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¿Sabes eso de que algunas aplicaciones de tu viejo móvil dejan de funcionar? Empieza a pasar con los coches conectados

La tecnología y conectividad de los coches modernos ha empezado a ser un problema para algunos modelos pioneros, ya que van a perder el soporte técnico de los fabricantes. El Nissan Leaf es un ejemplo de ello.

¿Sabes eso de que algunas aplicaciones de tu viejo móvil dejan de funcionar? Empieza a pasar con los coches conectados
Sistema multimedia de un BMW i7.

6 min. lectura

Publicado: 08/03/2024 13:00

Desde que comenzaron a popularizarse los teléfonos móviles inteligentes, o smartphones, la tecnología ha avanzado a un ritmo vertiginoso. Esto ha provocado que la vida útil de dichos dispositivos haya pasado a depender de las actualizaciones más que de la durabilidad de sus componentes.

Hoy en día, mucha gente cambia de móvil para acceder a uno más moderno. Y en ocasiones esto ocurre porque determinadas aplicaciones dejan de funcionar en sistemas operativos obsoletos, o porque la conectividad ha avanzado y proporciona mejores prestaciones.

Algo similar está empezando a ocurrir en los vehículos conectados. No en vano, uno de los principales argumentos de venta de los vehículos modernos es la conectividad vía Internet, ya que permite programar y ordenar ciertas funciones de forma remota. Y esto es aún más evidente -y relevante- en el caso de los coches eléctricos.

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Los pioneros comienzan a quedar desconectados

Hoy en día, gracias al uso de aplicaciones móviles, es posible programar el sistema de climatización del vehículo para que el habitáculo se ajuste a los gustos del usuario cuando entre en él.

Lo mismo ocurre con operaciones como la carga de la batería, que puede programarse para que se produzca en las horas de menor coste. Sin embargo, todo ello tiene un precio, y no sólo económico.

La BBC informa de que en Reino Unido alrededor de 3.000 propietarios de Nissan Leaf y Nissan e-NV200, concretamente los fabricados antes de 2016, van a verse afectados por la retirada de la red 2G en el país.

Dichos vehículos son controlados mediante la aplicación Nissan Connect EV, que permite gestionar utilidades como el temporizador de la climatización o el de carga de la batería. Pero, para ello, utilizan unidades de control 2G, que en un futuro dejarán de funcionar.

«La aplicación NissanConnect EV actualmente vinculada a los vehículos Nissan Leaf y e-NV200 producidos hasta 2016 se cerrará a partir del 1 de abril de 2024 en preparación para el fin de la tecnología 2G», ha confirmado Nissan a dicho medio británico.

«Sin embargo, los propietarios aún podrán utilizar funciones clave como el temporizador de control del clima y el temporizador de carga directamente desde el sistema de navegación de su automóvil», ha ampliado la marca nipona.

El enfado de los propietarios de estos vehículos está más que justificado, pues en realidad no está prevista la eliminación total de la red 2G por parte de los operadores de redes móviles hasta finales de la década.

Un problema que irá a más

Aunque de momento este problema no pasa de anécdota para la inmensa mayoría de usuarios de vehículos conectados en todo el mundo, supone el comienzo de una tendencia que llevamos años sufriendo en dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tablets u ordenadores.

La cuestión es que, si bien siempre es una faena perder utilidades o verse en la obligación de sustituir un dispositivo de este tipo, cuando se trata de un vehículo de varias decenas de miles de euros, la cosa se vuelve aún más seria.

Los tiempos en los que un vehículo puede seguir acumulando kilómetros de forma casi infinita si se le hacen las reparaciones adecuadas parece estar quedando atrás. Ahora, todo indica que, en no mucho tiempo, esto dependerá principalmente de hasta qué punto los fabricantes decidan prestar apoyo técnico a sus productos conectados.

Panel de configuración de un Tesla Model 3

Algo similar a lo que está pasando en Reino Unido ocurrió hace años en Estados Unidos a consecuencia de la decisión de AT&T de cerrar su red 2G. En ese caso, Nissan se comprometió a cubrir parte de los costes de la actualización a 3G y 4G.

Si en un futuro las redes actualmente vigentes, 4G y 5G principalmente, desaparecen, las consecuencias podrían ser graves a consecuencia de la nueva tendencia de la industria a comercializar servicios por suscripción y funciones habilitadas por software. Y lo mismo puede ocurrir si las computadoras utilizadas en los vehículos actuales quedan obsoletas.

Esto no es algo nuevo para algunos usuarios de Tesla, que en 2021 no pudieron acceder al servicio de conducción autónoma total mediante suscripción mensual si su vehículo no disponía de una unidad mejorada. Algo que ocurrió en modelos con sólo dos años de antigüedad.

¿Tomará la industria del automóvil las medidas necesarias para evitar que esto ocurra de forma generalizada en un futuro a medio o largo plazo?

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