El coche eléctrico perfecto no será de Tesla ni chino, esta nueva tecnología de Mercedes revolucionará las baterías
Las ventas de coches eléctricos no sonríen a Mercedes pero eso no impide que la marca alemana haya desplegado una nueva estrategia de cara al futuro. Los de la estrella trabajan en una tecnología que tiene todo para ser una auténtica revolución: convertidores de potencia que cambian los voltajes en las baterías alargando la vida útil.
Los coches eléctricos tienen grandes problemas en su concepción que preocupan seriamente a los clientes, siendo las baterías las que verdaderamente se llevan la palma. La reducción de su vida útil y la pérdida de carga, junto con el elevado coste, es clave si lo comparamos con los coches de combustión que, aunque la gasolina y el diésel se oxidan y pierden sus propiedades, su sustitución es mucho más económica.
Alargar la vida útil de las baterías es clave para todos los fabricantes, y Mercedes trabaja en una revolucionario tecnología que puede cambiar por completo el mundo de los coches eléctricos como los conocemos hoy en día Las marcas saben que el estándar de carga rápida pasa obligatoriamente porque sus modelos de cero emisiones estén diseñados con una red eléctrica de 800V, pero esta es demasiado cara en sí misma y también para las baterías.
Las baterías de los eléctricos de Mercedes, en paralelo y no en serie
400 voltios u 800 voltios es el dilema de muchos, y los de la estrella están apostando por el segundo sistema, ya que un nivel de corriente más bajo hace sufrir menos a las celdas de las baterías, requieren menos cobre para transportar la energía a los motores eléctricos y, como consecuencia, se carga más rápidamente con mínimas pérdidas de energía, en forma de calor.
Pero la física tiene unos límites que son, a día de hoy, infranqueables. Conseguir una elevada potencia es tan fácil como aumentar el voltaje incluso disminuyendo el amperaje de la corriente, y no se puede cambiar a menos que se disponga de un convertidor de voltaje.
Las futuras baterías de Mercedes contarán con las celdas conectadas en paralelo, es decir, el positivo de una celda al negativo de otra y así sucesivamente en toda el paquete, y unos microconvertidores programables conectados a un número concreto de celdas.
Las ventajas de controlar el voltaje de las celdas en las baterías
Estos chips, por así llamarlos, no sólo controlan las celdas individualmente, sino que también pueden fijar el voltaje de salida de cada una de ellas, por lo que el voltaje total ya no depende del número de celdas conectadas en serie, sino el que se fije. Incluso, si el voltaje disminuye por envejecimiento, los 800 Voltios se mantienen.
Estos chips que funcionan como convertidores de potencia tienen una ventaja más, la de aumentar la autonomía al gestionar el uso de la capacidad energética, admitiendo más o menos en función de otras condiciones como la alimentación de dispositivos externos o si el trayecto a realizar no requiere de una batería completamente cargada, apostando por la carga bidireccional.
La «economía espacial», lo nuevo de Mercedes para coches eléctricos
Los ingenieros de Mercedes también están convencidos de que los propios microconvertidores también pueden asumir otro tipo de funcionalidades propias de la electrónica de potencia, el corazón de las baterías de hoy en día. De hecho, este componente desaparecería por completo si los microconvertidores hacen también de convertidores de tensión y cargadores de a bordo.
La simplificación del sistema lleva no sólo a una reducción de costes, sino a una liberalización de componentes en las entrañas, aumentando el espacio y reduciendo el peso. Mercedes está convencida de que esta es la tecnología de los futuros coches eléctricos, y esta trabajando en ella, pero lógicamente no ha señalado cuándo será una realidad.