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Vatanen vs Todt. Aficionados al automovilismo. Unámonos por una FIA transparente y justa

El pasado viernes, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), dio por finalizada de forma oficial la fase de nominación a la futura presidencia de la FIA, votación que se hará a finales de octubre, con sus dos candidatos, Ari Vatanen y Jean Todt, entre los cuales se determinará la forma de afrontar el futuro de todas aquellas competiciones automovilísticas regidas por la FIA, o de forma directa, o indirectamente a través de federaciones de los distintos países (GP2, F3...). Como ya es de todos sabido, esta nueva presidencia determinará el sustituto de Max Mosley, el cual deja su cargo en noviembre de este mismo año.

Vatanen vs Todt.  Aficionados al automovilismo. Unámonos por una FIA transparente y justa

13 min. lectura

Publicado: 05/10/2009 15:58

El pasado viernes, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), dio por finalizada de forma oficial la fase de nominación a la futura presidencia de la FIA, votación que se hará a finales de octubre, con sus dos candidatos, Ari Vatanen y Jean Todt, entre los cuales se determinará la forma de afrontar el futuro de todas aquellas competiciones automovilísticas regidas por la FIA, o de forma directa, o indirectamente a través de federaciones de los distintos países (GP2, F3...). Como ya es de todos sabido, esta nueva presidencia determinará el sustituto de Max Mosley, el cual deja su cargo en noviembre de este mismo año.

Los candidatos a la presidencia y sus nominados a formar parte del Senado de la FIA. fueron invitados por los miembros actuales de la FIA, a celebrar una reunión el próximo 20 de octubre con el vigente presidente, Max Mosley, y el secretariado de la FIA, para preparar la votación.

En dicha reunión se acordará el número de portavoces de cada candidato, la duración de cada discurso, así como el orden en que éstos tendrán lugar durante el proceso de elección. Para ello se discutirá sobre el proceso de elección.

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Ambos candidatos han sido invitados a nominar a los observadores del proceso, los cuales serán elegidos por el Consejo General. Como es habitual, todo el proceso de elección será supervisado por el gobierno francés, el cual actuará en calidad de testigo presencial. Una vez se haga público el resultado final, el nuevo presidente de la FIA, empezará en su cargo el día 23 de octubre, relevando así a su presidente actual, Max Mosley.

Quizás no sea habitual, en esta redacción, tomar un papel de posicionamiento, pero a veces hay que hablar para que todo el mundo sepa lo que hay escondido detrás de todos los entresijos políticos, en este caso de la Federación Internacional de Automovilismo, o mejor dicho, la forma de manejar los hilos su actual presidente, Max Mosley.

Todos conocemos, aunque a veces callemos, la política actual de la FIA, unilateral y regida y controlada por su presidente actual, Max Mosley. Sus miembros, ya lo declararon el pasado mes ante la vista del Consejo Mundial por el caso de Renault y el Crashgate de Singapur, están asustados por sus puestos de trabajo. No hay transparencia, y aunque se supone que el consejo rector de la FIA es democrático, a veces los procedimientos de elección no lo son todo lo que quisiéramos. Si los miembros de la FIA no apoyan a Max Mosley en su ideología, entonces saben que su puesto de trabajo peligra, con lo que sus votos están siempre coaccionados por tal inseguridad. Pero para que haya transparencia, lo justo para todos sería votar lo que sería más justo.

Jean Todt es un hombre de éxito, que hizo ganador de rallyes con el Peugeot al propio Vatanen, a su rival a la presidencia de la FIA. Pasó a la Fórmula 1 e hizo campeón a Ferrari por muchos años. Pero, ¿alguien se imagina una Fórmula 1 transparente con alguien ligado a un equipo aunque sea sentimentalmente? Podría llegar a ser imparcial cuando tuviera que sancionar a Ferrari... Por un lado no podría mostrarse ligado al equipo, con lo que quizás reaccionaría de forma más dura, lo cual no sería justo, o por el contrario, por simpatía hacia los de Maranello haría la vista gorda ante determinadas situaciones, lo cual tampoco sería justo. No dudo que Todt pudiera hacerlo bien bajo su mandato, y desde aquí no es mi intención criticarle, ni mucho menos, pero ante la insistencia de Max Mosley para que éste sea el elegido, la verdad es que suena a que Max seguirá de una u otra forma presente en la FIA a través de Jean Todt. Tiene tal control sobre las cosas, que si dice algo, seguramente se cumpla. Y ya ha dicho que Vatanen perderá las elecciones. Y eso no sería bueno para el futuro de ninguna de las competiciones que rige la Federación Internacional de Automovilismo.

Para que exista la máxima transparencia en el órgano regidor del deporte, es necesario que el puesto lo ocupe alguien ajeno a la competición, alguien que no esté influenciado por haber sido miembro importante de algún equipo o asociación. Solo así se puede garantizar una mejor objetividad respecto de las decisiones importantes.

