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#SegundaMotoBMW K 1300 R: Más allá de los límites (I)

Hoy montamos en una súper naked de BMW. La K 1300 R, con una potencia brutal de 173 CV y una aceleración 0-100 km/h por debajo de 3 segundos. Es una moto grande aunque su altura permite subir a pilotos de cualquier altura. Es muy larga, pesada pero muy estable y manejable. ¿Subes con nosotros?

BMW K 1300 R: Más allá de los límites (I)

5 min. lectura

Publicado: 17/03/2014 11:30

En #SegundaMoto nos gustan los retos que se salen de los límites. Más allá de la realidad es lo que transmite nuestra apuesta de hoy: la BMW K 1300 R. Más allá de la cordura me atrevería a decir, como cualquier moto de más de 1.000cc que se atreva a firmar potencias envidiables para coches compactos, solo que con 1/5 parte de su peso.

Nervios de acero y cabeza amueblada son dos requisitos indispensables antes de subir a semejante máquina. Si alguna vez te han dicho que careces de uno de los dos, date la vuelta y resiste a la tentación. La K 1300 R no es peligrosa, dejando al margen las discusiones habituales. No será ni su chasis, ni sus frenos, ni su equilibrio los que te lleven a una situación de riesgo. Visualmente ya te lo advierte y el emblema de BMW te lo reafirma; seguro que es una gran máquina que sabe gestionar perfectamente semejante motor.

Además, su altura que oscila entre 785 mm y 820 mm dependiendo de cómo escojamos la unidad nos dice que admite a pilotos de cualquier tamaño. La anchura del asiento juega también a favor porque con mi modesta estatura de 1,70 cm puedo presumir de sentirme bien en ella. No obstante es una moto pesada, nada menos que 217 kilos en seco y 243 lista para rodar con el depósito lleno. Hay que tener buenas piernas y ser atrevido porque si se te vence es probable que no la recuperes, y una vez en el suelo es muy posible que no la levantes sin ayuda; doble problema.

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¡Infórmate!

Una estatura mayor sería ideal porque la BMW K 1300 R a veces me hace sentir como un niño pequeño cuando poso mis manos sobre el manillar. Casi parece una súper deportiva y te obliga a recostarte un poco sobre el depósito. No es para menos con una longitud de 2.228 mm y una distancia entre ejes larga, de 1.585 mm nada menos. ¡Y todavía no hemos entrado en el terreno de las prestaciones!

Sé que es potente, como me sugiera su atlética silueta, pero 173 CV a 9.250 rpm son, sin duda para pensárselo dos veces antes de enroscar el acelerador. Además, la versión R no dispone de una cúpula muy grande que desvíe el viento lejos de nuestro cuerpo. Casi es mejor tener una buena sensación de velocidad y mayor resistencia aerodinámica porque entre nuestras manos no tenemos un juguete. Tenemos un cohete. Motos con una cúpula elevada disimulan este efecto.

Acelera de 0-100km/h casi como un Nissan GT-R, en solo 2,9 segundos. En menos de lo que escribo esta frase. En menos de lo que uno puede imaginar. También recorre un kilómetro en menos de 20 segundos. En un coche tendrías que desembolsar una cantidad considerable de dinero para tener una sensación parecida. La velocidad máxima es complicada de definir. Está por encima de 200 km/h, eso dadlo por hecho. Diremos que es suficiente…

Por supuesto, nuestra unidad equipa la última tecnología en cuanto a suspensión (ESA), con modos que varían notablemente su dureza y control de tracción (ASC) y ABS. También tenemos un cambio secuencial cuya función es asistir nuestro cambio de marcha cuando buscamos una relación superior. Es muy útil para cambios rápidos en los que no interesa hacerlo de forma mecánica aunque en el próximo capítulo os contaremos qué tal funciona.

No os perdáis lo que promete ser una experiencia alucinante a los mandos de esta BMW K 1300 R.

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