Toma de contacto con el Peugeot 308, personalidad arrolladora
Por fin conocemos al que está llamado a ser uno de los buques insignia de la casa del león. El Peugeot 308 todavía no está disponible en el mercado, pero yo ya he tenido la suerte de sentarme en él.
Aunque los compactos ya no tienen el peso que tenían años atrás, siguen siendo un segmento de suma importancia para las marcas. El Peugeot 308 es uno de los modelos más importantes para la marca del león. El compacto se lanza otra vez al mercado con una imagen completamente nueva y con unas características modificadas y adaptadas a los tiempos que corren. Sin lugar a dudas volverá a ser referencia de su segmento, si es que en algún momento dejó de serlo.
La historia del 308 es una historia larga y marcada con grandes éxitos. En realidad, hay que remontarse mucho más atrás para conocer de dónde venimos para saber hacia dónde vamos. Hay que retroceder hasta el año 1969 para descubrir los orígenes de la serie compacta de Peugeot. El primer 304 inició una era que sigue viva, aunque con otro nombre, más de cinco décadas después.
El nuevo 308 debe cumplir no solo con su herencia, también con un mundo 3.0. Tecnología, eficiencia y diseño deben combinarse para destacar. Y vaya si lo han hecho. Otra cosa los franceses no sabrán, pero crear un diseño atractivo se les da de lujo. El Peugeot 308 luce espectacular de principio a fin, y más si cabe en ese precioso verde oliva que han elegido como color de posicionamiento. Una combinación ganadora cuando lo mezclamos con el acabado GT y GT Pack.
No se conserva ni uno solo de los paneles de la generación anterior. Es completamente nuevo de los pies a la cabeza, y como ya he dicho, estrena una filosofía de diseño que será la que se postule como oficial durante los próximos años. También tiene el honor de ser el encargado de inaugurar el nuevo emblema de la casa. Un logo de grandes dimensiones, más elegante que el anterior. Ideal para tomar como seña de identidad para el futuro.
Y es que en los próximos años Peugeot pretende afianzarse como una de las mejores marcas generalistas del mercado, rozando casi con los modelos premium. Ese objetivo lo van a lograr a base de implementar mejores acabados y más tecnología. Justo lo que ofrece el 308 nuevo. Al igual que ya ha pasado con el Peugeot 2008, el renovado compacto ofrece un interior con una sensación de calidad muy superior al estándar del segmento.
Superficies blandas en la parte superior e inferior del salpicadero, en los paneles de las puertas delanteras llaman la atención por la sensación que aportan al tacto. Es goma, nada extraordinariamente lujoso, pero resulta mucho mejor que los plásticos duro que se suele ver en la categoría. El resto del interior sí que está compuesto en plástico, pero he de reconocer que con buena sensación a la mano y con unos ajustes cuidados. Lo único que no me gusta es que la parte superior de los paneles de las puertas traseras también es plástico. Habitual, sí, pero sigue sin gustarme.
Esa mejora en las calidades se completa con mucho equipamiento. De serie el nuevo Peugeot 308 ofrece sistemas como los faros Full LED (Matrix LED en acabados superiores), la instrumentación digital o el infotainment de 10 pulgadas, además de otros muchos detalles. La gama estará compuesta de varios acabados: Active Pack, Allure, Allure Pack, GT y GT Pack. Hay que darse cuenta que ha desaparecido el nivel Active, el que hasta ahora el punto de partida a la gama. Eso quiere decir que se va a ofrecer mucho equipamiento, estructurado para que cada cliente pueda acceder a lo que desea o a lo que pueda permitirse.
Una de las novedades es el sistema de infoentretenimiento i-Connect. Una nueva experiencia de usuario y funcionalidades añadidas permiten que el manejo sea más sencillo. A diferencia del sistema actual, debajo de la pantalla central se ubican botones de acceso rápido que permiten gestionar diversos apartados del coche. Aunque el equipo sea mejor, se sigue necesitando hacer demasiados toques en la pantalla para cambiar algo tan aparentemente sencillo como la temperatura.
Por encima del sistema i-Connect encontramos el i-Connect Advance (GT y GT Pack). En líneas generales es casi igual al nivel de acceso, pero en este caso la navegación Tom Tom se actualiza de forma remota. Además, incluye un mando fónico desarrollado por la marca que responde al comando: Ok, Peugeot. Con él podremos dar órdenes al coche para realizar llamadas, gestionar la climatización, poner un destino en el navegador o también para jugar con el equipo de sonido.
La seguridad es un factor de compra cada vez más importante, la cantidad de elementos asistenciales a la seguridad es importante. El nuevo 308 ofrece el equipo Drive Assist 2.0. Un avanzado conjunto de cámaras, radares y sensores que completan un nivel 2 de autonomía eléctrica. Entre sus nuevas funcionalidades destacan el control de crucero adaptativo inteligente, el cambio de carril semiautónomo y el adaptador de velocidad en curva. Además de los clásicos indicadores de ángulo muerto, radar de proximidad, asistente de cambio de carril y mucho más.
