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La fábrica de Volkswagen en Turquía está en el aire

Los acontecimientos en la frontera turco-siria han hecho que Volkswagen eche el freno ante una de sus decisiones industriales más importantes para los próximos años. La proyectada fábrica en Turquía serviría para aliviar de trabajo a las fábricas del continente.

6 min. lectura

Publicado: 15/10/2019 22:30

Aunque Turquía no es un país dentro de la Unión Europea -ni va a serlo en una temporada- goza de una privilegiada posición entre Europa y Asia, además de un acuerdo aduanero muy ventajoso. No es de extrañar que haya tantos fabricantes afincados allí, como Renault, Ford, Toyota, Hyundai, Honda y Fiat Chrysler Automobiles.

Pero también es un país que causa controversias por su particular forma de interpretar los derechos humanos, concretamente en el caso de los kurdos, una minoría que está siendo estos días objetivo de una campaña militar. La excusa es habitual, contra "terroristas", pero caen bombas donde hay población civil.

Cuando Europa empieza a ponerse reivindicativa con este tema, el presidente turco, Tayyip Erdogan, nos recuerda que puede abrir las fronteras a los millones de refugiados sirios que está manteniendo y darles vía libre. En ese punto, Europa cierra un poco la boca, porque sabe lo que eso implica.

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Pero como Volkswagen de momento no tiene una hipoteca con el régimen turco, puede permitirse el lujo de retrasar la construcción y puesta en marcha de una fábrica con una capacidad de producción de 300.000 unidades al año o más. Sabemos que está destinada a la producción de sedanes de gama media.

Ahora mismo el Grupo Volkswagen tiene una saturación de producción importante por el auge de su gama SUV, por lo que necesita más capacidad. Entre distintas ubicaciones se eligió Turquía. Otras opciones fueron Bulgaria, Serbia, Rumania, e incluso el norte de África, donde puso en marcha instalaciones hace casi dos años.

Obviando las formas que tiene Turquía para tratar a los kurdos, es un país industrialmente interesante. En 2018 produjo 1,55 millones de vehículos, de los cuales 1,3 millones fueron destinados a la exportación. En 2017 el volumen fue superior en un 9%, debido a las oscilaciones de la lira turca y a la propia demanda de su mercado doméstico, que está bajando.

Volkswagen Passat

Fuentes de Volkswagen han contado que están pendientes de la situación en lo relativo a la frontera con Siria. Al retirarse por completo Estados Unidos de la zona, los kurdos se quedaron al cargo de miles de prisioneros del fallido "Estado Islámico" o Dáesh. Debido al reciente conflicto, se han empezado a escapar cautivos por centenares.

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La Unión Europea ha empezado a reaccionar limitando las exportaciones de armamento al país turco, mientras que Estados Unidos y su presidente Donald Trump están hablando de sanciones económicas. El riesgo de una crisis humana en el kurdistán aumenta día tras día, lo normal cuando llueven bombas y proyectiles.

Ciertamente no es el mejor contexto para empezar a montar una fábrica. La decisión final está en el aire. De momento ya está constituida la filial turca en la provincia de Manisa. Si no cambia el panorama Volkswagen podría replantearse la ubicación de la nueva planta y ubicarla en un país donde no haya problemas geopolíticos tan serios.

Skoda Superb

¿Por qué Turquía?

Su privilegiada posición no es solo ideal para abastecer a Europa y al mercado turco, también al mercado ruso y a países de Oriente medio. Los modelos que serían fabricados allí serían el Volkswagen Passat y el Skoda Superb, lo más grande en sedanes generalistas que tiene el Grupo, y con una plataforma común.

Estaba previsto comenzar a fabricar en 2022, mientras Volkswagen y sus marcas reorganizan la producción en las distintas plantas para hacer hueco a los modelos eléctricos basados en plataforma MEB y el resto de modelos que, basados en plataformq MQB, seguirán siendo tradicionales durante unos años más.

Aunque los sedanes han sufrido un fuerte retroceso con el auge de los SUV y los crossover compactos, siguen siendo modelos de mucho éxito en otros mercados y necesitarán de motorizaciones convencionales. Para Europa seguirán estando disponibles con motorizaciones híbridas o aquellas térmicas que sigan teniendo sentido dada la exigencia de reducir emisiones de CO2 en la UE.

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