Alonso debió ser cuarto en Canadá, pero la FIA lo impidió

El sistema de arbitraje de la Fórmula 1 no funciona, y ya llevamos muchos años comprobándolo. Probablemente, el momento más bochornoso se produjo en el infame Gran Premio de Abu Dhabi de 2021, en el que Max Verstappen se benefició de un error de la dirección de carrera para ganar su primer título mundial.

Sin embargo, ha habido otros muchos errores, antes y después. Y, aunque la FIA introdujo teóricas mejoras, como por ejemplo la sala situada en su sede de Ginebra que asiste a la dirección de carrera, lo cierto es que no se aprecia progreso alguno en este sentido.

Y es que, más allá de las decisiones tomadas en caliente, lo que más irrita a equipos y pilotos, así como a los aficionados, es la disparidad de criterio en función del grupo de comisarios asignados a cada gran premio, ya que no existe un equipo profesionalizado permanente.

«Espero que no sea como esos días en los que te dicen que a la próxima se cumple y no pasa nada»

Alonso advierte de la infracción

Un mal derivado de ese criterio variable es la no aplicación de las normas escritas, por muy claras que estén, bajo la amenaza de que la próxima vez se aplicarán sanciones severas. Eso es lo que ocurrió en Montreal, aunque lo peor de todo es que dicha advertencia ya se había producido con anterioridad.

Tras el accidente de Lando Norris en la recta de meta, dirección de carrera decretó la intervención del coche de seguridad. Como quedaban únicamente tres vueltas de carrera, no dio tiempo a reanudar y la misma terminó en esas condiciones.

En ese momento es cuando se produjo la infracción por parte de siete pilotos: Kimi Antonelli, Oscar Piastri, Charles Leclerc, Carlos Sainz, Esteban Ocon y Pierre Gasly. Estos, después de cruzar la línea de meta, se desentendieron de las banderas amarillas y el Safety Car, adelantando a algunos de sus rivales.

Este comportamiento está prohibido, ya que aunque la carrera haya terminado, los comisarios de pista siguen trabajando en la misma para retirar los restos del accidente. Algo que Fernando Alonso sabía y enseguida advirtió a su ingeniero, Andrew Vizard, para que se lo recordara también a Lance Stroll:

• Alonso: «Sigue habiendo bandera amarilla y Safety Car, ¿eh? Quizá deberíais decírselo a Lance».
• Vizard: “Recibido. Sí, no se puede adelantar, Safety Car aún activo. Prohibido adelantar. Bien visto».
• Alonso: «Y comprobad si alguien lo ha hecho en el primer par de curvas».
• Vizard: «Lo estamos haciendo. Hemos visto al menos dos o tres. Lo seguiremos de cerca, Fernando. Vemos más coches».
• Alonso: «Sí, va a ser una buena tarde. Lo siento si tenías el vuelo pronto».

Has sido travieso, no lo vuelvas a hacer

Esta circunstancia no pasó desapercibida para los comisarios deportivos, que informaron de la investigación a los siete pilotos que habían adelantado bajo régimen de bandera amarilla y Safety Car.

Se trataba de la misma situación ocurrida en el Gran Premio de Azerbaiyán de 2024, en la que los comisarios deportivos decidieron no penalizar a los infractores bajo advertencia de sanciones severas a la próxima oportunidad.

«Puede haber comisarios de pista o servicios de emergencia trabajando en la pista, con el peligro que conlleva. La próxima vez habrá sanciones muy severas», decía el documento en aquel momento.

Era de esperar, por tanto, que esta vez sí se aplicaran sanciones, razón por la cual Fernando Alonso declaró ante los medios de comunicación que confiaba en avanzar algunas posiciones tras cruzar la línea de meta séptimo. Eso sí, veterano como es el asturiano, no las tenía todas consigo.

«Espero que no sea como esos días en los que te dicen que a la próxima se cumple y no pasa nada. Si adelantas con bandera amarilla y el volante lleno de avisos del coche de seguridad, tendría que existir alguna penalización», advertía.

Hoy no, mañana

Y lo cierto es que sus palabras fueron premonitorias, pero haciendo bueno el dicho «piensa mal y te quedarás corto». La FIA, o mejor dicho los comisarios asignados al Gran Premio de Canadá, repitieron la advertencia de Azerbaiyán, amenazando con sanciones futuras, pero permitiendo a los pilotos infractores ‘irse de rositas’.

«Aunque adelantar después de la bandera a cuadros no es algo inusual, está prohibido en caso de banderas amarillas, procedimiento de Safety Car o Virtual Safety Car. Aunque los pilotos sabían dónde había ocurrido el incidente, no podían saber si se estaba enviando equipamiento de emergencia o comisarios a la pista, por lo que debían proceder con precaución», rezaba el documento.

«Por lo tanto, advertimos a los pilotos implicados. Nuevas infracciones podrían conllevar sanciones más severas», concluía, confirmando una vez más que las pocas veces que el criterio de quienes arbitran la Fórmula 1 es uniforme y predecible, siempre lo es para mal.

El resultado, en esta ocasión, es que Antonelli, Piastri y Leclerc conservaron el tercer, cuarto y quinto puesto, privando a Lewis Hamilton de su primer podio y a Fernando Alonso de un reconfortante cuarto puesto.