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Faraday Future busca 1.000 millones para continuar el proyecto y Yueting no los va a aportar

  • Tras la debacle de LeEco, en Faraday Future han decidido distanciarse de su compañía matriz y está buscando inversores externos.
  • La compañía necesita financiación por valor de 1.000 millones de dólares para continuar el proyecto y su fundador, Jia Yueting, no va a invertir más dinero en la compañía.

6 min. lectura

Publicado: 30/05/2017 09:00

Prototipo del Faraday Future FF91.

Tras la debacle de LeEco en China, Jia Yueting se ha distanciado aún más de Faraday Future. Desde hace meses sabíamos que la compañía estaba buscando nuevos inversores y con urgencia, de hecho ese era el único motivo real para presentar el prototipo del FF91 apresuradamente en Las Vegas, pero ahora parece que FF está más sola que nunca en esa tarea, ya que Yueting no solo no va a aportar más dinero, sino que la propia compañía está buscando en solitario grandes inversores para poder culminar el proyecto, según las declaraciones de un informante anónimo.

Como nuestros lectores habituales saben perfectamente, la falta de dinero y de control en el proyecto quedó patente hace ya mucho tiempo. Es muy complejo resumir la gran cantidad de desastres, desplantes y demandas que ha protagonizado la compañía desde que se anunciara por primera vez (a bombo y platillo para más ironía), por lo que estas noticias no deberían sorprendernos.

La situación actual de FF, tal y como esperábamos es pésima. La compañía precisa de al menos 1.000 millones de dólares para culminar el proyecto, aunque no sabemos si esa cantidad contempla tan solo el desarrollo de ingeniería e industrial del FF91 o si también incluye la construcción de la tan necesaria factoría que aún están esperando.

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Representación del proyecto de la factoría de Nevada.

La factoría que en teoría iba a estar operativa ya en 2017 es precisamente uno de los mayores desplantes de la compañía, ya que tras anunciar (a bombo y platillo como es marca habitual de la casa) una megafactoría de 1.000 millones de dólares en Nevada cuando ni siquiera tenían un modelo presentado y a la misma vez que negociaban la creación de unas nuevas instalaciones en California, luego descubrimos que las obras ni siquiera habían comenzado. Tan solo se habían iniciado los movimientos de tierras previos al replanteo y a los primeros pasos de cimentación, momento en el que precisamente la falta de capital provocaba que la compañía constructora tuviera que paralizar los trabajos, poco después de haberse iniciado.

A pesar de contar ya con más de 300 millones de dólares en créditos fiscales concedidos por el estado de Nevada, cuyos trámites provocaban que el Departamento del Tesoro de ese estado, el organismo equivalente al MInisterio de Hacienda, cargara contra la compañía y sobre todo, contra su falta de transparencia. Hace unos meses, este organismo inició los trámites necesarios para realizar una auditoría para comprobar el uso que la compañía había dado a la subvención, aunque por el momento no han aparecido ni se han filtrado datos sobre esta investigación.

Sin embargo, los últimos informes sobre el distanciamiento de Yueting de Faraday Future y la posibilidad de que entren nuevos inversores son probablemente la mejor noticia que podíamos leer de la start-up hasta la fecha. Muchos ex empleados aseguraron que era harto complejo “entenderse” con Yueting y el resto de ejecutivos de la compañía matriz en China, ya que estos no parecían comprender las necesidades y procedimientos habituales necesarios para llevar a cabo el proyecto, lo que parece ser la causa de que fuera habitual que se acumularan las facturas de proveedores sin que el dinero llegara nunca, con las evidentes consecuencias que ya conocemos.

La compañía asegura que en 2018 fabricaran el FF91, aunque aún no tienen donde.

La única posibilidad que ha tenido siempre este proyecto pasa por la salida de Yueting, al menos de una posición con capacidad de decisión, y la entrada de un gran inversor que sea el que realmente saque adelante el proyecto de ingeniería, sentando unas bases lógicas de desarrollo y crecimiento, como podría hacer cualquier gran fabricante de automóviles tradicional. Aunque a día de hoy la mayoría de fabricantes ya tienen proyectos avanzados de vehículos eléctricos y de conducción autónoma.

Por lo que es harto complejo que una marca decidiera hacerse con el control de Faraday en estos momentos, aunque no impensable. En teoría, Faraday Future es ahora mismo el objetivo perfecto para compañías que quieran invertir en la tecnología que está desarrollando FF, aunque no para hacerse con la marca (y los casi dos años de mala prensa que acumula) sino comprando el proyecto de ingeniería y enterrando Faraday Future tal y como la conocemos, que es probablemente lo que terminará sucediendo, puesto que todas las patentes tecnológicas no pertenecen realmente a FF, sino a una empresa de las Islas Cayman.

Fuente: Bloomberg

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