada, incluso en el pilar C que permite generar un habitáculo con mayor sensación de amplitud y calidad. Cabe destacar que las ruedas van situadas en los extremos del coche. Los voladizos son prácticamente mínimos y en los pasos de ruedas se instalan llantas entre las 19 y las 21 pulgadas de tamaño en función del acabado.

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La parte trasera recuerda mucho a la del Explorer de la generación anterior

El buen aspecto del Explorer no se centra exclusivamente en el exterior, porque una vez abres la puerta descubres muchos elementos habituales de la marca americana. Lo primero de lo que me he percatado es de la buena calidad de acabados que presenta, mejor incluso que la de su colega alemán. Ford emplea un material denominado Sencico. Un tejido sintético que simula a la piel y que lo encontramos repartido por todo el habitáculo. Todo transmite una agradable sensación al tacto y con la siempre habitual sensación de durabilidad americana.

En cuanto a tecnología, Ford aprovecha recursos de Volkswagen adaptados a la plataforma MEB, pero opta por incluir su propio ADN de diseño. La digitalización está muy presente en el interior con dos pantallas muy llamativas. La primera, con un tamaño de 5,3 pulgadas, la encontramos tras un volante un poco raro con formas cuadradas y redondeadas. En la instrumentación digital sólo podremos ver la información más importante relativa al estado del coche y a la conducción: velocidad, autonomía, estado de la batería y los asistentes a la conducción, más el estado de la carga. Es muy sencilla de leer y la única pega que encuentro es que su diseño no cambia en exceso. La información está muy paquetizada y sólo unos pequeños detalles cambian en función del modo de conducción: Normal, ECO, Sport y Traction.

Los pilares en negro aportan ligereza visual y las llantas contundencia

El panel principal es el más espectacular de todos. Colocado en posición vertical, como ya es costumbre en Ford, cuenta con un tamaño de 15 pulgadas. El sistema operativo de los americanos se encarga de que el manejo sea intuitivo, claro y rápido, algo de lo que deberían aprender en Volkswagen. Sin embargo, esta no es la única cualidad que presenta ya que el soporte de la pantalla permite girar en un arco de 30 grados. De esta forma se puede 'levantar' para mejorar la visibilidad y de paso descubrir un espacio oculto ideal para dejar el móvil.

En lo que a equipamiento puro y duro se refiere, el Explorer podrá disponer de una amplia colección de sistemas y tecnologías que vendrán escalonados en diferentes acabados. En la lista caben destacar elementos como los faros matriciales de LED, los asientos delanteros eléctricos y calefactados, climatización por bomba de calor, las ya mencionadas pantallas, el cargador inalámbrico, el techo panorámico, la conectividad sin cables para dispositivos móviles, las cámaras de aparcamiento y mucho más, incluyendo, por supuesto, un gran equipo de asistentes con nivel 2 de conducción autónoma.

El interior desprende buena calidad en acabados y materiales

Aunque el nuevo Explorer eléctrico sea bastante más pequeño que el Explorer que hasta ahora hemos conocido, eso no quiere decir que estemos ante un coche menos familiar. Encontramos muchos espacios donde dejar objetos. Como ya he dicho, la pantalla oscilante esconde una gran superficie donde dejar cosas fuera del alcance de los amigos de lo ajeno, pero sobre todo cabe destacar la MegaConsola del túnel central. Como la palanca de cambios se instala junto al cuadro digital, Ford ha aprovechado toda la zona para ofrecer un módulo de almacenamiento enorme. En él cabe un portátil de hasta 15 pulgadas y tres botellas de litro y medio juntas.

El aprovechamiento de la plataforma MEB es significativo. Como las ruedas van instaladas en las esquinas la habitabilidad interior es muy generosa como puedes comprobar en el vídeo. La segunda fila de asientos ofrece muchísimo espacio para pasajeros de hasta 1,90 metros. Yo, que mido 1,75 tengo mucho espacio para las piernas y también para la cabeza. Tres adultos pueden ir con cierta comodidad ya que no hay un molesto túnel de transmisión que obligue a ir con las piernas abiertas.

El maletero es grande y muy aprovechable. No hay maletero delantero

Como el tamaño del Explorer se encuentra entre un ID.3 y un ID.4 la capacidad de carga también se sitúa en un término medio. Al abrir el portón nos encontramos con un maletero con 450 litros de capacidad mínima y más de 1.400 litros de capacidad máxima que se consiguen al abatir la segunda fila de asientos. La bandeja puede regularse en dos alturas diferentes y lo mejor es que no se perderá espacio de carga por los cables de carga, ya que Ford ha preparado un espacio para ello dentro del propio baúl. Un rebaje que permitirá liberar de espacio al resto del maletero.

En lo que a mecánicas se refiere, el Ford todavía no ha comunicado de forma oficial cómo estará conformada la gama mecánica de su nuevo Explorer. Sin embargo podemos esperar diferentes versiones con un abanico de potencias entre los 170 y los 340 caballos de potencia con uno o dos motores. El tamaño de la batería tampoco lo sabemos, aunque es lógico suponer que ofrecerá la pila de 77 kWh del ID.4, sino una versión superior. Esto provoca que tampoco podamos decir autonomías definitivas u oficiales, aunque todo apunta a un rango cercano a los 500 kilómetros.

El Explorer puede cargar a hasta 135 kW en corriente continua y hasta 11 kW en corriente alterna. Podrá pasar del 0 al 80% de la carga en apenas 35 minutos.

Las primeras impresiones con el nuevo Ford Explorer nos exponen un eléctrico muy bien presentado, con calidad, mucho equipamiento y muy enfocado a las familias. Todavía quedan muchos datos por conocer, uno de ellos es el coste, pero podemos imaginar que su precio de salida se situará en la franja de los 50.000 euros con IVA. Eso quiere decir que las unidades de acceso podrán acogerse al Plan MOVES III a la vuelta del verano, que es cuando empezará su etapa de comercialización.

El nuevo Explorer llegará al mercado a finales de este mismo año

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