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Los diez momentos clave en la carrera de Alonso: una trayectoria inigualable

  • 17 temporadas en Fórmula 1 dan para muchas anécdotas en la carrera deportiva de todo un icono de la categoría reina como Alonso.
  • El piloto asturiano pondrá fin a su paso por los monoplazas con más de 300 Grandes Premios en su haber, una cifra a la que pocos llegan.
  • Las dos caras de la moneda se encuentran representadas en su viaje por este deporte, con momentos positivos y otros más adversos.
Los diez momentos clave en la carrera de Alonso: una trayectoria inigualable

17 min. lectura

Publicado: 15/08/2018 08:30

La trayectoria de todo un bicampeón del mundo en Fórmula 1 como Fernando Alonso ha quedado marcada, a lo largo de los años, por momentos irrepetibles que permanecerán en la retina de los espectadores aficionados al asturiano por siempre. Si bien no todos ellos han sido positivos, aun así, han contribuido a forjar una ‘leyenda’, tal y como cataloga Zak Brown al #14, que cerrará una etapa en la categoría reina con 312 carreras en total.

En su haber, Alonso se llevará casi 2.000 puntos tras 17 temporadas compitiendo al máximo nivel, habiendo convertido el deporte que le vio crecer desde joven en su vida, su pasión, una competición que le ha dado tanto penas como alegrías, de las cuales pasamos a repasar algunas de ellas en este artículo.

La primera victoria

55 fueron los puntos totales de Alonso en su primera campaña junto a Renault.

Si bien Alonso debutó en 2001 de la mano de Minardi, el español tuvo que esperar dos años para abandonar la precaria escudería italiana y debutar con el equipo que acabaría siendo su casa: Renault fue la formación con la que logró su primer triunfo, concretamente en el Gran Premio de Hungría de 2003, una victoria que no pudo materializar en Malasia, en la segunda carrera del año, tras marcar la pole position en la sesión de clasificación, donde se tuvo que conformar con su primer podio en Fórmula 1.

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Dicho año también fue el que sirvió al ovetense para hacerse con su primera vuelta rápida, en Canadá, octava cita de la temporada. Alonso cerró la campaña en la sexta posición, justo 22 puntos por encima de su compañero de equipo por aquel entonces, Jarno Trulli, lo que para que la escudería del rombo repitiera la cuarta plaza del año anterior.

Título mundial

El récord de piloto más joven en conseguir un título le duró poco tiempo a Alonso, con los triunfos de Hamilton y Vettel en camino.

Los triunfos se sucedieron uno tras otro, y llegó 2005 con un Alonso implacable. Siete victorias en su tercera temporada en Renault le bastaron para superar a Kimi Räikkönen por 21 puntos al final de la temporada y proclamarse, por primera vez en la historia en su cuenta particular, como campeón del mundo en Fórmula 1. El piloto finés de McLaren le igualó en victorias, con un monoplaza realmente rápido pero que contaba con una fiabilidad dudosa que le hizo abandonar hasta en tres ocasiones.

Al año siguiente, Alonso reeditó su título con un R26 que le sirvió para batallar, esta vez, con todo un Michael Schumacher. En esta ocasión fueron 13 los puntos que el actual piloto de McLaren consiguió para terminar el año en primera posición, y hacerse, así, con su último título en Fórmula 1.

El cetro cambia de manos

Alonso heredó el título honorario de mejor piloto de la parrilla de manos de Schumacher.

Precisamente fue la cuarta carrera de 2005 la que terminó de ejemplificar la llegada de todo un talento joven a la categoría reina con ganas de retirar del trono al todopoderoso Michael Schumacher, heptacampeón que había marcado la pauta sin pausa desde el año 2000: San Marino vio cómo Alonso consiguió mantener bajo control los continuos envites incesantes del alemán durante varias vueltas, erigiéndose como el nuevo líder de la parrilla, destronando al icono de la competición.

La retirada de Schumacher tan sólo un año después, cuando Alonso volvió a batirle al término de la temporada, le dejó vía libre al frente de la Fórmula 1. A pesar de que el Káiser volviera a competir años más tarde, esta vez de la mano de Mercedes, batallas como esta marcaron un antes y un después, demostrando que una nueva generación había llegado para quedarse.

