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Guía para montar en bicicleta en invierno: mantenimiento y consejos

Dicen que las bicicletas son para el verano, pero lo cierto es que pueden seguir siendo de utilidad durante todo el año. Te contamos cómo superar el invierno con tu bicicleta.

Guía para montar en bicicleta en invierno: mantenimiento y consejos
Las bicicletas sufren especialmente durante el invierno, no descuides la tuya. - Depositphotos.com

11 min. lectura

Publicado: 30/12/2022 13:30

No podemos negar que el frío, la lluvia y el viento son muy duros oponentes para el ciclista y su montura.

Muchos ciclistas dejan de lado su bicicleta durante los meses más duros del año y recurren al transporte público o privado mientras la meteorología se mantiene adversa.

Pero muchos otros ciclistas se ven obligados a seguir utilizando a su amiga de dos ruedas, o quieren seguir haciéndolo porque disfrutan de ello.

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¡Infórmate!

Sin duda, es posible disfrutar de la bicicleta en invierno, pero no es tan sencillo como abrigarse y salir a dar pedales. También hay que prestar mucha atención al mantenimiento.

¿Hay bicicletas de invierno?

Puede que te hayas preguntado si hay bicicletas específicas para el invierno.

Lo cierto es que no las hay.

Aunque sí es verdad que hay ciclistas que prefieren tener dos monturas, una para el verano con los mejores componentes y otra para el invierno más robusta y «de batalla».

Una de las prácticas de todo buen ciclista es la limpieza de la bicicleta tras cada salida. En invierno aún más

No en vano, el invierno es más duro con todos los componentes, por lo que cuadros de aluminio y acero o montajes más enfocados a la fiabilidad que al rendimiento siempre serán aconsejables en invierno.

Pero claro, no todo el mundo se puede permitir dos bicicletas. Y la realidad es que tampoco hacen falta, pues cualquier modelo de calidad estará más que preparado para el frío, la lluvia, el barro y lo que le eches.

¿Puedo montar en invierno con una bici eléctrica?

Sí, por supuesto. Cualquier bicicleta eléctrica de calidad decente ha sido homologada para aguantar la humedad, la lluvia y cualquier inclemencia meteorológica.

Por tanto, no debes temer sufrir una descarga eléctrica o dañar los componentes eléctricos de la bicicleta: aguantarán perfectamente cualquier circunstancia.

En concreto, el grado de resistencia a la humedad y el polvo de las bicicletas se mide con una clasificación estandarizada internacional denominada IP.

Podrías hacer esto con una bicicleta eléctrica, pero te decimos desde ya que no es la mejor manera de conservarla. Foto: [object Object]

Esta consta de dos números. El primero va de 0 a 6 e indica el nivel de protección frente al polvo. El segundo, que va de 0 a 9, mide el nivel de resistencia frente a líquidos. Esto quiere decir que el máximo nivel de protección será el IP69, es decir, totalmente estanco frente a agentes externos.

Consulta los niveles IP de la batería, el motor o el display para conocer con exactitud hasta qué punto tu bicicleta eléctrica es resistente a las inclemencias del invierno.

Mantenimiento básico de una bicicleta en invierno

Ya ha quedado claro que cualquier bicicleta de cierta calidad está preparada para el invierno. Pero tan importante es contar con una montura apta para el uso que le vas a dar como mantenerla durante el paso del tiempo.

Las bicicletas son como todo, incluidos los coches. Y necesitan un mantenimiento adecuado para durar mucho tiempo y rendir al máximo.

Revisión en el taller

Al inicio del invierno, lo mejor que puedes hacer es llevar tu bicicleta a un taller de confianza para que le hagan una revisión completa.

Esto puede parecer un gasto innecesario, pero la verdad es que siempre es un dinero bien invertido porque alargará bastante la vida útil de los componentes de tu bicicleta.

En cualquier caso, si prefieres hacerlo tú (si ya eres todo un experto, no vas a necesitar estos consejos), presta especial atención a la lubricación de los rodamientos (dirección, pedalier, etc) y, en general, todas las partes móviles que sufren fricción con otros componentes.

Además, comprueba que los cables del freno y del cambio no se han dado de sí. También el desgaste de la cadena, que debe encajar a la perfección en los dientes de platos y piñones.

