Así nacen los atascos de la nada y este simulador lo demuestra mejor que cualquier explicación
¿Te has parado a pensar por qué se producen los atascos en la carretera? Hay experimentos que intentan estudiar este problema, incluso simuladores con los que puedes hacerte una idea de una forma casi hipnótica.

Seguro que te lo has preguntado alguna vez mientras conduces. Vas por una carretera y, de repente, el tráfico empieza a ir más lento: un accidente más adelante, te dirás. Pero avanzas y, de repente, por arte de magia, la congestión del tráfico desaparece y no aparecen señales de un posible incidente o avería de algún coche.
¿Qué puede haber pasado entonces? Múltiples factores pueden influir en un atasco en la carretera, aunque unos son más probables que otros. Aquí vas a conocer una herramienta interesante que te muestra cómo de la nada (o casi) se puede producir una congestión en la carretera.
Este experimento en Japón muestra de forma sencilla cómo se produce un atasco en la carretera.
Por qué se producen los atascos
El motivo más claro por el que se puede producir una situación de atasco en la carretera es simple y llanamente por un exceso de vehículos en la carretera. Cuanta más densidad de coches exista, mayores probabilidades de que la carretera no pueda absorber todo ese tráfico. Esto es habitual en horas puntas, días señalados por vacaciones, entradas y salidas de ciudades, etc.
Otros factores son los accidentes y las averías en la carretera, la presencia de obras y reducción de carriles, las condiciones meteorológicas adversas… Un mal diseño de la carretera puede también influir, con incorporaciones y salidas que terminan generando cuellos de botella, o semáforos mal sincronizados.
El comportamiento de los conductores tiene también mucho que ver: frenazos innecesarios, los cambios bruscos de carril, el no mantener la distancia de seguridad con el coche de delante…
Todos estos gestos se amplifican a nuestras espaldas y provocan un efecto acordeón: una frenada genera una cadena de paradas hacia atrás, hasta que llega un punto en el que un vehículo se detiene, y así el resto que le sigue.
Existe un vídeo de la Univesidad de Nagoya, en Japón, que se ha vuelto viral en varias ocasiones y que tienes un poco más arriba. En él podemos ver cómo 22 coches ruedan en un carril circular de 230 metros a una velocidad constante de 30 km/h. Al final, las diferencias de velocidad, aunque mínimas, acaban provocando una reacción en cadena que provoca que los conductores acaben pisando el pedal del freno.

Un simulador para entender el tráfico rodado
Y ahora echa un vistazo a esta web, un simulador llamado “Traffic Simulation” que ha ido creciendo y mejorando con el paso de los años. Aquí tú tienes el poder para modificar los parámetros de la conducción.
Tienes diferentes escenarios posibles: una rotonda, en la que puedes incluso modificar el número de carriles; una curva con una intersección de entrada, otra de salida y otra con semáforo; una curva con obras, con desnivel o directamente con obstáculos en la carretera; una rotonda; e incluso una intersección clásica.
En algunas de ellas puedes incluso introducir manualmente elementos en la carretera, como semáforos, conos y objetos de señalización, variar el límite de velocidad… Así irás viendo cómo se comporta el tráfico y cómo las reacciones de los conductores varían.
Podrás también modificar la densidad del tráfico, el comportamiento de los conductores, la presencia de vehículos pesados, la distancia de seguridad entre los coches… y muchas otras variables que hacen el ejercicio muy interesante e hipnótico.
Puedes pasarte horas mirando y viendo cómo fluye el tráfico y viendo como un simple gesto o cómo un movimiento inesperado de un conductor provoca un efecto en cadena que termina provocando un atasco. Estos ejercicios te ayudarán a entender mejor las situaciones de tráfico.

