Indy 500Bourdais: "Alonso casi lo tuvo demasiado fácil en Indianápolis"

Sébastien Bourdais es, cada año, uno de los hombres de más renombre que participa en las 24 horas de Le Mans, y está considerado como el piloto de casa al haber nacido en la localidad que da nombre a la pista. El francés, de 39 años, participará este año por duodécima vez en la icónica prueba, en la que fue segundo con Peugeot en 2007, 2009 y 2011, y a la que regresa tras perderse la edición del año pasado, a causa de su terrible accidente en la clasificación de las 500 millas de Indianápolis en el que se fracturó la pelvis.

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Esta será su segunda participación como piloto de Ford en su exitoso programa en GTE-Pro. Con ellos logró, en su retorno a la prueba en 2016 tras cuatro años, su única victoria de clase en la carrera, junto a Joey Hand y Dirk Müller. Este año, sigue compartiendo coche con ellos dentro del Team USA que compite regularmente en el campeonato IMSA, siendo el alemán el que les situó ayer en la cuarta posición provisional de la parrilla dentro de su clase.

Bourdais es, además, uno de los tres pilotos en activo de IndyCar en participar en la prueba junto a Scott Dixon y Tony Kanaan, todos ellos enrolados en la estructura de Ford, gestionada por el afamado dueño de equipo Chip Ganassi. Así pues, la presencia de Fernando Alonso en la prueba, así como los múltiples rumores e indicios que apuntan a una posible participación del asturiano a tiempo completo en IndyCar en 2019 con McLaren, hace que los medios se hayan interesado sobre su opinión al respecto, y Bourdais siempre se moja.

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"Creo que merece reconocimiento. Sus intentos en (Le Mans) y en Indy demuestran que es un auténtico amante de las carreras y que le da una importancia especial a su patrimonio y significado. Es realmente noble por su parte", aseguró Bourdais en declaraciones a Motorsport.com. El veterano piloto francés habla por experiencia propia: él es uno de los 38 pilotos que ha competido en las tres pruebas que componen la Triple Corona del Automovilismo (GP de Mónaco, 500 millas de Indianápolis, 24 horas de Le Mans), una lista que este año se amplía a 40 con los debuts en la prueba gala de Alonso y Juan Pablo Montoya, los hombres más cercanos a sumarse a Graham Hill como ganadores de las tres.

Bourdais, no obstante, considera que el piloto español gozó de unas condiciones muy idílicas en su debut en la Indy 500, en el que clasificó quinto, lideró vueltas y rompió a 20 vueltas del final cuando rodaba séptimo: "Fernando sabe girar un volante y sabe también como acelerar, así que no, no estaba sorprendido en absoluto. Todos los coches de Andretti son capaces de ganar, y llegó en el año perfecto con un producto que estaba extremadamente bien desarrollado, y extremadamente bien controlado. Su coche era tan excepcional que, honestamente, casi lo tuvo demasiado fácil".

El francés puso como ejemplo del buen hacer de Andretti en el mítico óvalo los cambios que atravesó su estructura, Dale Coyne Racing, cuando se hicieron con los servicios de Craig Hampson, que trabajó durante años en ese equipo, y que ya había sido ingeniero de Bourdais en la década de los 2000 en Newman/Haas. "Cuando vino, destruimos todo con lo que él sabía, hasta que yo también me destruí", haciendo referencia al accidente de 2016. "Cuando nos vieron venir, todos se preocuparon porque teníamos un cohete"

Bourdais cree además que, con la nueva filosofía de baja carga aerodinámica adoptada por la IndyCar desde esta temporada, el piloto español lo tendría mucho más complicado en el futuro para replicar su excelente debut en la Indy 500: "Creo que, si hubiera vuelto este año, habría visto que los óvalos pueden ser muy imponentes. Hemos pasado por un cambio en términos de aerokits y cargas, y ahora ya no se hacen a fondo en absoluto. Hasta en clasificación es complicado".

Fuente: Motorsport.com