Volkswagen Caddy

Volkswagen ha sido durante años una de las marcas líderes en el competido mercado europeo de monovolúmenes. Touran, Sharan o Golf Sportsvan, son denominaciones comerciales que han marcado época en un segmento que, lamentablemente, está en clara decadencia. Si bien los monovolúmenes tradicionales se encuentran en pleno retroceso, otros tipos de vehículos han emergido para ocupar su puesto. Los turismos derivados de vehículos comerciales ligeros, y más concretamente furgonetas, es uno de ellos.

El fabricante alemán dispone de una importante línea de vehículos comerciales ligeros. Es por ello que, desde hace tiempo aprovecha todos los recursos destinados al desarrollo de estos modelos, para enriquecer su oferta de turismos. El máximo exponente de estos «nuevos monovolúmenes» que han irrumpido en escena con fuerza es el Volkswagen Caddy. Una furgoneta que no solo es referencia entre los profesionales. También desempeña un papel de líder en el canal de particulares.

Hace tiempo que los fabricantes de automóviles se dieron cuenta que, a pesar de la «fiebre SUV» que asola Europa, y la pérdida de terreno de los monovolúmenes, sigue habiendo un público fiel a las versiones turismo de furgonetas. El Caddy es un claro ejemplo de ello. Un vehículo que, con el paso de los años, ha sufrido una evolución tan importante que, en la actualidad, no tiene nada que envidiar a un turismo convencional. Es confortable, es eficiente, es tecnológico y, sobre todo, es muy práctico.

La historia del Caddy no puede entenderse sin el Volkswagen Golf. Es más, ambos modelos guardan una estrechísima relación a nivel técnico. La primera generación del Caddy irrumpió en escena en el año 1978. Un vehículo que, por aquel entonces, era un pick-up basado en el Golf. ¿Cómo era esto posible? El Caddy, antes de llegar a Europa, se comercializó en Estados Unidos, y los pick-ups son muy populares en dicho mercado.

Una de las configuraciones del Caddy de primera generación que más popularidad cosechó fue la versión de caja cerrada. Es por ello que Volkswagen optó por llevar a cabo un cambio radical a la hora de afrontar el desarrollo de la segunda generación. Transformarlo en una furgoneta convencional. Y lo cierto es que fue un verdadero acierto. Los más de 3 millones de unidades vendidas en todo el mundo desde su lanzamiento es un claro ejemplo.

En su aproximadamente medio siglo de historia han sido desarrolladas un total de cinco generaciones. Unos cambios generacionales que han sido determinantes para que el Caddy refuerce su posición de vehículo global y, sobre todo, para que se adapte a los cambios de tendencia que se han venido produciendo en el mercado. Especialmente en Europa.

La historia del Caddy está ligada a España. La segunda generación se fabricó en nuestro territorio. Y más concretamente en las instalaciones que el Grupo Volkswagen tiene en Martorell y que son operadas por SEAT. Gracias a esta decisión, la marca española pudo incorporar a su gama una versión remarcada del Caddy. Una furgoneta bautizada con el nombre de SEAT Inca. Lamentablemente, tuvo un corto recorrido comercial.

El Caddy que podemos encontrar en los concesionarios está disponible en dos longitudes de carrocería. El modelo estándar mide 4,50 metros de largo. Una longitud que le sitúa en el segmento C. Y en un escalón superior se encuentra la variante larga, denominada Caddy Maxi, que alcanza los 4,85 metros de longitud. Una de las claves que le permiten diferenciarse de la competencia es que, en cualquiera de las longitudes de carrocería, se puede configurar un interior de cinco o siete plazas. La tercera fila se compone de dos asientos independientes que son amplios, abatibles y extraíbles.

En cuanto al espacio de carga, varía en función del número de plazas operativas y, lógicamente, de la longitud de la carrocería. El Caddy Maxi, con cinco asientos operativos, cubica un volumen de carga de 1.213 litros.

Lidia en una categoría donde la competencia es voraz. Los grandes colosos de la industria automotriz europea han decidido liderar el creciente mercado de los turismos derivados de furgonetas. Entre los principales rivales del Volkswagen Caddy se encuentran modelos como el Nissan Townstar, el Renault Kangoo Combi, el Mercedes Clase T y el Ford Tourneo Connect.

La gama de motores del Volkswagen Caddy ha variado con el paso de los años. El modelo disponible actualmente está disponible junto a una interesante selección de motores de gasolina y diésel. El rango de potencias abarca desde los 102 CV hasta los 122 CV. En función del motor elegido nos encontraremos con una caja de cambios manual o una transmisión automática DSG de doble embrague.

El Caddy puede presumir de tener en cartera versiones con tracción total 4Motion. Algo de lo que carece la mayor parte de la competencia. Además, y a pesar de estar de capa caída, también dispone de una versión bifuel preparada para usar GNC (Gas Natural Comprimido) como combustible. Al tener la capacidad de usar gas, la versión bifuel luce el distintivo ambiental ECO de la DGT (Dirección General de Tráfico) con todas las ventajas de movilidad que ello supone.

La popular furgoneta de Volkswagen es producida en territorio europeo. El Volkswagen Caddy se fabrica en Polonia. Y más concretamente en unas instalaciones localizadas en Poznań.