En el mes de enero de 2007 la joven marca Tesla de coches eléctricos desveló sus planes para lanzar al mercado una berlina. Un modelo que fue anunciado oficialmente en el verano de 2008. Se trata del Tesla Model S. El segundo automóvil eléctrico comercializado por la popular firma liderada por Elon Musk. Tras una primera «toma de contacto» con el Tesla Roadster de primera generación, Tesla decidió lanzar un verdadero coche eléctrico de producción en serie.
La entrada en escena del Model S supuso la materialización de Tesla como un verdadero fabricante de automóviles. Un modelo diseñado por Franz von Holzhausen y que durante la fase de desarrollo era conocido internamente con el pseudónimo «WhiteStar». Es una berlina con carrocería tipo Liftback y en la actual gama Tesla desempeña el papel de «hermano mayor» del Tesla Model 3.
Tras ser presentado, Tesla comunicó que la producción del Model S se iniciaría en el año 2009. Sin embargo, no fue hasta 2011 cuando comenzó el proceso de fabricación de un modelo que muy esperado. En 2010 se confirmó que el proceso de producción en serie tendría lugar en territorio estadounidense. Aunque de ello hablaremos más adelante.
Poco tiempo después del lanzamiento del Model S la compañía de Elon Musk inició una nueva fase de su ambicioso plan estratégico. La construcción de una red de puntos de carga denominada Supercargadores Tesla. Una infraestructura clave para hacer viable el uso del automóvil 100% eléctrico en viajes de larga distancia.
Años después de su lanzamiento oficial, más concretamente en 2014, se anunció oficialmente que el Model S pasaría a convertirse en el primer Tesla en contar con el sistema de conducción semi-autónoma Autopilot.
Es un coche eléctrico grande. El Model S que podemos encontrar en el mercado actualmente mide 5,02 metros de largo. Una longitud que le sitúa en la parte alta del segmento E. En su interior, que es muy espacioso, hay cinco plazas. El maletero cubica un volumen de carga de 709 litros. Una cifra que se puede incrementar hasta los 1.828 litros en caso de abatir los respaldos de los asientos posteriores.
Durante mucho tiempo el Model S ha sido una «rara avis» en el mercado del automóvil. Sin embargo, en un corto espacio de tiempo han surgido toda una serie de adversarios que buscan arrebatar la posición de privilegio que ha venido ostentando este modelo. Especialmente en Estados Unidos. Entre los principales rivales del Tesla Model S se encuentran eléctricos como el Mercedes EQE, el Porsche Taycan, el BMW i5 y el Audi e-tron GT.
La gama del Tesla Model S ha variado de manera importante con el paso de los años. A lo largo de su aproximadamente una década de historia ha contado con numerosas versiones. Los modelos 60, P85, 70D, 85D, P85D, P90D y P100D, han desempeñado un papel crucial en el éxito comercial que ha obtenido en los distintos mercados donde el vehículo eléctrico goza de una elevada popularidad.
Tesla ha comercializado versiones de tracción trasera y de tracción integral. El Model S puede equipar uno, dos o tres motores eléctricos. También puede equipar baterías de iones de litio de diferentes capacidades. Por ejemplo, el modelo original llegó al mercado acompañado de una batería de 60 kWh. Una capacidad que se ha ido incrementado con el paso de los años. Ha habido versiones de 85 kWh o 90 kWh. Las versiones más recientes alcanzan los 100 kWh. El modelo que podemos encontrar actualmente en nuestros concesionarios españoles está disponible en dos versiones.
La versión de acceso de la gama Model S es propulsado por dos motores que desarrollan una potencia total de 493 kW (670 CV). Dispone de una configuración de tracción integral. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente). La autonomía del Model S es de 634 kilómetros
según el ciclo WLTP.
En un escalón superior, coronando la oferta, se encuentra el Tesla Model S Plaid. Es una verdadera bestia sobre ruedas gracias a sus tres motores que arrojan una potencia total de 1.020 CV. Puede completar el sprint de 0 a 100 km/h en solo 2,1 segundos. La velocidad máxima se sitúa en los 322 km/h. La autonomía del Model S Plaid alcanza los 600 km.
Hablando de autonomía, el Model S consiguió el importante hito de ser el primer automóvil eléctrico de producción en serie en tener una autonomía estimada superior a los 485 kilómetros según la EPA (Environmental Protection Agency).
El Tesla Model S se fabrica en Estados Unidos. En concreto, el proceso de producción en serie se lleva a cabo en unas instalaciones de Tesla localizadas en Fremont, California. Cabe señalar que, durante un periodo de tiempo determinado, el Model S también fue ensamblado en suelo europeo. Para atender la demanda de este modelo en el Viejo Continente, la marca optó por ensamblar unidades del Model S en Tilburg (Países Bajos).