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IndyCarRoger Penske compra el óvalo de Indianápolis y la IndyCar Series

  • El exitoso empresario y jefe de equipo ha adquirido Hulman & George, la compañia que poseía el óvalo desde 1945, en un anuncio histórico.
  • La compra incluye a la IndyCar, creada como empresa en 1996 y única división de monoplazas americana desde 2008.

7 min. lectura

Publicado: 04/11/2019 14:45

ACTUALIZACIÓN (6 de enero): Tras dos meses de preparativos, se ha consumado finalmente el arduo proceso legal para el traspaso de poderes más importante de la historia del automovilismo americano. En la fecha inicialmente anticipada por él mismo, Roger Penske es ya de forma efectiva el nuevo propietario de la IndyCar Series y del Indianapolis Motor Speedway, tras consumarse hoy el traspaso de poderes desde sus antiguos propietarios, la familia Hulman-George.

No obstante, Penske ha actuado como dueño de hecho desde el mismo día del anuncio, en el cual hizo un extenso recorrido de las instalaciones del óvalo de Indianápolis para evaluar sus condiciones. Sin ir más lejos, Mark Miles, que continuará como jefe ejecutivo bajo el mando de Penske Corporation, afirmó que el propio Penske empezó pronto a detectar insuficiencias de mantenimiento y en las instalaciones, y a asignar tareas de limpieza y acondicionamiento, diciéndole a los empleados: "Mañana vienen los camiones de la basura".

Lo tardío del traspaso, ejecutado en el periodo invernal, hará que los cambios de estos primeros meses estén más enfocados en el aspecto comercial y organizativo de la categoría, el óvalo y las 500 millas de Indianápolis, antes de acometer proyectos más ambiciosos como la ansiada carrera de resistencia, la revitalización de la prueba de NASCAR y una posible mejora de las instalaciones, así como los cambios a nivel deportivo. "Estamos deseando continuar con la tradición de Indianápolis y la IndyCar. Hemos trabajado diligentemente con sus empleados estos dos meses para asegurar una transición fluída y productiva, y estamos listos para empezar a trabajar", ha asegurado Penske en un breve comunicado.

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NOTICIA ORIGINAL: En un anuncio de implicaciones incuestionablemente históricas en el automovilismo estadounidense y mundial, la empresa Hulman & Company, presidida por Tony George, ha anunciado este lunes la venta de todos sus activos empresariales a Penske Entertainment Corp, una entidad de nueva creación que es subsidiaria de Penske Corporation. En otras palabras: Roger Penske, dueño del Team Penske, ha comprado el Indianapolis Motor Speedway y la IndyCar Series, así como todo lo relacionado con ello.

La venta supone que, por primera vez desde 1945, la familia Hulman cede el control de Indianápolis, al igual que la IndyCar Series que fundaron en 1996, habiendo sido los únicos propietarios de una liga profesional de monoplazas en Estados Unidos desde 2008. Penske, que alinea su equipo en los distintos campeonatos existentes desde los años 70 hasta la actualidad, y que posee un emporio industrial a través de su compañía de transportes Penske Truck Leasing, completa ahora una compra histórica que devuelve el campeonato a las manos de, al menos, uno de los equipos, haciéndose además con el control del histórico óvalo.

A las 17:00 hora española tendrá lugar una rueda de prensa en la que Penske y George ofrecerán más detalles, junto al presidente ejecutivo de la IndyCar, Mark Miles. En un documento filtrado por Associated Press, en el que se precisa que la compra empezó a cerrarse este otoño, Hulman & Company asegura que "hemos encontrado al garante ideal para la compañia y sus icónicos activos. Con más de 64.000 empleados y 32.000 millones de dólares en beneficios, Penske Corp. traerá una tremenda energía, liderazgo y recursos (...). Durante años, hemos considerado (...) todas las opciones estratégicas disponibles. Finalmente, se optó por concentrarse en la posible venta de la compañía".

A través de Hulman & Company, cuya principal actividad era la venta de una conocida marca de levadura, Tony Hulman adquirió Indianápolis en 1945, después de que el óvalo fuese abandonado durante la II Guerra Mundial por su antiguo propietario, Eddie Rickenbacker. La venta permitió recuperar la gloria nacional y mundial de las 500 millas de Indianápolis, creadas 34 años antes, y la familia Hulman ha mantenido el control del óvalo desde la muerte de Tony en 1977, a través de su esposa Mary Fendrich, su hija Mari Hulman George y su nieto Tony George, que presidía la compañía desde verano de 2016.

20 años antes, en 1996, George ya era presidente del óvalo, y formó la Indy Racing League (IRL), que buscaba una alternativa americana, de óvalos y económica a la IndyCar, en propiedad del grupo CART, conformado por los equipos que la disputaban desde que se separaron de la asociación USAC en 1979. La creación de la IRL, con la Indy 500 como valor principal, inició una guerra de 12 años que destruyó la popularidad de los monoplazas en Estados Unidos hasta la reunificación de 2008 como IndyCar, dejando George la presidencia del óvalo un año después.

Desde entonces, IndyCar ha experimentado una lenta recuperación que se ha acrecentado en el último lustro, aunque sin recuperar los niveles de principios de los 90. Los rumores de venta, negados por la propia Hulman & George, se encendieron en mayo, cuando se culminó la venta de Clabber Girl, la mencionada marca de levaduras que permitió y financió el inicio del enorme emporio industrial que es el Indianapolis Motor Speedway. Las 500 millas de Indianápolis, que atraen cada año a 300.000 personas el día de la carrera, suponen un impacto económico estimado en cerca de 600 millones de dólares, y las actividades totales del óvalo, incluyendo la IndyCar, las carreras de NASCAR y otras múltiples actividades, reportan al estado de Indiana más de 1.000 millones de dólares.

Fotos: IndyCar Media

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