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Alpina apunta que el limitador de velocidad ISA tendrá consecuencias en los futuros coches

En 2022, todos los coches nuevos deberán estar equipados con un limitador de velocidad, una medida implantada por la Unión Europea para tratar de reducir las víctimas de accidentes de tráfico. Sin embargo, algunos fabricantes entienden que este dispositivo mermará las capacidades de los coches en cuanto a dinámica de conducción, un ahorro para las marcas.

Alpina apunta que el limitador de velocidad ISA tendrá consecuencias en los futuros coches
El limitador de velocidad ISA adaptará la velocidad del vehículo automáticamente si el conductor no lo ha - ETSC

5 min. lectura

Publicado: 12/10/2020 20:00

La Unión Europea impondrá el limitador de velocidad como un dispositivo obligatorio en todos los coches nuevos, a partir de mayo de 2022 para los coches nuevos que se pongan a la venta, y a partir de mayo de 2024 para todos los demás, incluidos los que se venden ahora. Una medida con la que pretenden reducir las víctimas de accidentes de tráfico en todo el continente europeo.

Un asistente de conducción que se encuentra ya en los modelos de Volvo, desde este pasado verano, limitando la velocidad punta a 180 km/h, suficiente para todas las autopistas, y que los suecos pidieron a otras marcas sumarse a esta iniciativa sin ninguna adhesión. Pero, como nunca llueve a gusto de todos, algunos fabricantes minoritarios como Alpina, el preparador alemán, apunta que este dispositivo supondrá una merma de las capacidades de los coches para los clientes.

Cuadro de instrumentos del BMW X6 M Competition, tarado a 330 km/h

Andreas Bovensiepen, responsable del preparador germano, apunta que el limitador de velocidad es un indispensable en los coches, pero los limita a la conducción autónoma, en la que el conductor delega los mandos en el propio vehículo, y no en el nivel actual. En este caso, considera que puede tratarse más de un peligro añadido que de un medio para salvar vidas. Y es que una de las grandes consecuencias en las que basa su tesis reside en el chasis de los coches.

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Bovensiepen señala que «No se pueden lograr menores accidentes cambiando una sola variable. Si los políticos solo ven el hecho de que cuanto más lento conduces, menor es la energía cinética y teóricamente es más seguro conducir, es una forma de pensar muy peligrosa para la seguridad vial. Si se introducen limitadores, la mayoría de los automóviles obtendrán un chasis peor, porque el fabricante no tendrá ninguna razón para invertir en el desarrollo de componentes y soluciones más avanzadas».

Dicho de otra forma, y poniendo como ejemplo los neumáticos, Bovensiepen explica que la prioridad será la resistencia y no el agarre, por lo que el compuesto será más duro buscando la durabilidad frente a seguridad, por lo que el agarre en mojado disminuirá. Un ahorro de costes que obligará a los fabricantes a desarrollar el chasis de los futuros modelos en base a los límites de velocidad.

Cómo funciona el limitador de velocidad

El limitador de velocidad se conoce como ISA, la abreviatura de «Intelligent Speed ​​Assist». Un dispositivo que hace uso de la cámara de visión frontal y un sistema GPS reconociendo los límites de velocidad máxima permitida de las carreteras para limitar la velocidad del vehículo a la establecida en la vía. Pero antes de que esta disminución de la velocidad se produzca, el propio limitador de velocidad envía una señal de advertencia al conductor de que está superando la velocidad máxima permitida, para que la corrija y adapte.

En caso de no hacerlo, el ISA disminuye la potencia del motor y la velocidad, independientemente del recorrido con el que tengamos pisado el acelerador en ese momento. La Unión Europea obligará a los fabricantes a que el sistema esté permanentemente activo, cada vez que se arranque el vehículo, de manera que no se pueda apagar o reprogramar voluntariamente, lo que impediría que funcionase correctamente.

Fuente: Autoforum

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