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Próxima llamada a revisión de cinturones de seguridad y airbags de Autoliv

Un proveedor importante de cinturones de seguridad y airbags ha detectado un problema de calidad que puede afectar hasta a 400.000 vehículos a nivel mundial. Aunque todavía no hay que lamentar afectados, se irán llamando esos vehículos a revisión, todos fabricados en este año.

5 min. lectura

Publicado: 24/12/2016 17:00

Cinturón de seguridad de Autoliv

A la hora de preguntarnos qué no puede fallar nunca en un vehículo, la respuesta debería ser los sistemas de seguridad, tanto activa como pasiva. Sin embargo, a veces se producen errores en la producción de estos sistemas, y pueden llegar a ser problemáticos si no se detectan a tiempo.

En este caso, es el proveedor de sistemas de seguridad Autoliv el que ha levantado la liebre. Mientras realizaban unas pruebas rutinarias de calidad, se han dado cuenta que han fabricado decenas de miles de componentes que podrían estar defectuosos.

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Estos componentes están relacionados con cinturones de seguridad y airbags. No tiene nada que ver este problema con los airbags de su competidor, Takata, el cual ya tiene que 40 millones de vehículos afectados a nivel mundial. Es más, Autoliv dice que todavía no hay que lamentar ninguna víctima por el problema de calidad detectado.

El proveedor sueco ha informado a la NHTSA de Estados Unidos de problemas en dos componentes. El primero de ellos está relacionado con el pretensor pirotécnico del cinturón de seguridad, un sistema que tensa el cinturón en caso de accidente para sujetar mejor el cuerpo cuando se produce una deceleración.

Autoliv cree que el dispositivo pirotécnico podría fallar y convertirse en un "proyectil", es decir, que la explosión no sería controlada y podría provocar daños personales. Estarían afectados unos 267.000 vehículos.

El otro componente afectado tiene que ver con la secuencia de inicio del pretensor pirotécnico y el airbag, que a falta de más concreción por parte del proveedor, debe ser alguna centralita o circuito. Si este componente falla, ni salta el pretensor, ni el propio airbag, aunque el cinturón de seguridad funcionaría igual que en cualquier modelo de antes de los 90. Estarían afectados unos 114.000 vehículos.

Demostración en vídeo del funcionamiento de un cinturón de seguridad moderno, con pretensores pirotécnicos y limitadores de carga

Autoliv no ha especificado qué fabricantes ni qué modelos pueden estar afectados. Una cosa es segura, serían vehículos nuevos o que ni siquiera han llegado a los concesionarios, ya que todos los componentes afectados se han fabricado este año.

Los pretensores problemáticos se han fabricado entre el 10 de abril y el 15 de octubre, mientras que la pieza de activación de airbags/pretensores se hizo entre el 16 de julio y el 4 de noviembre. Por lo tanto, ni mucho menos estamos ante una alarma social ni un problema de enormes proporciones.

Autoliv tiene componentes en más de 1.300 modelos a nivel global. El proveedor hablará con los fabricantes para ver qué modelos tienen que ser llamados a revisión o impedir que salgan de los concesionarios si no tienen dueño ya. El número final de vehículos afectados estará entre 300.000 y 400.000 unidades.

Afortunadamente para este proveedor, correr con los costes de la llamada a revisión -que le van a facturar los fabricantes- no supondrá un impacto financiero que ponga en peligro la viabilidad de Autoliv. En otras palabras, podrán costearla y, evidentemente, los clientes no tendrán que pagar nada por la llamada a revisión.

El problema de Takata es "un poco" más grande, supera en 100 veces la cantidad de vehículos afectados, solo que en este caso sí hay que hablar de víctimas mortales, de heridos graves, de juicios, indemnizaciones... y unos costes astronómicos de llamada a revisión.

El proveedor japonés acabará seguramente en manos de sus competidores, ya que no posee capacidad financiera para hacer frente a semejante aluvión de costes. Millones de sus airbags, fabricados durante este siglo, pueden desplegarse de forma violenta, lanzando metralla y partes metálicas a los ocupantes. Decididamente, no son casos muy comparables.

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