De la noche a la mañana Alemania borra del mapa las ayudas a los coches eléctricos y ¿ahora qué?

Alemania es el principal mercado automovilístico de Europa. El país que más coches vende y el que más vehículos produce. Su importancia a escala continental es muy alta y toda medida que se tome en el país tiene un interés especial. De ahí que la medida que acaba de tomar el Gobierno haya puesto en jaque la estrategia eléctrica del Viejo Continente. Alemania ha paralizado toda ayuda a la compra de coches eléctricos, sin previo aviso y sin margen para los compradores y los vendedores.

Ya la semana pasada el Canciller alemán, Olaf Scholz, anunció el fin de las ayudas a la compra de vehículos eléctricos a partir de 2024. Los concesionarios y los clientes tenían la esperanza de aprovechar los últimos compases del curso para conseguir no sólo las subvenciones públicas sino también suculentos descuentos. Alemania tiene que recortar su agenda de gasto y el área medioambiental es una de las secciones que más va a sentir el ahorro. Las ayudas a la energía solar y para la compra de vehículos de cero emisiones desaparecen.

Un duro varapalo para clientes y concesionarios

Lo que peor ha sentado entre la comunidad es la falta de tiempo para colocar los últimos coches eléctricos del año. El pasado 17 de diciembre entró en vigor la restricción. El Gobierno ha emitido una orden de no admitir a trámite ninguna operación de subvención recibida después de esa fecha. Desde la cancillería germana han asegurado que la decisión no ha sido nada fácil. Portavoces del Gobierno explican que fue una consecuencia directa de la sentencia del Tribunal Constitucional Alemán.

La más alta autoridad jurídica del país declaró el pasado mes de noviembre que la asignación de fondos para proyectos de protección climática, incialmente reservados para la lucha contra la pandemia de la COVID-19. La coalición que forma el Gobierno se ha visto obligada a recortar el gasto de forma significativa. Lo que nadie se esperaba era el drástico recorte de las ayudas y la inmediatez. Inicialmente, la propuesta era mantener las subvenciones durante todo el 2024, Todo el mundo entendió que la cuantía de las ayudas se reduciría progresivamente, pero no de la noche a la mañana.

La situación abre una brecha en la línea de flotación del mercado eléctrico europeo. Sin las ayudas alemanas muchos expertos consideran que será prácticamente imposible cumplir con el objetivo de electrificación del parque europeo. Si el mayor mercado de la región no fomenta la venta, cuesta creer que mercados secundarios lo hagan. Algunos países ya han asegurado que eliminarán las ayudas de forma progresiva. No así en España que mantendrá las subvenciones durante tiempo indefinido.

En nuestro país las ayudas son casi la única garantía que existe para la aceptación del coche eléctrico. España se sitúa en los vagones de cola del tren y necesita incrementar la cuota de mercado rápidamente. Se espera cerrar este año con una tasa del 6% de matriculaciones, muy lejos de los principales países de Europa. En otras regiones como Francia, las ayudas siguen vigentes, pero tras la última modificación de la norma estarán mucho más acotadas. Nuestros vecinos del norte quieren reducir la incidencia de las marcas chinas y han aplicado una ley que incluso afectará a tres de sus coches eléctricos más vendidos.