IndyCarJosef Newgarden gana la batalla estratégica a Ganassi

Incluso en sus espectáculos más de fila india, con pocos accidentes y una acción más concentrada en el ámbito estratégico, el Gran Premio de St. Petersburg suele proveer el drama necesario para empezar la temporada de IndyCar con tensión e incertidumbre hasta casi las vueltas finales. Aún con todo, los líderes consiguieron que la carrera se decidiera entre ellos ésta vez, y los honores fueron a parar a Josef Newgarden, un piloto al que la fortuna no había acompañado hasta la fecha en éste trazado.

Dicha falta de fortuna parecía manifestarse en la salida cuando Felix Rosenqvist le arrebató la segunda posición camino de la primera curva. Desde el principio, Will Power trató de marcar su propio ritmo al frente de la prueba, y solo el debutante sueco parecía aguantarle, en lo que se asemejaba a una repetición del Wickens vs Rossi de 2018. El desarrollo de la prueba, no obstante, no lo permitiría, gracias a una nueva manifestación de los problemas de fiabilidad de Honda.

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Poco antes de las paradas, Sébastien Bourdais se despidió de sus opciones de ganar por tercera vez consecutiva con el motor chamuscado en la escapatoria de la curva 9, y en el vigésimo giro, Ryan Hunter-Reay sufrió un aparatoso reventón en la recta principal cuando el estadounidense rodaba en sexta posición, causando el primer caution del día. En la resalida, Power no consiguió arrancar de forma óptima, y Rosenqvist le superó por el interior de la curva 1 pese a bloquear neumáticos, liderando de forma real en su primera carrera en la categoría.

El ímpetu no duró demasiado, porque una vuelta después, Ed Jones golpeó de forma frontal el muro de la curva 7 cuando rodaba noveno, y aunque varios pilotos consiguieron esquivarle, Matheus Leist no tuvo esa fortuna, causando el abandono de ambos. La resalida no varió la situación en cabeza, con los tres primeros siendo perseguidos de cerca por Scott Dixon y Alexander Rossi en un grupo homogéneo de cinco coches.

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NTT IndyCar Series (@IndyCar) March 10, 2019

El segundo turno de paradas, con los líderes empezando a parar llegada la 50ª vuelta, decidió casi por completo la carrera. Rosenqvist alargó su stint dos vueltas más que Power y ambos salieron en paralelo, pero el australiano prevaleció, con el sueco teniendo que efectuar un contravolante para no chocar en los muros interiores de la curva 3. Su compañero Dixon, que paró cuatro vueltas después, consiguió salir por delante de Rosenqvist, teniendo que evitar a Power de forma similar, pero la palma se la llevó Newgarden, quién se situó primero tras su detención una vuelta después, siendo el único piloto en cabeza con el neumático blando.

Con Dixon en posición de podio, el neozelandés olió sangre y atacó a Power en la vuelta 59. En una maniobra llena de inteligencia y veteranía, el piloto de Ganassi le hizo un dentro-fuera al hombre de Penske para terminar ganando la posición por el exterior de la curva 4, sin que Rosenqvist pudiese aprovechar la inercia para hacer lo propio un giro después. Desde ese momento, la carrera quedó prácticamente sentenciada, toda vez que ni a Dixon ni a ninguno de los implicados les quedaban gomas blandas por usar.

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Tras un cuarto de hora en el que la señal televisiva colapsó debido a problemas técnicos (con los comentaristas entrando por audio con una línea de emergencia, como si de la posguerra se tratase), y tras el último periodo de paradas, Dixon quemó todo su push-to-pass para intentar alcanzar a Newgarden, pero el piloto de Penske aguantó lo justo pese a las dificultades que le puso el tráfico, en especial Marco Andretti. Así, consiguió la victoria en un circuito en el que no había pasado del séptimo puesto en ninguna de sus apariciones previas.

Detrás de Dixon, que acumula ya quince carreras en St. Petersburg sin victoria, y de Power, terminó un Rosenqvist al que la segunda parada le mandó del primer al cuarto lugar, sin poder recuperarse de ello, completando Rossi el top 5. Jack Harvey fue una de las sensaciones de la carrera durante la primera mitad, conteniendo los ataques de James Hinchcliffe por el sexto lugar, hasta que una mala segunda parada le hizo perder puestos. Simon Pagenaud, en una carrera discreta, consiguió pasar del 13º al séptimo puesto, a apenas pocas décimas de Hinchcliffe.

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Pese a una mala salida y resalidas poco efectivas, su buen ritmo permitió al novato Colton Herta terminar en una óptima octava posición, y Santino Ferrucci igualó el mejor resultado de su breve carrera con una notable novena posición, con Harvey cerrando el top 10 después de que la estrategia cruzada de Graham Rahal no diese réditos. Fuera de carrera, además de los ya mencionados, terminaron Takuma Sato y Marcus Ericsson, ambos con problemas adicionales en sus motores Hondas.

Tras éste inicio de temporada, las conclusiones parecen estar claras: la estrategia funciona mejor que nunca en el muro de Penske, Dixon sigue siendo el maestro de la gestión en carrera, Rosenqvist ha venido para quedarse, y nadie debería perder de vista a Herta cuando la IndyCar llegue dentro de dos fines de semana a Austin, una cita en la que Patricio O'Ward se subirá al segundo Carlin por primera vez, y en la que Juncos competirá con Kyle Kaiser, "ocupando" el lugar de una DragonSpeed que debuta en IndyCar con una 18ª posición.

Resultados del Gran Premio de St. Petersburg (110 vueltas)

Fotos: IndyCar Media