El nuevo Bentley Flying Spur aumenta la deportividad con el paquete especial Blackline

Conocido como el "Grand Tourer" de Bentley, la tercera generación de la berlina de lujo ya se encuentra presentada y a la venta. El nuevo Flying Spur apuesta por un diseño elaborado y de calidad que combina a partes iguales la elegancia típica de la marca británica con la deportividad.

Pero mientras llegan las nuevas versiones a la oferta, la únicamente disponible por el momento y que luce el emblema "W12" de su potente motor, ofrece nuevas posibilidades de personalización a sus propietarios, estrenando el paquete especial "Blackline", un opcional que cuesta 3.550 € y que pone la nota de contraste con el color de la carrocería elegido.

Detalles en color negro que se imponen en las molduras integradas en la parte baja de los planes de las puertas y en el paragolpes posterior, en las branquias de las aletas delanteras, la rejilla del radiador, los bordes de las ventanas laterales, los biseles de los faros delanteros y luces traseras, manijas de las puertas, los embellecedores de las salidas de escape y en el emblema al borde del capó.

Bentley ofrece una paleta de 17 colores exteriores estándar y 13 más especiales, además de incluir en este paquete unas llantas de aleación de cinco radios de 21 pulgadas, disponiendo de la opción de una pulgada más gracias al lujoso acabado Mulliner.

Con 626 CV de potencia máxima y capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,7 segundos, la marca británica explica que este acabado especial se ofrece en el nuevo Continental GT con una apariencia más cercana a la de la versión Speed y que, desde que fue ofertado a principios de este año, un 30 por ciento de las ventas del deportivo se han configurado con este paquete, un éxito que quiere aumentarse ahora con la nueva berlina.