La ‘tuerca maldita’

La mecánica arruinó una actuación como pocas de Alonso en Fórmula 1.

El Hungaroring ha deparado alegrías para Alonso, pero no ha quedado exento de momentos adversos para él. Año 2006, jornada de sábado, clasificación: un incidente entre Robert Doornbos y Alonso provoca que el piloto de Renault se vea obligado a partir desde la 15º posición a la carrera, todo un palo para sus aspiraciones por el campeonato.

No obstante, el asturiano consigue sacar partido de las buenas arrancadas del monoplaza galo, combinado con su talento personal, y cruza la línea de meta en sexta posición tras una única vuelta memorable en mojado. La remontada de Alonso se cimenta en un adelantamiento soberbio a Schumacher por el exterior, aprovechándose de la diferencia entre los neumáticos Michelin y los Bridgestone, pero en la vuelta 51 de las 70 totales, una tuerca termina con la carrera de Alonso, dando al traste con una actuación inolvidable.

El inicio del caos

A pesar de sembrar el caos en McLaren, actualmente Alonso y Hamilton mantienen un trato de cordialidad.

Tras dos años tocando la gloria junto a Renault, Alonso decidió probar suerte en McLaren, equipo histórico británico que apostó por Lewis Hamilton, un talento de la casa emergente, para acompañarle a lo largo de la tortuosa campaña de 2007. La relación de la formación de Woking con el español no fue la esperada por el español y su personal de confianza, con una animadversión hacia su figura en favor de Hamilton que derivó en catástrofe.

Hungría fue, una vez más, el escenario elegido: después de varios desplantes, Alonso optó por mantenerse en el cajón del pit-stop durante más tiempo del necesario en la sesión de clasificación, perjudicando indirectamente a su compañero de equipo, quien no pudo disponer de su último intento de vuelta lanzada. La pole que logró Alonso poco después fue invalidada por la FIA, quien dejó al #14 con su mejor crono hasta la fecha, en la sexta posición, para arrancar la carrera. Las quejas del propio equipo en su contra terminaron de tensar la cuerda en una relación que fue de mal a peor, con el título de pilotos yendo a parar a manos de Ferrari por tan sólo un punto en Brasil.

El ‘Crashgate’

Grosjean sustituyó a Piquet a finales de la temporada de 2009, y el brasileño no regresó a la Fórmula 1 nunca más.

La situación llegó a ser insostenible, y Alonso regresó a Renault para volver a establecer nuevamente un ambiente de tranquilidad a su alrededor. Sin embargo, los franceses ya no gozaban del rendimiento excelso que habían lucido cuando el español se encontraba en sus filas, y no pudieron superar los 80 puntos en el campeonato con un R28 claramente más lento que sus rivales más directos por las primeras plazas.

Para paliar la falta de ritmo, la directiva del equipo ideó una táctica en la que el compañero de equipo de Alonso en 2008, Nelsinho Piquet, sufriría un accidente en el Gran Premio de Singapur que provocaría la salida del Safety Car, un coche de seguridad que, casualmente, aprovecharía el español para asaltar el liderato de la carrera. El hecho de que todo saliera a la luz un año después hizo que la victoria de Alonso quedara impune, marcando una etapa oscura en su trayectoria, aunque quién sabe de la implicación y del conocimiento del asturiano en dicha trama.

Profeta en su tierra

El propio Alonso reconoce la victoria en Valencia como una de sus favoritas.

Hay victorias que hacen época, y la de Alonso en el Gran Premio de Europa de 2012, celebrado en el extinto Valencia Street Circuit, ha sido elegida por muchos de sus aficionados como la mejor de toda su carrera: el por aquel entonces piloto de Ferrari no pudo pasar a la Q3, y se vio obligado a iniciar la cita de casa desde la undécima plaza. Sin embargo, el #14 fue capaz de escalar hasta la primera posición en una carrera de tintes épicos, en la que recordó el reciente fallecimiento de su abuela entre lágrimas una vez subió al podio tras ondear la bandera española a lomos de su F2012.

