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Un estudio pone fecha a la equiparación de precios entre coches térmicos y eléctricos, será antes de lo que piensas

Es el sueño más esperado de la industria y de millones de conductores en todo el mundo. La equiparación de precios es esencial para impulsar la agenda eléctrica. Todavía tardará unos años en hacerse patente.

Un estudio pone fecha a la equiparación de precios entre coches térmicos y eléctricos, será antes de lo que piensas
El mercado se debate entre lo eléctrico y lo térmico.

6 min. lectura

Publicado: 25/02/2024 08:00

El precio es, hoy por hoy, uno de los grandes factores limitantes para millones de conductores decididos a dar el salto a la movilidad eléctrica. Las tarifas siguen altas e inaccesibles para muchos. El objetivo de la industria es democratizar la movilidad eléctrica, pero el proceso de equiparación está siendo más lento de lo esperado. Varios son los motivos que provocan este desequilibrio, aunque un nuevo estudio determina qué año se alcanzará por fin la ansiada equiparación de precios entre coches eléctricos y térmicos.

Si bien los costes de producción de las marcas están cayendo rápidamente, principalmente promovido por el descenso en las tarifas de las baterías, las compañías han demostrado cierto egoísmo con la llegada del coche eléctrico. Los márgenes de beneficio se han disparado en los últimos años. Sí, cada vez es más caro producir un coche, pero las marcas también registran mayores beneficios por cada unidad matriculada. Esto ha provocado la desaparición de los considerados vehículos asequibles. El Dacia Sandero sigue manteniendo el liderazgo en España gracias a sus tarifas económicas.

Las baterías siguen siendo el elemento más costoso de cualquier coche eléctrico.

El descenso en los precios de las materias primas se antoja como un factor clave

Tal y como recoge el estudio publicado por el ICCT (International Council on Clean Transportation), la igualdad de precios entre coches térmicos y eléctricos se alcanzará a finales de la presente década. En gran medida, ese hito se dará cuando el precio de las materias primas necesarias para fabricar las baterías de coches eléctricos disminuya aún más. Actualmente, la mayor cantidad del litio surge de diferentes extracciones situadas en China, Australia y lo que se conoce como el Triángulo del Litio, formado por Argentina, Bolivia y Chile. Minas a cielo abierto y estanques de evaporación que nutren las necesidades del ya considerado Oro Blanco.

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Muchos fabricantes están luchando por forjar alianzas con los principales proveedores de la industria. El litio no es el único elemento preciado en esta colección, otros recursos como el níquel, el manganeso y el grafito también son necesarios para la fabricación de baterías. Su mayor extracción permitirá aumentar el volumen de recursos y, por lo tanto, fabricar baterías cada vez más baratas. Según el estudio, en 2029 un coche eléctrico con aproximadamente 480 kilómetros de autonomía costará lo mismo que su versión equivalente con motor de gasolina. Porsche ya ha demostrado que se puede igualar el coste de un modelo eléctrico y otro térmico.

China está liderando la transición al coche eléctrico de precio razonable.

Actualmente el precio por kWh de batería se sitúa en una media de 122 dólares. Las estimaciones apuntan a que en 2027 el precio caerá hasta los 97 dólares por kWh, reduciéndose hasta los 67 dólares de media por kWh en 2032. Todo ello sin contar con posibles alteraciones del mercado o los posibles conflictos que puedan desatarse en esta década. Durante los últimos años, la Unión Europea se ha visto sacudida por diferente condicionantes externos que han provocado un considerable aumento en los costes de producción y también en los costes de vida. La inflación y el precio de las materias primas se ha disparado.

A pesar de las buenas noticias recogidas por el ICCT, el estudio no tiene en cuenta el desarrollo de otras tecnologías como el de las baterías de sodio o las baterías de estado sólido. La industria ya las considera el próximo paso en el desarrollo de la movilidad eléctrica, aunque por ahora están lejos de llegar a un mercado general con precios asequibles. El otro factor que no tiene en cuenta el análisis es el considerable aumento en las tarifas de los coches nuevos, entre un 17 y un 34% en los últimos cuatro años. De seguir a este ritmo, la equiparación se logrará más por el aumento de los precios de los coches térmicos que por la reducción de las tarifas de los coches eléctricos.

Fuente: ICCT

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