Motor.es

Fernando Alonso retrata a Flavio Briatore: «Es fácil ver quién está por interés y quién está de verdad y es sincero»

Fernando Alonso ha analizado su trayectoria en la Fórmula 1 desde un punto de vista personal, señalando las personas que más han influido en su éxito y los momentos que más le han marcado a nivel emocional.

Fernando Alonso retrata a Flavio Briatore: «Es fácil ver quién está por interés y quién está de verdad y es sincero»
Fernando Alonso, junto a Flavio Briatore

8 min. lectura

Publicado: 31/01/2024 11:42

Teniendo en cuenta que la vida deportiva de un piloto de élite comienza antes de los 10 años y que, en un caso como el de Fernando Alonso, esta se extiende mucho más allá de los 40, resulta obvio que son muchas las personas con las que este se cruza en el camino.

Sin embargo, suelen ser pocas las que marcan la vida de un piloto, tanto a nivel personal como profesional. Y, en el caso de Fernando Alonso, seguramente sólo una de ellas ha conseguido hacerlo en ambos aspectos.

Flavio Briatore, clave en la carrera de Fernando Alonso

La llegada de Flavio Briatore a la Fórmula 1 fue bastante fortuita, pues el italiano nunca había estado relacionado con el mundo del automóvil, sino con la moda y las operaciones bursátiles.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

A raíz de conocer a Luciano Benetton en la década de los años 70, Briatore se convirtió en director de operaciones de la marca para el continente americano. Y, cuando Benetton compró Toleman para convertirlo en su propio equipo de Fórmula 1, Luciano le pidió a Flavio que lo llevara a lo más alto.

«Fue mi mejor carrera y lo más cercano que me he sentido nunca a ser invencible, a estar en otra dimensión»

El definitivo ascenso de Benetton comenzó con la llegada de Michael Schumacher a un equipo en el que estaban futuras leyendas de la ingeniería como Ross Brawn y Rory Byrne, además de otros prestigiosos técnicos como Pat Symmonds.

Briatore nunca ocultó que no sabía nada de coches cuando llegó a la Fórmula 1, pero tenía un sexto sentido para rodearse de personas de enorme talento que convirtieran en exitosa su gestión de estilo empresarial.

Tras los primeros mundiales del equipo de Enstone en 1994 y 1995 con Schumacher, Benetton pasó por un periodo de transición tras la marcha del alemán a Ferrari. Pero, coincidiendo con la conversión del equipo en Renault, Briatore detectó a su siguiente estrella: Fernando Alonso.

Flavio Briatore celebra la victoria de Fernando Alonso en Mónaco 2006.

Tras la exhibición dada por el asturiano en Spa-Francorchamps, donde arrasó al resto de la parrilla de la Fórmula 3000 en 2000, Briatore se fijó en el tímido asturiano. Poco después se adelantó a Ferrari y lo fichó para Renault, aunque cediéndolo primero a Minardi para hacerlo debutar en la Fórmula 1 en 2001.

El resto es historia, como suele decirse, y Flavio Briatore se ha convertido, no sólo en una persona clave en la carrera profesional de Fernando Alonso, sino también en amigo íntimo.

Briatore, un amigo sincero y real para Alonso

Durante la filmación de un documental para DAZN, Fernando Alonso ha hablado de cómo ha influido Flavio Briatore en su vida, retratando con cariño más de dos décadas junto al italiano.

«Llevamos 23 años juntos y no ha hecho más que reforzarse la relación, que es casi paternal», afirma el hoy piloto de Aston Martin. «Es una persona de la que me he podido fiar y ha estado cerca».

El asturiano, tímido y reservado por naturaleza, considera que «en el deporte profesional es fácil ver a las personas que están por interés y a las que están de verdad y son sinceras, entre las que está Flavio».

Los primeros éxitos de Fernando Alonso en la Fórmula 1 llegaron con Flavio Briatore como representante personal y jefe en Renault. Juntos llevaron a la marca francesa a lo más alto en 2005 y 2006, lo que permitió al asturiano vivir uno de sus momentos más icónicos.

Se trata del famoso grito de júbilo tras bajarse de su Renault en Brasil 2005, nada más proclamarse campeón del mundo por primera vez. Una imagen que el propio Alonso admite que ha «visto mil y una veces, todo el mundo la recuerda. Brasil 2005».

Su grito de rabia y alegría es considerado uno de los momentos más pasionales de la Fórmula 1. Y es que, no en vano, para Fernando Alonso fue el momento de «la liberación de un sueño. Cada uno lo expresa de una manera y yo lo hice así, con un grito con toda mi energía en el que iban 15 años de mi carrera deportiva».

«Los esfuerzos de mis padres, Genís Marcó, que me ayudó tanto en el karting; Adrián Campos, que me dio la oportunidad de subirme a un monoplaza; Flavio, que me dio la oportunidad de llegar a Renault», recuerda Fernando Alonso.

«En la Fórmula 1 hay muchas presiones y te absorbe todo el tiempo que tienes, ya que sostienes sobre tus hombros un equipo de 1.000 personas. En este grito había 15 años de presiones, tensión y nervios, y cuando consigues lo que has soñado toda la vida, lo expresas así», reitera.

Valencia 2012, un momento mágico

Los años pasaron y, aunque Fernando Alonso estuvo muy cerca del tercer título en tres ocasiones más, este nunca llegó. por eso, el asturiano lamenta no haber disfrutado de los momentos de celebración con mayor conciencia de lo que significaban.

«Creo que no disfruté todo lo que debería de esos momentos. Tenía 24 y 25 años y ya estaba pensando en la siguiente carrera y en lo siguiente. Pensaba que volvería a repetirlo, y tengo pocos recuerdos de esa tarde, de esa noche, de esa vuelta a casa o del abrazo con mi madre y con mi hermana», lamenta Fernando Alonso.

En 2007, con McLaren, Fernando Alonso rozó el campeonato, al igual que con Ferrari en 2010 y 2012. Aquel último año, su pilotaje se elevó a un nuevo nivel, optando al título hasta el final con un coche muy inferior. Y dando a la afición española y a sí mismo una exhibición legendaria en Valencia.

«Valencia 2012 fue mi mejor carrera y lo más cercano que me he sentido nunca a ser invencible, a estar en otra dimensión», reconoce un Fernando Alonso que aquel día no pudo evitar derramar algunas lágrimas en el podio.

Compártela en:

Pixel