El doble abandono de Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, este último tras un enfrentamiento catastrófico contra Pastor Maldonado, acrecentó la importancia de esta victoria. Numerosos incidentes de los que Alonso salió indemne, combinado con una estrategia acertada por parte de Ferrari, le llevaron a disfrutar sobremanera su primera victoria de rojo en terreno español, una relación que comenzó con otro triunfo en Bahréin en 2010.

Subcampeonatos descorazonadores

La mayoría de los miembros del equipo Ferrari fueron a calmar al asturiano tras perder el título en la última carrera.

Una de cal y una de arena. A pesar de triunfos del calibre de los anteriormente mencionados, Alonso acumula tres subcampeonatos que contribuyeron a poner fin a su relación con la Scuderia a finales de 2014. Fueron especialmente dolorosos para el piloto asturiano los de 2010 y 2012, puesto que en 2013 fueron más de 150 los puntos que le distanciaron de Sebastian Vettel y su cuarto campeonato del mundo.

Vitaly Petrov es el nombre del piloto que viene a la mente de la mayoría de aficionados de pensar en 2010: el hombre de Renault se mostró como todo un escollo para que Alonso siguiera adelante en Abu Dhabi y lograse los puntos necesarios para proclamarse tricampeón, pero lo cierto es que la sexta plaza del piloto ruso no habría sido suficiente, puesto que Vettel aventajó al de Ferrari en 4 puntos finalmente.

En 2012 se repitió la historia, aunque con unos actores ligeramente diferentes: Vettel y Alonso se jugaban el Mundial en la última cita de la temporada, el Gran Premio de Brasil, pero en esta ocasión fue Bruno Senna el tercer implicado. El brasileño colisionó con Vettel y le dejó trompeado a las primeras de cambio y con el monoplaza seriamente dañado, y Alonso se convirtió en el líder virtual del campeonato. No obstante, el piloto alemán de Red Bull fue capaz de recuperar gran parte del terreno perdido, tirando por tierra el tercer título de Alonso.

Última victoria

España se mantendrá como el último escenario de su última victoria, salvo sorpresa de McLaren.

En 2018 se cumplieron 5 años desde la última victoria de Fernando Alonso en Fórmula 1. Fue precisamente en el Gran Premio de España de 2013 donde coronó la parrilla por última vez, en una carrera que comenzó desde la quinta plaza, por detrás de los hombres de Mercedes, el Red Bull de Vettel y el Lotus Renault de Kimi Räikkönen, pero a la que supo darle la vuelta a bordo de su F138.

Hungría del año siguiente, en 2014, fue la última vez que estuvo más cerca que nunca de replicar la hazaña, con una segunda posición final después arrancar, nuevamente, desde el quinto puesto, en su último año junto a la escudería de Maranello.

Accidente y decadencia

Alonso no pudo competir en Bahréin a causa de sus heridas.

Dejando a un lado el grave incidente de 2003 en Interlagos que hizo a Alonso abandonar el trazado en camilla tras toparse de lleno con un neumático presente en la pista tras un choque anterior, el grave accidente del asturiano en el Gran Premio de Australia de 2016, la cita inaugural de la temporada, es un reflejo de la cuesta abajo sin frenos que ha supuesto McLaren en su carrera deportiva.

Un malentendido con Esteban Gutiérrez, piloto de Haas en aquel año junto a Romain Grosjean, terminó con Alonso dando varias vueltas de campana, rebotando contra las protecciones y acabando en el interior de un MP4-31 hecho añicos, del que pudo salir por su propio pie a los pocos segundos, a pesar de haber sufrido una rotura en varia de sus costillas, una información que se hizo pública días después.

Alonso se jactaba de estar vivo al día siguiente sosteniendo un periódico local en el que ocupaba la portada con el titular que rezaba como ‘El hombre vivo con más suerte’, haciendo referencia a su terrible accidente. Lo cierto es que desde que abandonase Ferrari en 2014 para aspirar a algo más que la segunda posición, Alonso no ha dispuesto de un monoplaza ganador junto a McLaren, poniendo así un punto y final a su carrera deportiva en Fórmula 1 de una forma muy diferente, probablemente, a la que le habría gustado.

Fotos: McLaren | WikiCommons | Scuderia Ferrari | Diario Récord

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