Las 5 cosas que más odio de los coches nuevos y una que me encanta
Hoy los coches son más modernos de lo que nunca han sido, pero la tecnología no siempre es un argumento a favor. De hecho, en más de una ocasión genera más problemas que ventajas, como bien te explico.

Es fácil entrar hoy en un coche nuevo y no quedar prendado de sus pantallas y detalles. En los últimos 10-15 años los coches han evolucionado más que en el último siglo. La tecnología por fin se adentra en la industria de la automoción para adquirir cada vez más un papel protagonista. Menos volar podemos hacer casi cualquier cosa que se nos ocurra, pero a veces, tanto es demasiado. Los coches modernos son demasiado listos -o eso se creen- y cada vez son más cosas las que me sacan de quicio.
La cruda realidad es que, por algún motivo, los fabricantes han querido engañarnos al decirnos que las pantallas son mejores, cuando es al contrario. La digitalización, en su justa medida, es necesaria y bien recibida, pero hace ya tiempo que los diseñadores cruzaron la delgada línea que separa lo práctico de lo inútil. El tiempo ha demostrado que muchas de esas tecnologías que hoy incorporan los coches no son más que una cortina de humo. Sistemas que si acaso usaremos en un par de ocasiones para demostrarle a nuestro cuñado, vecino o amigo que tenemos mejor coche que él.
5 cosas que odio de los coches modernos
- Pantallas

Como era de esperar las pantallas centran casi toda la atención a la hora de hablar de un coche nuevo. Las marcas parecen empeñadas en aumentar el formato de sus paneles digitales, aunque nadie se lo ha pedido. Más grande no significa mejor (lo siento, caballeros), de hecho es todo lo contrario. Las pantallas de un coche nuevo rozan lo ridículo. Más de 10 o 12 pulgadas se antoja innecesario. El problema no radica en su presencia, si no en la forma en la que acostumbran a estar integradas. Los departamentos de marketing han acuñado un término común "flotante" para decir que la pantalla está anclada al resto del coche solo por su base.
Esto, que tan bien nos lo pintan, suele ser un foco de constantes problemas con el tiempo. Holguras, ruidos y 'grillos' acostumbran a salir cuando el coche tiene tiempo. No es que me considere una persona analógica, al final mi generación ha vivido desde el principio con la tecnología, pero creo que la mejor solución es combinar lo digital con lo analógico. Los botones físicos siguen siendo, para mí, esenciales. Critico habitualmente los sistemas de climatización integrados en la pantalla, aunque reconozco que cada vez están mejor hechos.
- Plástico negro lacado

Nunca defenderé que una autodenominada marca premium inunde uno de sus coches con plásticos acabados en negro lacado. Podrán llamarlo como quieran, Pianno Black acostumbran a decir, pero es plástico al fin y al cabo. Plástico barato recubierto por uno de los peores acabados que haya concebido el ser humano. Combina el negro con el efecto brillo. Dos acabados que acostumbran a estar sucios o rallados y que se deterioran rápidamente con el tiempo. ¿De verdad no hay nada mejor?
Es algo que en Motor.es acostumbramos a criticar pues es algo que acostumbramos a ver en coches particularmente caros. Audi, Mercedes, BMW...las principales marcas alemanas, las firmas premium de referencia del mercado, han estado abusando del Pianno Black durante años y, lo que es peor, lo han intentado vender como algo elegante y bueno. No lo es. Con el paso de los años los plásticos en negro lacado han retrocedido en favor de molduras no sé si mejores, pero al menos no peores. Aún así, todavía se ve.
- Apagado automático

¡Qué bien, el coche se enciende y se apaga solo! Para nada, ni está bien ni es cómodo. Es un coñazo molesto que deja al ser humano a la altura del betún. De hecho, esta es una de las cosas que más odio de un coche nuevo. El acceso y arranque sin llave me gustan, creo que es una gran evolución práctica que simplifica la vida de los conductores. Cuentan con todo mi apoyo. Sin embargo, que un coche se apague sin que yo le ordene que tiene que apagarse, me desquicia. Nos pasa cada vez más.
Paras, pones la P en la palanca de cambios, te quitas el cinturón y el coche, por sí mismo entiende que ya no vas a circular más. Ya estés aparcado en plena Puerta del Sol o en el parking de casa. ¡No! No te apagues hasta que yo te diga. Hasta que yo pulse el botón de encendido o hasta que cierre la puerta. ¿Por qué me molesta tanto? Porque hay situaciones en las que podemos bajarnos del coche sin querer parar el motor. Muchas. Ya sea porque tenemos que meter algo en el maletero, porque nos hemos dejado algo o por lo que sea. El problema principal está relacionado con el punto siguiente.
- Asistentes a la conducción

