Alemania aprieta a Europa con un mensaje claro: «No queremos mantener esta prohibición errónea de los motores de combustión»
Alemania es el pulmón de la industria automovilística europea, y si ya prácticamente todas las marcas e incluso el Gobierno al completo presiona a Europa para relajar sus prohibiciones de cara al 2035, su influencia puede ser determinante. ¿Cederá la UE a sus presiones?

Europa se enfrenta en este mes de diciembre a una decisión definitiva acerca de la prohibición de los motores de combustión interna en los coches para el año 2035, en favor de los coches eléctricos. El próximo 10 de diciembre, la Comisión tiene previsto hacer anuncios importantes al respecto.
Todo apunta a que se anunciará la categoría de los E-Cars, que debería impulsar la fabricación de coches eléctricos baratos, e incluso a una revisión de la prohibición del 2035. Alemania sabe que la UE está dudando y sigue presionando, ahora directamente desde su gobierno.

La carta del canciller alemán a la UE
El actual gobierno de coalición en Alemania, dirigido por el canciller Friedrich Merz (en la foto de apertura junto a Oliver Blume, CEO del Grupo VW), ha llegado a un acuerdo para llegar a una postura conjunta (algo que parece impensable aquí en España) sobre este tema. La carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, es clara en su mensaje.
En línea con lo que piden los representantes del sector automovilístico alemán, con las principales marcas a la cabeza, ahora el gobierno alemán pide mayor flexibilidad en la transición hacia el vehículo eléctrico en Europa. «Nuestro objetivo debe ser una regulación del CO2 tecnológicamente neutral, flexible y realista que cumpla los objetivos de protección climática de la UE sin poner en peligro la innovación y la creación de valor industrial».
En una conferencia regional de su partido, el canciller alemán expresó lo siguiente: «No seguiremos manteniendo esta prohibición obstinada y errónea de los motores de combustión en la UE. Debemos seguir siendo un centro industrial fuerte y necesitamos todas las medidas posibles para ayudar a reducir las emisiones de CO2, pero no con prohibiciones, ni con regulaciones, ni con industrias en decadencia, sino con tecnología de vanguardia».

El gobierno alemán habla de que se amplíe el alcance de los «modelos con motor de combustión de alta eficiencia». Es decir, que a partir del 2035, cuando solo se podrán vender coches eléctricos y de pila de combustible en Europa, haya más tecnologías disponibles y que la UE cuente con un abanico tecnológico más amplio.
Una línea, la del gobierno de coalición germano, que sigue la senda de los estados federales alemanes, que ya en octubre adoptaron un documento común para presionar a su propio gobierno federal. Algo que, a la vista, ha funcionado. En este documento, hablaban de que se permitiese la venta de «conceptos de propulsión alternativos respetuosos con el clima, combustibles respetuosos con el medio ambiente y tecnologías de transición complementarias, como motores de combustión de alta eficiencia, híbridos enchufables y vehículos eléctricos con extensor de autonomía».
La Comisión Europa hablará el 10 de diciembre sobre las nuevas medidas a adoptar. De abrir el espectro tecnológico, todo apunta a que los vehículos PHEV y EREV, como proponen desde Alemania, podrán seguir vendiéndose más allá del 2035. Está por ver también qué pasa con los combustibles alternativos, como los e-fuels o los biocombustibles.
La importancia de estos movimientos desde Alemania son mayores, un país que recientemente también ha aprobado nuevas líneas de ayudas para la compra de coches eléctricos a familias con ingresos medios y bajos.
Fuente: NewMobility