Los frenos

Ya te hemos avanzado que es importante revisar el estado de los cables de freno, pero no cabe duda de que este sistema es vital para tu seguridad y hay que prestarle algo más de atención.

Si tienes frenos mecánicos, los cables son la clave. Si son hidráulicos, entonces hay que comprobar que no hay fugas y quizá haya que hacer un purgado. Infórmate bien sobre cómo hacerlo, porque no es una tarea sencilla.

Además, es importante prestar mucha atención al elemento más sensible y que antes se desgasta: las pastillas de freno. Esto es válido tanto si tienes frenos de zapata o de disco.

En ambos casos, resulta fácil comprobar su estado y cambiarlas si es necesario.

Limpieza general

Una de las prácticas de todo buen ciclista es la limpieza de la bicicleta tras cada salida. En invierno aún más, pues la humedad, el barro y demás agentes externos afectan a los componentes.

Si no retiran, con el tiempo corroen, oxidan o estropean dichos componentes, por lo que resulta imprescindible una buena rutina de limpieza.

Un buen lavado es esencial para mantener la bicicleta en condiciones óptimas.

Si no ha llovido, retira la suciedad más importante tras cada salida y lava a fondo la bicicleta una vez a la semana (pero sin demasiada presión). Una vez lavada, retira bien la humedad y engrasa o lubrica como te hemos recomendado anteriormente.

Equipamiento invernal para la bicicleta

Los meses más fríos del año llevan implícitos ciertos cambios que conviene hacer en la bicicleta. De ese modo, ganas en seguridad y prestaciones.

Las luces

Si utilizas la bicicleta en entornos urbanos y ciudades, las luces son esenciales para montar con seguridad.

Y es que las horas diurnas son escasas y, además de amanecer tarde, anochece muy pronto.

No escatimes en unas buenas luces que te permitan ver y ser visto. Al fin y al cabo, los ciclistas son los usuarios de las vías más vulnerables que hay, junto con los de los VMP, los peatones y los motoristas.

Deben tener buena intensidad y batería, para hacer frente a la niebla o la lluvia y no dejarte en la estacada a mitad de ruta.

Los neumáticos

Sí, las cubiertas o neumáticos de las bicicletas también son lo único que te mantienen en contacto con el asfalto o la superficie sobre la que estés rodando.

Por tanto, es vital que estén en buen estado. Chequea la presión habitualmente y comprueba el desgaste, así como la presencia de posibles defectos.

Algunas bicicletas se venden con neumáticos de seco o slick, por lo que de cara al invierno debes tenerlo en cuenta.

Ojo con las ruedas, que en cuanto aparece el agua se convierten en vitales para nuestra seguridad.

Independientemente de eso, valora seriamente tener unos neumáticos específicos para el invierno. Son más resistentes a los pinchazos y cuentan con un dibujo más eficaz frente a lluvia y suelos deslizantes.

Ni que decir tiene que llevar un kit para reparar pinchazos es también algo necesario.

Los guardabarros

No son muy estéticos y añaden peso a la bicicleta, pero en cuanto aparece la lluvia, el barro o un charco justifican con creces su presencia.

En invierno son imprescindibles, es un hecho. De lo contrario, llegarás a tu destino con la ropa manchada y calado. No es una opción, si montas en bicicleta por la ciudad, necesitas guardabarros e incluso cubrecadenas. Y en invierno, aún más.

La ropa de abrigo

Claro está que, por mucho que la bicicleta esté en perfecto estado, si nosotros como usuarios no somos capaces de aguantar el frío, la dejaremos en casa.

El invierno es duro, lo sabemos todos. Por tanto, necesitamos estar bien abrigados para disfrutar de la bicicleta.

Para ello, vístete con ropa adecuada y por capas, de manera que puedes quitarte prendas si comienzas a tener calor. Mejor más capas finas que menos capas gruesas. Y no olvides un chubasquero o impermeable para la lluvia o, incluso, el viento.

Además, resultan vitales las prendas de manos, pies, cuello y cabeza. Invierte en buen calzado, calcetines, guantes o bragas. Incluso pasamontañas o cubre zapatillas.

Con todos estos consejos, es más probable que sigas disfrutando de la bicicleta en invierno, o al menos sobrevivir a él. ¿Algún consejo o truco personal que quieras compartir con nosotros?

Fotos: Depositphotos.com

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