Es más, ¿cómo un presidente que tiene dos candidatos a ocupar su puesto, se opone claramente a uno de ellos? ¿es eso objetividad? Ni le está haciendo ningún favor a Jean Todt apoyándolo a él y despreciando a Vatanen, ni nos está demostrando a los demás su integridad como presidente. Creo que, leyendo los programas políticos de ambos candidatos, podemos ver las buenas ideas del ex piloto de rallyes, el finlandés Ari Vatanen y su grado de compromiso con el deporte en el caso de que saliera elegido.

Ari Vatanen tiene una filosofía de igualdad y democracia, que es lo que necesita la FIA. Hizo en el pasado unas declaraciones que creo son determinantes para entender su propósito dentro de la competición. Y es que, como en la ONU, es de la opinión que en un órgano de competición de importancia internacional, la presidencia la debería de ocupar una persona procedente de algún país pequeño, sin demasiados intereses políticos. Ya que, como todos sabemos, hasta en el deporte manda la política.

Max Mosley, en una carta dirigida al Príncipe Feisal Al Hussein de Jordania, rechazó una invitación a una conferencia que se celebró el pasado 1 de octubre, donde participaron varios clubs del automóvil árabes. El programa incluía entre otros, un discurso de Vatanen. Y el anfitrión, el Príncipe Feisal Al Hussein, un miembro de alto rango de la familia real de Jordania, quiso invitar al presidente de la FIA, Max Mosley, pero el pasado 28 de septiembre, éste le escribió rechazando de forma impertinente la invitación.Acusó a Vatanen de tratar a la FIA de injusta y autocrática. Pero por otro lado, la parte mayoritaria dentro de la FIA apoya el mecanismo de actuación actual. Claro está que, si los miembros con derecho a voto, solo simpatizan con Mosley debido a que es el presidente y temen por sus puestos, tal y como hace unas semanas, uno de los miembros de la FIA que acudió al Consejo Mundial, hizo constar sin miramientos, ¿dónde está la democracia?

Asimismo, en dicha carta, Mosley hizo constar lo siguiente: "Vatanen además no tiene ni idea de cómo funciona la FIA ni de cómo piensa, ni sabe a nivel jurídico, cómo son las decisiones de la misma. Nunca dirigió ningún club de motor, por pequeño que fuere, y nunca fue miembro de ninguna comisión de la FIA". Lo irónico del asunto es que Mosley no hace mención alguna de la participación de Vatanen durante muchos años en el Parlamento europeo como miembro permanente.

Comentarios como: "Es tan sencillo que Vatanen perderá las elecciones y de la forma más miserable" no pueden ser tolerados por una personalidad pública y de cargo tan importante, como lo es el de la presidencia de Max Mosley.

Cualquiera que lea lo que dice Mosley, no dudaría en desconfiar de la actual transparencia del sistema. Si Ari Vatanen dice verdades, ¿debe ser condenado por ello? ¿En serio vivimos en democracia o sus frases nos recuerdan más bien a la dictadura más pura y dura a lo Mussolini o Hitler? Y los miembros de la FIA que votarán el próximo día 23 de octubre, deberían de obrar según sus principios, sin temor a su futuro, manteniendo su dignididad e integridad como representantes de la Federación Internacional del Automovilismo, pues sus decisiones afectarán a todo el mundo.

Ante la negativa de Mosley, el príncipe Feisal se tomó muy mal la carta de Mosley, mostrando su falta de confianza respecto del asunto: "Jordania siempre ha tenido una buena relación con nuestros presidentes, por eso estoy profundamente decepcionado por el contenido de esta carta, la cual plantea serias dudas acerca de la credibilidad en el proceso de elección".

Además, se muestra especialmente indignado el príncipe con este asunto, ya que paradójicamente fue él quien ayudó en 2008 a Mosley a reaparecer en público en el marco de los rallyes, tras la lluvia de críticas que recibió Max, por el escándalo sexual.

Flaco favor pues, ha sido el que se ha hecho Mosley en el mundo árabe, en donde Jordania, hasta ahora, siempre fue un país Mosley.

Precisamente la forma de actuación de la FIA, en el mundial de rallyes, ha conseguido que esta competición pierda interés, y ya no funcione como hace 10 años.

Por otro lado, Europa del Este también se ha unido a la campaña pro Vatanen, en donde Yevhen Chervonenko, presidente del Club del Automóvil Ucraniano (FAU), se dirigió mediante una carta a sus colegas en toda Europa del Este, sobre todo la parte de la antigua Unión Soviética, para recomendarles que voten, el próximo día 23 de octubre, a Ari Vatanen.

Esperemos pues, que la votación sea justa y que la FIA se convierta en el futuro en una federación ejemplar, democrática y digna de ser la Federación Internacional que representa al Automovilismo Mundial, y que convierta sus decisiones en el deseo de todos, no solo de unos pocos que son los que tienen el poder. Queremos una FIA transparente.

Lista de campeonatos de la FIA (entre otros, ya que hay más competiciones que gestionan las federaciones de los diferentes países, pero la FIA está presente)

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