A la hora de fabricar el nuevo Peugeot 308 se ha empleado la archiconocida arquitectura EMP2 del Grupo Stellantis. Una plataforma modular y multidisciplinar que ofrece muchas alternativas mecánicas. Con respecto a la generación saliente, el nuevo 308 es 11 centímetros más largo y 2 centímetros más bajo, resultando en total: 4,36 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,44 metros de alto. La batalla también se ha alterado, creciendo 5,5 centímetros hasta llegar a los 2,67 metros.
A pesar de ese incremento en las dimensiones, no se puede decir que el nuevo Peugeot 308 sea un coche más habitable que su predecesor. De hecho, las plazas traseras resultan algo angostas teniendo en cuenta la nueva hornada de compactos que han salido al mercado. Sin ir más lejos, es varios centímetros más estrecho que un SEAT León, una de las referencias en la categoría. Esto es algo que Peugeot debería haber trabajado más y mejor, porque el incremento de tamaño no se traduce en más habitabilidad. La sensación es que no cambia nada.
En cuestiones de capacidad de carga sí se puede decir que los franceses han conseguido mejorar al modelo pasado. En el habitáculo se han generado hasta un total de 11 espacios portaobjetos con casi 40 litros de capacidad. A ellos debemos sumar un maletero con 412 litros de capacidad mínima, cifra que se reduce hasta los 361 litros para las variantes híbridas enchufables. A finales de año se espera la llegada del Peugeot 308 SW, la versión familiar que debe mejorar las cifras de maletero. Así mismo también está programada una versión 308 Cross. Una alternativa diferente con cierto toque campero.
Un coche moderno debe cumplir con las más exigentes normativas europeas de emisiones. Eso quiere decir que se ofrece una amplia y variada oferta mecánica. Dos motores de gasolina, un diésel y dos variantes híbridas enchufables. La gama arranca con el PureTech de 110 caballos con cambio manual de seis velocidades. Le sigue el PureTech de 130 caballos que puede unirse a un cambio manual de seis marchas o a un convertidor de par automático con ocho relaciones. La gama de gasoil ofrece únicamente el BlueHDI de 130 caballos, con cambio manual de seis marchas o transmisión automática de ocho.
La familia más eficiente se recoge con la tecnología híbrida enchufable. En un primer escalón de rendimiento se ofrece el PHEV de 180 caballos con 60 kilómetros de autonomía homologada en ciclo WLTP. Una variante que va a estar disponible en toda la gama de acabados. El nivel superior es el PHEV de 225 caballos con autonomía homologada de 59 kilómetros en ciclo WLTP. Los dos se presentan con un motor PureTech de 1.6 litros con 150 y 180 caballos respectivamente, con un motor eléctrico de 81 kW y una batería de iones de litio de 12,4 kWh de capacidad.
Para la recarga, Peugeot apuesta por una potencia máxima de recuperación de 7,7 kW en corriente alterna. No se ofrece un nivel de carga rápida, algo que tampoco es esencial dada la batería de pequeño tamaño que se presenta. Con esa capacidad los tiempos de recarga oscilan entre las 7 horas en un enchufe doméstico, las 3 horas y 50 minutos en una toma reforzada, y la hora y 55 minutos con un cargador de 7,7 kW. Tiempos lógicos que permiten exprimir las horas valle de la tarifa de luz nocturna.
Peugeot está rematando el apartado de los precios. Todavía se desconoce cuál será el valor de venta del nuevo 308, en menos de un mes deberíamos saberlo. Las primeras unidades se entregarán en octubre, aunque el proceso de reserva y compra se podrá realizar a partir del próximo mes de junio. Teniendo todas las novedades y todo lo que ofrece, supongo que el precio de salida se situará en torno a los 22.000 euros, sin ofertas o promociones.
Esta primera toma de contacto me ha servido para descubrir un Peugeot 308 muy cambiado y mejorado. La generación saliente ya me parecía de lo mejorcito del segmento. En persona su diseño transmite mucho, y lo destacaría como uno de los más atractivos del segmento. De puertas para dentro ha mejorado en todos los campos; calidad, acabados y tecnología, aunque no ha salido muy reforzado en lo que a habitabilidad se refiere. Seguro que será algo a destacar en futuras pruebas y comparativas, donde me temo que perderá en dicho apartado.
Me he quedado con ganas de probarlo. Confío y espero que Peugeot haya sabido crear un compacto suave, eficiente y ágil. Características nada fáciles de conseguir, pero de obligado cumplimiento para una de las referencias del segmento y uno de los pilares de la marca francesa. La gama se antoja correcta, aunque echo en falta algún diésel más, y sobre todo un híbrido enchufable más potente capaz de continuar el legado de la estirpe GTI. Otra manera supondría una pequeña decepción.