A todas las marcas se les llena la boca en las presentaciones cuando hablan de la dotación de seguridad. "Nuestro coche tiene 15, 20, 30 asistentes a la conducción". Cuando dicen eso yo solo pienso en cuántos botones tendré que tocar antes de emprender la marcha para que el susodicho coche no pite cada 5 segundos. Se aprecia la seguridad, pero resulta insoportable conducir bajo una lluvia constante de pitidos e intervenciones por parte de unos ADAS que funcionan mal en la mayor parte de las ocasiones.
Muchas veces me siento como un piloto de aviones con los procedimientos de arranque. Inmediatamente el coche cobra vida empiezas a quitar asistentes a la conducción. Los más molestos son: aviso de velocidad, asistente de mantenimiento de carril y aviso de fatiga. Los tres peores elementos inventados por el hombre. Todos solemos circular por encima del límite de velocidad, sobre todo en ciudad. Es normal, por el tráfico, tener que salirte de tu carril de vez en cuando -algunas líneas se leen fatal- y las cámaras de reconocimiento del conductor no funcionan muy bien.
¿Para qué sirve tanta seguridad si no hace más que molestar y si se desconecta cada vez que arrancas el coche? No tiene sentido esforzarse en integrar toda esta tecnología si molesta más que ayuda. Cada vez más fabricantes se han percatado que la inmensa mayoría de los conductores anula estas funciones e integra los comandos para desconectarlos rápidamente. Aún así, cada vez que arrancas tienes que volver a hacer la misma operación. Así que, como ya te he explicado en el punto anterior, imagina la rabia que da cuando el coche se apaga por sí solo. Desesperante.
- Mando fónico

Las pantallas han acabado con los botones y dentro de poco la voz acabará con los botones en las pantallas. Las marcas parecen empeñadas en los asistentes de voz y en los mandos fónicos. Mira que pruebo centenares de coches diferentes a lo largo del año, pero jamás me he puesto a hablar con uno cuando voy conduciendo a no ser de que esté ejecutando una prueba de tecnología. "Manolito (por decir algo) sube la ventanilla del conductor"...segundos de espera..."subiendo la ventanilla del conductor". En menos de un segundo puede hacer lo mismo pulsando el botón que hay en la puerta. Me resulta estúpido.
Pues aún así las marcas siguen invirtiendo enormes cantidades de dinero en esta tecnología tan poco práctica y que, casi seguro, no usa más que una mínima parte de sus clientes. Te digo la ventanilla como te puedo decir la calefacción o la radio. En el único sitio que me resulta cómodo es en la introducción de dirección del sistema de navegación. Más allá de eso, basta poner un botón, que difícilmente se rompe, para hacer todas y cada una esas labores. Al final lo único que se consigue es encarecer el producto.
No todo iba a ser malo, hay algo que sí me gusta

No soy un criticón, no todo de los coches nuevos me parece malo. Hay una cosa con la que no podría vivir sin ella: los sistemas de conectividad. Para bien o para mal el teléfono móvil se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo. Cuando salimos de casa revisamos que no nos falte y el poder enlazarlo con el coche y poder seguir disfrutando de muchas de sus aplicaciones es un gran favor hacia los conductores.
Android Auto y Apple CarPlay me parecen los mejores inventos de los últimos años. Fáciles de manejar, rápidos de enlazar y tremendamente cómodos. Spotify, Waze, Google Maps y muchas otras aplicaciones comunes al alcance de nuestra mano para hacernos la vida mucho más sencilla. ¡Ves, también apoyo la tecnología! Todo lo que suponga una ayuda, bienvenida sea. Todo lo que acarree molestias me sobra. No reniego de las pantallas, pero no todo puede integrarse en ellas por seguridad. La gente cada día circula peor y creo que, parte de culpa, lo tienen los asistentes y las pantallas.
Síguenos en Google Discover y mantente informado de las últimas noticias del motor. Haz click aquí