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Endurecer las penas, ¿serviría de algo?

Una de las medidas recurrentes que se plantean para atajar los comportamientos incívicos es elevar las penas. ¿Hasta qué punto puede ser disuasorio que una persona se enfrente a una brutal pena por hacer algo mal? Igual hay que partir desde otro lado.

7 min. lectura

Publicado: 06/08/2018 21:00

Control de carretera - Fotografía: Mossos d'Esquadra

Ha vuelto a ocurrir. La fatalidad ha unido a unos ciclistas que habían empezado pronto a practicar deporte con un jovencito que volvía de fiesta conduciendo y ha atropellado a dos con resultado mortal. Ocurrió en el km.8 de la carretera T-310 en Tarragona. El turismo conducido por el joven invadió el carril contrario. Dio positivo en drogas.

En el momento de escribir esta información no está probado que el conductor joven estuviese bajo la influencia de las drogas por lo que hizo la noche anterior, o si ha dado un positivo por un consumo realizado antes. Lo más probable es que se haya quedado dormido. La presunción de inocencia nos invita a ser prudentes con eso.

No es la primera vez que sucede que un conductor que viene de fiesta o de trasnochar se lleve por delante a unos inocentes ciclistas que circulaban correctamente una mañana de fin de semana. Los jueces suelen dejarlos en libertad a la espera de juicio, y no en prisión provisional, pese a enfrentarse a casos de presunto homicidio por imprudencia y contra la seguridad del tráfico.

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Comunicado de la peña ciclista a la que pertenecían las víctimas del último accidente

Recordemos un caso que dio mucho que hablar, en mayo del año pasado. Una mujer de 28 años atropelló a un pelotón de ciclistas una mañana de domingo cerca de Oliva (Valencia), mató a tres y otros tres quedaron heridos. Acabó entrando en prisión provisional y abandonó la prisión hace unos días tras pagar una fianza de 7.000 euros. Aún no ha sido celebrado el juicio.

Seguramente el chico de 18 años de la última vez y la mujer de 28 años eran conscientes de que atropellar ciclistas y encima dar positivo en alcohol y/o drogas es como mínimo para que se les caiga el pelo. Los jueces pueden mandarlos años a prisión, aunque luego la condena "no sea para tanto". El quid de la cuestión es que no pensarían que eso fuese con ellos.

De esa mujer dije que no era una asesina, sino una descerebrada, y lo mantengo

Me explico. Normalmente, salvo que haya intención (dolo), el que provoca un accidente de tráfico no tiene planeado hacerlo, ocurre. Las circunstancias pueden hacer que eso sea más probable o menos, pero no hay intencionalidad, en todo caso imprudencia o negligencia. Estos jóvenes seguramente pensaron que podían volver a casa más despacito y no ocurriría nada. De haber pensado que podrían ser condenados a prisión por matar a alguien, se lo habrían pensado un par de veces al menos.

Pese a las medidas que buscan proteger a los ciclistas, el problema de base sigue sin abordarse, y ya puede no ser responsabilidad siquiera de la DGT

Por eso, no hay mucha diferencia en que caigan 10, 20 o 30 años por atropellar a una persona por conducir bajo los efectos de drogas neurodepresoras, sean legales o no. Si el potencial homicida no ha interiorizado que ese riesgo es real, le puede ocurrir en cualquier momento. Y sin intención de acabar con nadie, claro.

Resulta sumamente complicado hacer un Código Penal que satisfaga a todos los colectivos sociales. Siempre habrá comparaciones sobre el número de años que le caen a Fulano o Mengano por haber hecho esto, o lo otro, aunque sean crímenes que por su naturaleza tengan la misma relación que el tocino y la velocidad.

Las penas han de ser disuasorias, estamos de acuerdo, pero en estos casos lo que falla es la prevención y la educación. Si la probabilidad de ser pillado en un control fuese cercana al 100% tras salir de fiesta, pocos seguirían cogiendo el coche "despacito" hasta casa. Hay más miedo a la Guardia Civil -o equivalentes autonómicos- en un control que a un juez poniendo una sentencia a prisión o indemnizaciones millonarias. Y lo mismo respecto a los accidentes.

Fotografía: Lucía Rivas / Revista DGT

No se puede poner a un agente en cada esquina y en cada carretera, por lo que el pilar de la educación es fundamental para prevenir. No pretendo descubrir la rueda, a pesar de que la información es abundante y gratuita, sigue habiendo gente que tiene relaciones sin preservativo, conduce drogada/borracha o se tira desde un balcón. La idiocia en el Siglo XXI es por voluntad o por una educación insuficiente.

No existen soluciones fáciles a problemas tan complejos. Los dos casos mencionados, y otros tantos que de mencionarlos llevaría hacer un libro, responden a personas con las que el sistema ha fallado. No eran temerosos de provocar un accidente, si acaso de que les pusiesen una multa. Pensaban que controlaban, y no controlaban.

Que un chico que acaba de obtener el carné de conducir, con la "L" recién horneada, no tenga claro los efectos de las drogas en el organismo -se las tomase cuando se las tomase- algo ha fallado. Marcaría la respuesta correcta en un examen, mas no lo tuvo en cuenta en grado suficiente al ponerse al volante. Eso no se arregla aunque haya cadena perpetua no revisable por atropellar ciclistas al volver de fiesta.

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