IndyCarPato O'Ward vuelve a la victoria en Iowa tras el accidente de Josef Newgarden

Un campeonato puede cambiar en lo que dura un pestañeo. Durante un instante, todo parecía ir encaminado a un fin de semana de ensueño para Josef Newgarden al que le faltaban algo menos de 70 vueltas para completar un dominante doblete en el óvalo de Iowa. Un segundo triunfo que le habría puesto líder del campeonato con su quinta victoria de 2022. Y luego, cuando todo el mundo pestañeó, su idílico finde se evaporó en un fuerte accidente en la curva 4 tras un problema mecánico. La pelota volvió al tejado de sus oponentes, y Pato O'Ward capitalizó la oportunidad para obtener su segundo triunfo del año en la Iowa 300.

Mucho antes de todo eso, Newgarden arrancaba de nuevo en segunda posición detrás de Will Power, y de nuevo se limitó a hacer de cercano escolta durante su primer stint. O'Ward, que había sido segundo el día anterior, recuperó cuatro puestos de inmediato en la salida para situarse tercero. A medida que avanzaba aquel primer stint, la tónica del día anterior volvió a manifestarse como la imperante: los Penske se alejaban en tándem, Pato les seguía a cierta distancia y el resto se descolgaban a más de 10 segundos. Power y Newgarden hicieron juntos su primera parada, salieron pegados y hasta se llegaron a tocar en la salida de pits, pero sin más drama.

Sin embargo, Power fue esta vez víctima de una constante en los óvalos cortos: la gestión del tráfico. Cuando se disponía a doblar a Romain Grosjean, que ocupaba el undécimo puesto, el francés puso más resistencia de la esperada, y Newgarden aprovechó el momento para rebasar a su compañero en la vuelta 84. O'Ward se mantuvo en todo esta segunda tanda a unos cinco segundos mientras el resto sufrían con las gomas hasta tal punto que Newgarden dobló al quinto clasificado en la vuelta 117. Segundos después, apareció la primera bandera amarilla tras un accidente de un Kyle Kirkwood (sexto abandono del año) que había mostrado buen ritmo. Una docena de coches volvieron a la vuelta del líder con las paradas masivas, pero la película de la victoria implicaba solamente a los tres primeros.

O'Ward atacó a Power con todo en la resalida durante varias vueltas sin premio y se acabó repitiendo el escenario de los stints anteriores, aunque esta vez se acercó un poco más por las dudas de Newgarden al doblar a David Malukas. El americano llevaba ya 50 vueltas notando vibraciones en su coche, aunque su equipo no detectó nada preocupante. En estas, McLaren SP apostó por probar en la tercera parada por un undercut que había funcionado a muchos pilotos en la primera detención. O'Ward se detuvo en la vuelta 192, dos antes que los líderes, y consiguió situarse por delante de Power. Con una nueva situación, O'Ward no fue tan efectivo siguiendo a Newgarden, pero terminó por descolgar un poco a Power. Y entonces llegó la vuelta 236.

Rodando detrás del sexto clasificado Marcus Ericsson, y al trazar entre las curvas 3 y 4, una de las suspensiones traseras del coche de Newgarden colapsó, derivando en un fuerte impacto contra el muro. El americano, que se quejó por la radio de la fuerza del golpe, salió por su propio pie del coche y atendió a los medios, pero después de la carrera sufrió un desvanecimiento cerca de su motorhome y se golpeó la cabeza en la caída, por lo que tuvo que ser trasladado a un hospital en la ciudad de Des Moines. El piloto se encontraba OK según el equipo médico, que prefirió trasladarlo en helicóptero para evitar el tráfico post-carrera hacia un centro médico ubicado a 45 minutos en coche.

Desde ahí, ya no hubo quien frenase a O'Ward. Todos hicieron su parada final con la amarilla, se relanzó con 50 vueltas por delante (10 menos de un stint completo) y el estandarte de McLaren SP manejó a la perfección el tráfico, el desgaste y la presión para hacerse sin apuros con una victoria que le reengancha a la pelea por el campeonato, en la que hasta ahora solo parecía un actor secundario. Power repitió el segundo puesto del sábado, y se acercó a ocho puntos de Marcus Ericsson, quien tuvo una carrera de lo más intensa para acabar en sexta posición.

El líder de la general, que salía 15º, avanzó posiciones poco a poco hasta situarse quinto tras la primera parada por delante de Scott McLaughlin. Toda vez que Conor Daly (3º en parrilla) y Jack Harvey (6º) desaparecieron pronto de nuevo con problemas de desgaste, y con Takuma Sato (4º) habiendo perdido mucha posición en pista por alargar stints, tenía por delante a un Jimmie Johnson que hizo gala de un gran ritmo y un brutal undercut para ponerse cuarto. Scott Dixon, que salía 18º, hizo exactamente lo mismo para ponerse séptimo... pero el cuarto Ganassi en discordia, Álex Palou, no gozaba en absoluto de tanta velocidad y se quedó atascado atrás, en una carrera en la que nunca pasó de su undécimo puesto inicial, y en la que acabó en un discreto 13º puesto.

La pelea por lo que acabó siendo el puesto final de podio tuvo muchos giros de guión, con Ericsson, Johnson, McLaughlin y Dixon intercambiando posiciones en varias ocasiones. Tras la penúltima parada, los neozelandeses se pusieron por delante, y aunque Dixon salió de pits en tercer lugar tras su última detención, McLaughlin recuperó su posición de podio en la resalida para no perderla más, sumando así su cuarto podio de la temporada. Dixon fue capaz de rescatar un gran cuarto puesto de un finde complicado, y Johnson obtuvo un merecido primer top 5 en IndyCar a siete de vueltas del final, a costa de quitarle dos puntos a su compañero Ericsson tras un gran duelo en el que se pasaron tres veces en 40 vueltas.

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Felix Rosenqvist pudo sacar también pecho con un sólido séptimo puesto, recuperando en los giros finales lo que perdió en la última parada, y David Malukas mejoró su techo en IndyCar al terminar octavo, dando la vuelta a la pérdida de posiciones del domingo. Tuvo una batalla de lo más apretada con Sato, que cerró en décimo lugar el primer top 10 doble de Dale Coyne Racing este año y privó de ello a un fantástico Callum Ilott. Entre medias, Romain Grosjean volvió a ser el mejor de Andretti Autosport en noveno lugar, mientras Colton Herta y Alexander Rossi languidecían sin agarre alguno en la segunda mitad de sus stints.

Poco pudo hacer Palou con su falta de ritmo: estuvo fuera de los 15 primeros durante casi toda la primera mitad de carrera y todos sus acercamientos al top 10 no veían progresión en pista. La última amarilla le pilló a destiempo y se pasó el stint final con una vuelta perdida, conformándose al menos con batir a Graham Rahal por el 13º lugar. Cierra asi de manera gris un finde en el que se minimizaron daños con el sexto puesto de ayer, pero esa es ahora la posición que ocupa en la general.

La general antes del accidente de Newgarden... y después de la carrera

Con solo seis carreras por delante, una victoria el próximo sábado en el Brickyard Grand Prix del circuito rutero de Indianápolis ya no solo sería ideal para Palou, sino que empieza a parecer una obligación para empezar a recortar una desventaja que ya es prácticamente equivalente a una carrera, y así mantener vivas las esperanzas de título.

Fotos: IndyCar Media