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IndyCarLiberty Media rechazó comprar Indianápolis y la IndyCar por el precio

  • La compañía propietaria de la Fórmula 1 fue contactada por la familia Hulman-George para tratar una posible venta.
  • Liberty Media se negó a entrar en una puja con otros posibles compradores.
  • Tony George veía con malos ojos vender sus activos a Liberty.

5 min. lectura

Publicado: 06/11/2019 14:30

Apenas han pasado 48 horas, pero el impacto y las ramificaciones del anuncio siguen coleando, aún cuando todavía se desconocen detalles cruciales, o los cambios que implicará en el futuro inmediato y posterior. Hace menos de 48 horas que Roger Penske añadió de forma pública a su amplio curriculum como empresario de éxito y jefe del equipo de carreras más exitoso de los Estados Unidos, el de dueño del Indianápolis Motor Speedway y de la IndyCar Series. Pero esa distinción bien podría haber recaído en manos muy diferentes.

Tal y como Tony George y Penske se encargaron de comunicar a los medios el lunes, el acuerdo entre ambas partes se cerró en apenas seis semanas, después de que el propio George contactase directamente con Penske en Laguna Seca durante la prueba final de la temporada 2019 acerca de la posibilidad de asumir el rol de "guardián" de los activos de Hulman & Company al hacerse con la propiedad de los mismos. Dos correos electrónicos y varias reuniones después, la primera solo seis días después con Penske disponiendo "miles de páginas con la debida diligencia", la transacción más importante del automovilismo americano en muchas décadas quedó completada.

Pero la elección del término "guardián" no es en absoluto casual o decorativa, ya que eso es lo que Penske supone a los ojos de su antiguo mandamás. Según una información de Associated Press, la familia inició el proceso de venta poco después de la muerte de la matriarca Mari Hulman George el pasado mes de noviembre, y el banco de inversión al que se encargó la búsqueda de un comprador les conectó con Liberty Media, la compañía de medios de comunicación en masa propietaria de la Fórmula 1, como primer comprador potencial, algo que Tony George no veía con buenos ojos.

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Al contrario que sus tres hermanos, cuya principal prioridad era canjear los activos de la compañía a la mayor celeridad posible (la empresa de levaduras Clabber Girl, fundada por la compañía en 1850, fue vendida en mayo a B&G Foods por 80 millones de dólares), George desconfiaba de la viabilidad de Liberty Media como propietaria debido a su desconocimiento de la categoría y de la tradición de Indianápolis. Según la información, Liberty Media rechazó la primera petición de 250 millones de dólares, y desistió por completo de cualquier acuerdo en cuanto se les informó que otro competidor entraría en la puja.

Ese competidor era Penske, quien era conocedor de las opciones alternativas, ya que la venta de la categoría era un secreto bien guardado en la industria desde principios de año, y su intención también era evitar que la categoría cayese en manos equivocadas, una vez fue contactado por los Hulman-George. Pero no sería el único en este periodo: la pasada semana, se rechazó una carta de crédito por valor de 250 millones de dólares de un potencial inversor individual tras comunicarle que ya era tarde para valorar su oferta, y otro grupo inversor no determinado también había expresado interés con anterioridad.

La cantidad final por la que Penske se ha hecho con el control de ambas propiedades y sus respectivas subsidiarias es objeto de disputa entre los medios encargados de reportar sobre la venta, variando entre los 300 millones de dólares que reporta Jenna Fryer de AP hasta los 2.000 millones sugeridos por Robin Miller de RACER, pasando por las "nueve cifras intermedias" que se limita a apuntar Adam Stern de Sports Business Journal, mayormente con Indianápolis como principal activo. Sea como fuere, la operación no es una suma de dinero pequeña, algo en lo que Liberty Media sí parecía estar de acuerdo.

Fotos: IndyCar Media

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