La situación de Land Rover preocupa a Europa (y al mundo), sus fábricas están paradas y las pérdidas son astronómicas
Malos tiempos corren en Jaguar Land Rover. Si la marca del felino no tenía bastante con no vender ni un solo modelo desde hace meses, ahora un fallo de seguridad en sus servidores, con la consiguiente fuga de datos, está ocasionando unas pérdidas brutales. Un desastre muy difícil de recuperarse.

No solo no corren buenos tiempos en el seno de Jaguar y Land Rover, sino que las circunstancias van cada día a peor. La del felino no sabe lo que es fabricar coches desde finales de la pasada primavera, pues se está sometiendo a una importante transformación y, desde luego, se han asegurado de que el común de los mortales se pueda hacer con un Jaguar en el futuro.
El primer modelo de la nueva Jaguar está siendo desarrollado, pero su elevado precio lo deja fuera del mercado de volumen, por lo que ver números negros en Jaguar será muy complicado. En el otro extremo está Land Rover, y esta sí vende coches pero no los fabrica desde hace unos diez días. ¿El problema? La marca decidió parar la producción debido a un potente ataque informático en el que los hackers se han hecho con información muy sensible.

Las fábricas de Jaguar Land Rover están paradas
El alcance es muy elevado, aunque no se sabe si solo afecta a las bases de datos de clientes o también a la de los proveedores. El caso es que se han bloqueado todos los sistemas informáticos de producción y la configuración de nuevos modelos, así como las ventas. Toda la actividad está bloqueada y no solo en Reino Unido, sino en todo el continente europeo.
Está claro que, con las tres plantas británicas de Solihull, Halewood y Wolverhampton cerradas, más las de Eslovaquia e India, el desastre es terrible, pues ha sido el propio fabricante el que ha señalado que el millar de coches que suele fabricar al día lo ha perdido.
200.000 empleados de Land Rover, cruzados de brazos en sus casas
Fuentes británicas apuntan que la situación se está volviendo crítica, y que las pérdidas se estiman ya en 1.170 millones de euros. Unas cifras brutales que no saben cómo parar, como tampoco confirman cuándo dispondrán de sus sistemas restaurados.
Por ahora, la marca está investigando pero uno de los miembros de los grupos que han participado en el ataque han confirmado que accedieron a datos de clientes de ambos fabricantes, penetrando a través de una vulnerabilidad en una aplicación informática usada por los británicos. De hecho, se habla de que una agencia norteamericana de seguridad ya advirtió de esto a principios de año, pero se desconoce si Jaguar y Land Rover tomaron medidas o no.