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Arranca la producción del BMW iX5 Hydrogen, el primer SUV FCEV de Múnich

BMW entra en una nueva era, la del hidrógeno. La marca de Múncih ha empezado la producción de los primeros prototipos del BMW iX5 Hydrogen, la versión eléctrica del X5 propulsada por una pila de combustible, y al que esperan tres largos años de pruebas para afinar el sistema FCEV.

Arranca la producción del BMW iX5 Hydrogen, el primer SUV FCEV de Múnich
BMW iX5 Hydrogen - BMW

4 min. lectura

Publicado: 01/09/2022 11:00

Hace año y medio que los bávaros aseguraron contar con una flota de prototripos del BMW iX5 Hydrogen antes de terminar 2022 para realizar unas pruebas piloto en condiciones reales de circulación y así probar a fondo su nueva tecnología FCEV. BMW ha cumplido su palabra, porque acaba de anunciar la entrada en producción de esta versión inédita del X5.

Aunque la marca ha dispuesto de prototipos de pruebas en lo que llevamos de año, ahora el objetivo es mucho más grande. Clientes seleccionados contarán con unidades de este X5 de hidrógeno para un uso habitual, y así poder comprobar el funcionamiento de la pila de combustible en los escenarios más reales posibles. Las primeras unidades del BMW iX5 Hydrogen se entregarán a estos afortunados 100 clientes que se convertirán en probadores antes de que acabe el año.

BMW iX5 Hydrogen
Esquema técnico de la pila de combustible del nuevo BMW iX5 Hydrogen

El BMW iX5 Hydrogen será una realidad a partir de 2025

Estéticamente no hay grandes diferencias con un X5 más allá de una parrilla ovoide cerrada con una malla de nido de abeja pintada en negro, la ausencia de tubos de escape y una decoración que recuerda que se trata de un modelo de hidrógeno. A bordo, la pila de combustible puede generar energía eléctrica equivalente a una potencia de 170 CV, que envía a un motor eléctrico trasero de 286 CV, por lo que dispone de tracción total xDrive. En suma, el sistema arroja una potencia máxima total de 374 CV.

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La pila de combustible se alimenta de dos tanques que lalmacenan el hidrógeno a alta presión colocados en el espacio del túnel de transmisión. Con solo 6 kilogramos del elemento químico, el fabricante apunta a una autonomía máxima de 600 kilómetros. Esta es la primera gran prueba de fuego para BMW con el uso del hidrógeno, una tecnología que ha estado aprendiendo con Toyota desde 2013, y con una primera aplicación dos años después con un Serie 5 GT de hidrógeno.

Ahora, es el momento de que los alumnos alemanes vuelen solos y refinen el sistema, de nuevo desarrollo a excepción de la pila y celdas de combustible que se las suministra Toyota. Las pruebas servirán para lanzar un modelo de hidrógeno en 2025, aunque los de Múnich no se la jugarán enteramente a esta carta. En 2030, estiman que la mitad de sus ventas serán de eléctricos de batería, repartiéndose la otra mitad la combustión y los PHEV con un pequeño porcentaje para los FCEV.

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