No a los E-Cars. Si Europa quiere, es posible fabricar coches eléctricos baratos
Europa apunta a presentar en un mes una nueva categoría de coches eléctricos baratos para reactivar las ventas en la región. Sin embargo, Renault considera que no es necesario, basta con tocar la normativa actual para conseguirlo.

Las peticiones del sector del automóvil europeo parece que han hecho mella en la Comisión y que, finalmente, tendremos los tan reclamados E-Cars en las carreteras de nuestra región en muy poco tiempo. Es lo que necesita la industria para volver a ofrecer a los conductores coches baratos, en el entorno de los 15.000-20.000 euros.
No obstante, quizás esa medida no sea del todo necesaria. O así lo ven desde Renault, cuyos responsables propusieron una alternativa durante la reciente presentación del nuevo Twingo, un vehículo que, además, sirve de ejemplo posible de las enormes posibilidades que tienen las marcas ante sí en el mercado de los vehículos urbanos eléctricos.

¿Por qué añadir una nueva categoría más?
El tema de los E-Cars nace con el objetivo de crear una reglamentación más laxa en materia de seguridad y emisiones de CO2 para que los fabricantes puedan crear coches más baratos, exclusivamente eléctricos y, además, de fabricación local.
Si hemos llegado a esta situación es por la escalada de precios de los últimos años, que ha hecho que los coches pequeños no sean rentables para las marcas. La excesiva regulación europea, sobre todo en los apartados de emisiones contaminantes y de seguridad (los cuales tienen beneficios indiscutibles), ha condenado a los vehículos de los segmentos A y B, ampliamente populares antes de la pandemia.
Entonces, ¿por qué no frenar este camino imparable de regulaciones? Parece imposible: para finales de década, se están planteando 107 nuevas normas para el sector, como reconoció recientemente el CEO del Grupo Renault, François Provost. Pero es eso mismo lo que propone la compañía francesa: hacer vehículos económicamente viables y más baratos, pero congelando la regulación actual, al menos para este tipo de vehículos.

«No pido que se eliminen las regulaciones, solo pido que haya 10 o 15 años sin nuevas regulaciones». Y tiene todo el sentido lo que dice Provost, ya que la industria ha demostrado en muy pocos años cómo puede avanzar de forma enorme en el desarrollo de nuevos coches, baterías, motores…
Si las marcas y los proveedores tuvieran ese “tiempo extra”, podrían encontrar formas para reducir costes y precios en para los vehículos de hasta 4,2 metros, como los E-Cars de los que estábamos hablando.
«Lo importante es que el coche sea más accesible. Para ello, hay dos soluciones: o bien se crea una nueva categoría con menos restricciones, prestaciones, ADAS, etc., o bien se suspende la normativa. De las dos, preferimos suspender la normativa en nuestra gama actual para poder trabajar en el coche, reducir aún más los costes y, por consiguiente, bajar el precio de venta», comentó el jefe de la marca Renault, Fabrice Cambolive.
¿Será demasiado tarde?
Todo esto llega en un momento crítico para el sector, que ve que todavía está rezagado en tres millones de unidades en la venta de coches nuevos en comparación con los niveles pre pandemia. La competencia de las marcas chinas es creciente y hay en riesgo muchos puestos de trabajo en las fábricas de la región.
«¿Por qué no congelar la normativa en los próximos años y darnos tiempo para trabajar en el precio del coche?», proponen desde Renault. Está por ver lo que propone la Comisión y ver cómo se podrían adaptar las marcas a estas nuevas regulaciones.
Los del rombo, que ya han conseguido reducir sus costes con el nuevo Twingo en un 25 por ciento, creen poder llegar al 40 por ciento si la normativa se adapta. El propio Twingo, los R5 y R4 eléctricos, incluso el Mégane… los VW ID.Polo, CUPRA Raval, Skoda Epiq, FIAT Grande Panda, el futuro Dacia Spring 2… podrían también salir enormemente beneficiados.
Fuente: Automotive News

